―Louis ―le habló por enésima vez en menos de cinco minutos ―. Por favor, contéstame.
Estaban sentados uno enfrente del otro en la mesa de la cocina, Louis comía un pan tostado con mermelada mientras en la mesa descansaba una humeante taza de chocolate.
Harry había estado intentando atraer su atención desde el momento en que llegó, pero solo recibió una frase diciéndole "si no vienes a marcarme, no sé qué esperas para irte" y no más por parte del omega.
Sus suplicas solo hicieron que Louis lo mirara unos segundos antes de volver a ignorarlo.
―No puedo marcarte ―volvió a repetir sus palabras por sabrá qué número de vez. Y Louis ya las detestaba a morir.
―Puedes hacerlo, pero no quieres ―levanto su taza de chocolate vacía y la llevo al fregadero, dejándola sin el más mínimo cuidado y haciendo un ruido estruendoso con la cerámica. Harry casi se sorprendió al mirarlo exaltado y al momento se arrepintió de haber dicho lo que sea que le haya molestado tanto ―. Ni siquiera es algo que pueda afectarte. Si no quieres marcarme porque crees que te obligare a pasar el resto de tu vida junto a mi estás muy equivocado. Eso se puede solucionar cuando yo encuentre a otro alfa, cubrirá tu mordida y listo. No es tan difícil.
Todo parecía demasiado sencillo en palabras. Pero no era así.
Harry pensó muy detenidamente su siguiente movimiento. No podía alterar más a Louis, no era bueno para ninguno de los tres. Él en ese punto del embarazo se encontraba como una burbuja a punto de explotar con el más mínimo roce. Ya iba a cumplir los siete meses, y eso solo significaba que están cerca de lograrlo, pero también indicaba que una de las partes más delicadas se acercaba. Y en ese momento, tenían que ser muy cuidadosos, ya que el riesgo les rondaba y no permitiría que por una estupidez el parto se adelantara y su bebé naciera prematuro.
Se acercó al omega con paso lento, casi acogedor cuando este lo sintió cerca y se pecho se enterneció al mirar como Louis lentamente se relajaba con su cercanía. Quizá si fuera otro el caso no habría dudado ni un segundo en marcarlo.
Le tomó las manos entre las suyas con cariño, y suspiro para inspirar enseguida profundamente todo su aroma dulce.
―Te amo como a nadie ―dijo seguro de lo que sentía, estaba jodidamente seguro que lo amaba más que a su vida ―. Pero estamos tan cerca de lograrlo sin necesidad de recurrir a nada, creo que podrás hacerlo sin ayuda de nada. De otra manera, podríamos alterar el curso de tu embarazo al querer entrometer la conexión entre nosotros con él bebé. ¿No lo has pensado así?
El alfa se había acercado a su rostro casi con disimulo, le acariciaba la mejilla y sus respiraciones se mezclaban a esa distancia. Louis, quien se recargó contra la barra de concreto de la cocina, levanto la mirada para observarlo.
―Quiero que mi bebé nazca ―gimió.
―Va a nacer ―se acercó su rostro, y rozó su nariz con la del omega.
Louis se sostuvo del borde del concreto de la barra y se puso de puntillas y volvió a bajar casi experimentando como se difícil seria alcanzarlo, sin dejar de mirar directamente a los ojos del alfa. Hubo un par de minutos intermedios en los que únicamente se dirigieron la mirada, sin necesidad de decir una palabra. Harry tenía unas inmensas ganas de rodearla la cintura y acercarlo a su cuerpo lo más que le permita el vientre abultado, pero no iba a hostigarlo con sus cosas nuevamente. Lo único que deseaba era tener a un Louis cómodo a su lado.
Sin embargo, Louis estaba pensando a mil por hora. Sus manos se cerraron en puño para mantenerse firme en su agarre a la barra cuando se puso de puntillas y rozo esta vez su nariz con la de Harry, justo como hace minutos él lo había hecho. Sus labios entreabiertos, y su respiración acompasada le hacían sentir corrientes eléctricas a Harry, pero se mantuvo quieto, dejando todo a decisión del omega.
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He Is Here| LARRY STYLINSON
FanfictionHarry estaba en coma. Louis era su enfermero. ∆Omegaverse∆ ∆PUEDE CONTENER ESCENAS SEXUALES∆ [Sin correcciones]