Capítulo 41

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La sonrisa de Harry era indescriptible. Era radiante y sincera. Tan cargada de emoción que Louis podía percibirla. Sin descuidar el volante, estiró una de sus manos para colocarla encima del vientre del omega. El simple tacto le envió corrientes eléctricas a todo su cuerpo y le hizo sentirse vivo después de mucho tiempo de un dolor que él mismo se había causado. Por su cabeza pasaban muchas cosas, pero lo más importante era la felicidad que estaba desbordando en ese momento por todos sus poros. La esperanza de que fuera su hijo era tan grande, pero no podía permitirse hacerse tantas ilusiones ya que Louis seguía sin desmentir a Zayn. Lo que hacía que su corazón se contrajera.

Louis lo miraba expectante y triste, acompañado de una sonrisa débil. Una de sus manos también sostenía su vientre muy cerca de la mano de Harry, pero sin llegar a rozarla siquiera. Aun así era capaz de sentir una conexión vibrante que lo hacía sentir una oleada de cariño al momento.

― ¿Ya se mueve? ―preguntó quitando su mano y regresándola al volante. Sin embargo, la felicidad estaba que no le cabía en su cuerpo. Era inexplicable la manera en que se sentía.

El omega acarició su vientre.

―Sí, hace poco comenzó a hacerlo. Aun así, es un bebé tranquilo ―lo miró mientras hablaba y él intentaba dividir su atención entre la calle y él ―. Pero supongo que debo ir preparándome, la etapa en que más se mueven apenas comienza. Además, cada vez es más fuerte y sus movimientos se volverán más bruscos.

Finalmente sintió como Harry disminuía la velocidad y enseguida tomaba su lugar en el aparcamiento de una cafetería a la entrada de la ciudad, esa misma al que Zayn lo había llevado anteriormente. Intentó no prestar atención al lugar sino al motivo.

Así como cuando subió, Harry corrió para abrirle la puerta, pero él ya la había abierto. De todos modos, el alfa lo ayudo a bajar.

―Estoy bien ―Louis se quejó ―. Solo estoy embarazado.

Entraron a la cafetería con servicio de veinticuatro horas y al ver solo a unas cuantas personas se vieron en total libertad de escoger un lugar alejado de los demás para poder hablar sin llegar a incomodar a nadie con sus problemas.

Tomaron sus asientos uno enfrente del otro, y con un rastro de incomodidad creciente en cada uno de sus movimientos y miradas. Harry coloco sus brazos encima de la mesa y junto sus manos en un puño entreabierto, intentando ponerse cómodo. Louis lo observó durante unos segundos antes de bajar la mirada y suspirar.

―No sé cómo comenzar esto ―confesó levantando la mirada hacia el alfa ―. Pero quiero pedirte antes que nada disculpas.

Harry lo miró.

― ¿Por qué? Fui yo quien hizo las cosas mal. Quien debe pedir perdón soy yo.

―No ―negó con la cabeza ―. Me disculpo por mi comportamiento, por no haberte dejado hablar y no ser capaz de escuchar más allá de lo que sentía. Ese fue mi error.

―De ser así, quiero pedirte que me perdones por haberte mentido ―parpadeó varias veces y tragó saliva ―. Pero necesito escucharlo, solo así me devolverás un poco de tranquilidad. Por favor...

Louis lo miro largos segundos como si en su cabeza estuviera teniendo una batalla. En realidad, analizaba el rostro de Harry y contenía las ganas que tenia de decirle que se tranquilizara para así borrar el destello de sus ojos ligeramente vidriosos.

―Te perdono. Ambos nos hemos equivocado y, por eso y otro asunto más estoy aquí, meremos terminar esto. Aclararlo para cerrar esta fase fallida y seguir adelante. Creo que lo merecemos.

El alfa asintió.

―Entonces, creo que debería comenzar a hablar yo. Después de todo, fui quien originó todo este caos.

He Is Here| LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora