Capítulo 8.

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Jimin

Me desperté con un fuerte dolor retumbando en cada parte de mi cabeza. Siento que va a estallar. Mis piernas están tiritando, uniéndose con el golpeteo constante en mí cráneo. El ardor recorría mi cuerpo sin fin, mis ojos se tintaban de un color rojizo siendo llenados por un líquido salado, mis manos temblaban con frenesí, mi mente hacia un nudo de crueles pensamientos... Así he pasado mis noches por incontables días, en total soledad mientras ruego por algún día mejorar.

Hago el intento de levantarme pero mis extremidades parecen gelatina, tanto que me hacen perder el equilibro cayendo en el frío suelo de mi habitación. Me abstengo a emitir algún ruido, limitándome a aferrarme a mis piernas con fuerza, sollozando silenciosamente mientras millones de lágrimas viajaban por mi rostro. Esto parecía no querer acabar jamás. La incertidumbre de mi dolor es insoportable, me ha llevado a imaginarme escenas crudas y frías en las que yo mismo me quito la vida.

Debo admitir que a estas alturas la oferta suena tan tentativa como aterradora. Porque, mi madre... ella no podría cargar con el sufrimiento del fallecimiento de su único hijo, y más grande adoración, y yo... no soy capaz de hacerle eso sin siquiera merecerlo. La verdad, la muerte aún sigue siendo un tema un poco traumante para mí pese a que la he buscado en determinadas ocasiones de mi vida.

Mi cabeza golpeaba casi al mismo ritmo de los latidos de mí pecho. Me sentí repentinamente cansado y fatigado; como si de un perro desnutrido se tratase. Comencé a jadear repetidas veces en busca de respirar mientras mi garganta comenzaba a cerrarse. Todo ha comenzado a dar vueltas sin parar y mis labios se empapan del sabor salado proveniente de mis ojos. Con el poquito aire que me queda suelto el grito más profundo y fuerte que puedo, desgarrando completamente mis cuerdas vocales.

―¡MAMÁ!

Lo último que siento es mi rostro tocar el suelo, veo a mi madre entrar buscándome con desesperación, hasta que mis ojos se cerraron totalmente, y caí rendido entrando en un trance.

Es el capítulo más corto de toda la historia, pero me encanta y me entristece, ahnuma no c.

Todo el amor del mundo.

Iudih

Unrequited || Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora