He Is Here| LARRY STYLINSON

Capítulo 49

Después de la llamada Louis se dirigió a la cocina. Sentía una especie de emoción única. Quizá su reacción era un tanto extraña, puesto que en algún momento estuvo con Zayn. Sin embargo, inteligentemente comprendió muy a tiempo que no iban a llegar a ningún lado. Ni siquiera podía sentirse traicionado. No tenía idea de cómo eso lo hacía ver desde la perspectiva de los otros, pero sinceramente no le interesaba mucho ya que él se sentía bien. Y era lo único que importaba.

― ¿No piensas decir nada? ―fue Harry quien comenzó. Estaba sentado en una de las sillas del comedor, mirando con atención los movimientos del omega.

― ¿Sobre qué?

―Zayn, evidentemente.

Louis soltó el aire contenido en sus pulmones con lentitud. Tomó asiento a lado de Harry, y dejó un vaso de agua encima de la mesa.

―No. Estoy de acuerdo en que se vaya. Él ama a Liam ―explicó.

―Perdóname que me meta en ese asunto, pero si mal no recuerdo ustedes estaban saliendo antes de todo esto ―movió sus manos señalando en el aire.

Louis sonrió con ironía.

―Estás siendo demasiado doble moral, cariño ―su voz neutral. No pretendía nada. Solo hacerle mirar las cosas en todas sus perspectivas ―. Pretendes mirarme enojado y traicionado cuando tú mismo me has impregnado de tu aroma durante todo este tiempo, y... si mal no recuerdo en la mañana me subiste a la mesa, me besaste y marcaste la piel de mi cuello con tu sucia boca.

El alfa no dijo nada, solo abrió los ojos con sorpresa y enseguida bajo la mirada con sonrojo notable en su rostro.

―Hey ―volvió a intervenir Louis ―. Creo que eres demasiado despistado o en realidad eres tonto, no lo sé ―sonrió con dulzura ―. Pero te estoy prácticamente dando a entender que Zayn y yo solo fuimos esa transición necesaria para volver a donde pertenecíamos. Todo este tiempo fue transitorio para ambos. ¿Crees que desde un principio si Zayn y yo hubiéramos pensado vivir un "para siempre juntos" te habríamos dejado entrar a nuestras vidas siquiera? ― se encogió de hombros ―. Discúlpame, pero no.

Sus palabras lograron mandar una corriente de escalofríos a su cuerpo, así como una punzada a su pecho. Dolía saber que estuvo tan cerca de perderlo todo. Incluso a su hija. Sin embargo, agradecía enormemente que las cosas se dieran así como ahora.

Por otro lado, eso indicaba una posibilidad de recuperar totalmente a Louis como su omega. Y darse cuenta que ello le hacía latir más fuerte su corazón.

― ¿Entonces no estaban realmente juntos?

Louis negó.

―Sé que este no es el mejor de los temas para hablar con tu ex pareja ―rio suavemente, encogiéndose de hombros ―, pero tenías que saberlo. En aquellos tiempos Zayn y yo estábamos mal, y necesitábamos de alguien más para no sentirnos como lo hacíamos, admito que no fue la más brillante idea; era algo inmaduro. Pero aun así, nos ayudamos mucho. Y no intento echarte a la cara nada de esto, pero Zayn estuvo en momento difíciles. Y me hizo sentir bien.

Harry asintió, serio, desanimado y con un nudo en su garganta.

―Lo siento.

―No ―rápidamente negó Louis ―. No lo dije para hacerte sentir mal, solo quiero que entiendas que fue lo que sucedió, así como quiero dejarte claro que Zayn siempre va a ser parte de mis prioridades.

―No pretendo decirte que te alejes de él. No me corresponde.

―Te corresponderá si me marcas ―dijo con naturalidad, sonó tan sencillo que incluso el alfa levantó la mirada ―. Pero ahora que lo sabes, ya no te corresponde una mierda en cuanto a Zayn.

―Debes sacarte la idea de la cabeza de ser marcado por precaución del embarazo. Tú y ella están sanos, Louis ―señaló a su vientre.

―No me refería a eso ―chasqueó la lengua.

― ¿Entonces?

―Me refiero a que no pienso criar a nuestra hija sola. Harry, realmente comienzo a creer que eres tonto ―se golpeó el rostro con fastidio ―. Prácticamente te estoy diciendo que quiero pasar el resto de esta vida contigo y tú, vienes a cagarla con tus despistes.

―No eres muy romántico para decir nada ―sonrió, casi esfumando la punzada de dolor que se había presentado minutos atrás. Conforme los días pasaban podía comprobar que todo junto a Louis era, fuera como fuera, un sube y baja de emociones. Y justo en ese momento su corazón latía con más fuerza de lo normal ―No puedo saber si hablas en serio o no cuando usas tanto sarcasmo en tu vida.

― ¿Pero qué estás diciendo? Tú tampoco eres el más inteligente. Podrás manejar una gran empresa, pero nunca una situación de lógica. Harry Styles, me sorprendes.

―Entonces, ¿me aceptas de regreso?

―Eso lo veremos.

―Acabas de decir que quieres pasar conmigo el resto de tu vida.

― ¿Sabes? Digo muchas cosas, pero justo ahora que estoy en el embarazo puedo culpar a las hormonas y cambiar de decisión tanto como quiera ―sonrió con ternura y salió de la cocina.

―Espera... No se vale, Louis.

Harry fue tras Louis.

―Quiero un té, y antes que digas nada, me lo puedes negar a mí, pero a tu hija no. Así que...

― ¿Con o sin azúcar?

**

Johanna estaba en el marco de la puerta viendo a Harry bajar de su auto. Llevaba unas bolsas en sus manos. Apenas estuvo cerca se inclinó para saludarla y darle un abrazo.

― ¿Todo bien por aquí? ―preguntó mientras cruzaba la puerta.

―Viniste ayer por la noche. Las cosas no pudieron cambiar mucho ―rio la madre de Louis. Harry sonrió.

―Lo siento, quizá estoy agobiándola mucho con mis visitas continuas. Si le molesta creo que puedo solo llamar por teléfono.

Johanna se carcajeó. El alfa frunció el ceño, no entendía lo gracioso.

―Últimamente estás más sensible de lo que deberías. No lo dije porque me moleste, simplemente es gracioso mirar como ambos son un lio de emociones. Es tan notorio que son primerizos en esto.

― ¿Y eso es bueno o malo?

―Es enternecedor ―dijo, vacilando.

Harry lo pensó varios segundos, sin encontrar realmente un significado que darle.

―Louis está durmiendo, pero creo que sería bueno que lo despiertes y lo traigas a desayunar.

Caminó hasta la habitación del omega, tocó la puerta únicamente por si Louis había despertado y estaba cambiándose o haciendo algo personal. Al no recibir respuesta, entró con precaución de no hacer mucho ruido. Pese que iba a despertarlo, quería permitirse unos segundos para mirarlo dormir. Detenerse unos momentos a admirarlo y mirar lo bonito que era.

Estaba ahí, recostado sobre la almohada, con el brazo encima de su vientre enorme y con el cabello despeinado. La sabana le cubría las piernas, pero podía mirar como usaba unos calcetines. Sonrió, feliz de concluir en que jamás iba a mirar nada más hermoso que Louis esperando a su hija.

Momentos como ese es donde deseaba con todas sus fuerzas que el tiempo pasara rápido para poder tener ya en sus brazos a su bebé, acariciarla y prepararle el biberón.

Se acercó a pasos ligeros, y tocó el hombro de Louis.

―Omega...

No pudo evitarlo, así que colocó su mano encima de la del omega y acarició su vientre.

―... hija, el desayuno está listo.