dieciocho

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El taxi se detuvo cuando llegamos, y yo tomé mis muletas y me baje molesta, todavía con los ojos cristalizados. Entre a la casa y me acomode en el sillón de la sala.

— Voy a mi habitación —dijo Jungkook serio subiendo las escaleras.

[...]

Habían pasado unas horas y ya estaba en mi habitación. Jungkook no había salido de la suya desde que llegamos y tampoco quería que lo hiciera esta molesta con el.

Me levante y iba a ir al baño cuando la puerta se abrió.

— Necesito hablar contigo —entro Jungkook cerrando la puerta.

— No tengo nada que hablar contigo —respondi molesta.

— Pero yo sí —me tomo del brazo tumbando las muletas, haciendo que mis piernas flaquearan y el me tomará por la cintura.

— ¡Suélta...! —todo paso demasiado rápido, sus brazos me tenían rodeada por la cintura y su cabeza estaba en mi hombro, abrasándome. Este solo respiraba en mi cuello tranquilamente.

— Perdón... —habló luego de un rotundo silencio— Perdón por todo lo que e hecho...perdón por ser como soy, y por no tratarte como te mereces —sentí mi hombro húmedo y escuche un sollozo—. Y-yo... —comenzó a llorar desenfrenadamente haciéndome sentir mal por el.

— Sh~ —pase mi mano por su espalda sobándolo— Tranquilo, tranquilo —lo abrase más fuerte.

— Tu eres tan perfecta y yo soy... perdóname —sollozo.

— Nadie es perfecto, todos tenemos nuestros problemas —me separé un poco de el para poder mirarlo pero  este todavía me sostenía por la cintura—. No llores.

— Eres tan... —se quedó mirando mi rostro y sonrió de lado— No sé cómo no pude darme cuenta antes, de que no todas las mujeres son iguales —se fue acercando a mi uniendo nuestras frentes—. Gracias por ser como eres —cerró sus ojos suspirando.

— ¿Como soy? —reí un poco nervioso por su cercanía.

— Perfecta... —abrió sus ojos y quito el poco espacio que teníamos uniendo nuestros labios.

[...]

Estaba en mi habitación acomodando unas cosas cuando recibo una llamada de Hanna.

- Amiga ¿estás en tu casa?

-Si, ¿por?

- Iré a verte, te extraño —escuche cómo suspiró—. Hoseok y yo éramos peleados...

- ¿Que sucedió?

- El cree que tengo algo con Jimin, cuando Jimin y yo solo somos amigos. —la escuche sollozar.

- Tranquila Hanna ven a mi casa.

-  Esta bien —colgó.

Suspiré y marque el número de Hoseok.

- Hola Irene...

- Hola Hoseok ¿cómo estás?

- Mm~, mal..

- ¿Qué tienes? —me hice la que no sabía.

-  Hanna y yo estamos peleados...

- ¿Quieres venir a mi casa a hablar?

- Esta bien, gracias Irene 

- De na...ah~ —grite al sentir los brazos de Jungkook rodearme la cintura.

Shhh~ —me sonrió de lado.

- Irene,¿estás bien?

- Si, perdón fue que me tropecé, ten cuidado cuando vengas.

- Si, nos vemos —colgó.

Iba a colgar pero Jungkook me arrebató el teléfono lanzándolo a la cama.

— ¡Oye! —me queje riendo.

— Me tienes en el olvido —hizo un puchero.

— Solo han pasado 3 horas —rodee los ojos riendo.

— ¡Pues! —se quejó— Te necesito —me besó mordiendo mi labio inferior haciendo que jadeara.

— J-Jungkook... —lo abrace por el cuello y este me tiro a la cama.

— Te amo —me besó el cuello y fue subiendo mi camisa.

— Yo te amo más —suspire al sentir sus manos frías tocar mi espalda ya desnuda. Iba a sacar mi sostén pero el timbre lo interrumpió.

— ¡Agh~! ¡Joder! —se quejó gimiendo de frustración, me besó rápido para luego salir de la habitación a abrir la puerta. Reí por aquello y me coloque la camisa levantándome de la cama y saliendo la habitación.

Ya no tengo las muletas ya que dentro de tres días vuelvo a la escuela y ya estoy mejor. Hoseok y Hanna se hicieron novios y Jungkook y yo estamos así. Todavía no me a pedido ser nada de él y espero que lo haga pronto.

[...]
















mucho amor para ustedes 💗
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