He Is Here| LARRY STYLINSON

Capítulo 26

Hola, ahora sí aquí un capítulo.

Espero la hayan pasado bonito ésta Navidad y que éste 2018 les esté trayendo cosas buenas. Por cierto, ¡Felíz de los Reyes!

No les haré largo esto, así que de verdad deseo que lo disfruten.

Dedicado a:

PrettxBxb dnielacarrasc hxneyes sweet_creature03 comealmohadas yanetrojasz 1DSofiaLarry LarryPiola312 livetolovealways MontStylinson YEBATTTTT screamlarrie yaritzaOopshi xXXxJarethXxxX

I love you so much <3

Si están leyendo esto es porque le he ganado la batallaa Wattpad. Es que me odia :c

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Louis suspiraba pesadamente mientras esperaba en la sala a su novio. Estaba demasiado triste porque hace días le había avisado que pronto tendría un tardado viaje, al cual obviamente no su opuso, pues sabía que era necesario, pero aún sabiendo todo eso, la tristeza no disminuyó ni un poco. Por otro lado se encontraba Harry, quien estaba demasiado distraído los últimos días, pero en cuanto a Louis se refería no era nada descuidado, siempre se encargaba de sacarle una sonrisa y de repartirle besos por todo el rostro hasta lograr provocar un puchero en el omega o, en otro caso, un manotazo, puesto que su novio se tomaba muy en serio las series de televisión y no le gustaba ser interrumpido a propósito.

Esa noche saldrían a cenar a un lugar bonito y aunque le provocaba una sonrisa, no podía dejar de pensar en que tarde o temprano su novio estaría fuera por unos largos meses.

En menos de lo que lo pensó, el timbre ya se encontraba sonando, provocando que su madre se apareciera de la cocina y le regalara una sonrisa cálida antes de se acercara a abrir.

―Pequeño ―Harry le saludó apenas la puerta se abrió, se acercó y le dio un beso en los labios.

Louis sintió tan bonito al escuchar que lo llamaba de aquella manera. Tal no lo admitiría puesto que dejaba en claro todo el concepto de su físico, pero de verdad que lo adoraba.

―Grandote ―le respondió de la misma manera juguetona que solía optar para burlarse de su altura.

Harry no supo disimular su sonrisa, así que lo único que fue capaz de hacer fue pellizcarle la mejilla a Louis, mientras se adentraba a la casa y el omega cerraba la puerta a su paso.

Espero desde el marco de la puerta de la cocina a que Harry charlara unos minutos con su madre, algo que siempre hacia antes de partir. El alfa de comentaba que hacer aquello le gustaba porque era una manera de ganarse a la suegra o algo similar. Louis siempre rodaba los ojos ante las ocurrencias locas y tan tradicionales de Harry, aunque también era una de las actitudes que más le fascinaban.

Antes de partir de casa Harry beso la mejilla de su madre, y dijo con total profundidad: ―Siempre recuerde que nadie jamás amará a su hijo ni la mitad de lo que lo hago yo.