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❄Todoroki Shouto❄

Escenario donde los personajes no tienen particularidades.
En verdad quería que quedara más corto, pero el frío por aquí no ayuda mucho :c

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A tu modo de ver, era el invierno más gélido que alguna vez habías podido pasar sobre todo por el hecho de que a causa de este, las clases se habían suspendido; el ritmo de la ciudad se había detenido. Te alegraba no tener que despertarte temprano, pero sabías que el tiempo valía oro y que no podías darte el lujo de desperdiciarlo. Estabas casi lista para salir pues ya tenías puesta una chompa gruesa, chalina y gorro incluido, tomaste la casaca más gruesa que tenías junto con las botas felpudas que te regaló tu tío por tu cumpleaños, una sonrisa triste apareció en tus labios. Inconscientemente recordaste que justo en ese día llegaste a creer que tenías oportunidad con Todoroki. Rayos. Qué tonta te sentías ahora.

Tratando de disipar aquellos pensamientos tristes, saliste con prisa de tu habitación rumbo al primer piso de tu casa, cuando estuviste de ahí, te dirigiste a la cocina.

- Akemi, iré a comprar cosas para la escuela, ¿necesitas algo para la casa?

- No _____-chan, gracias. Solo date prisa, que el clima parece que va a empeorar... - su mirada se dirigió a la ventana de cercana a ella –

<<Siempre cuidándome>> Pensaste mientras sonreías.

- Vuelvo pronto, espérame para cenar juntas...

Llegaste a salir de tu casa pensando en aquella mujer que había cuidado de ti con tanta dedicación desde el accidente de tus padres, en verdad le debías mucho a ella y a tu tío, incluso cuidaron de ti cuando tuviste el corazón roto. De manera inevitable recordaste el día de tu cumpleaños cuando regresabas de la escuela, el rechazo del bicolor y el dolor de tener el corazón roto. Cuando llegaste a tu casa no le diste oportunidad a la castaña de poder decir algo, solo te encerraste en tu habitación a llorar y a sentirte miserable. Ambos te siguieron y dejando de lado los presentes que tenían para ti ese día, solo se dedicaron a intentar calmarte y a darte el apoyo que necesitabas. Ese día el pastel no te supo tan dulce y los presentes que te dieron, en definitiva, harían que recordaras que lloraste como una niña en brazos de las dos personas que más amabas.

<<En realidad soy afortunada de tener esta familia pero aun así...>>

Y mientras caminabas rumbo al paradero de buses, rogando que pasase uno; pudiste sentir que alguien te seguía de cerca y eso empezaba a incomodarte, tenías la ligera idea de quién podía ser. Apresuraste el paso tratando de llegar lo antes posible al paradero esperando que dejaran de seguirte, para tu suerte, eso no funcionó.

- Detente _____-chan...

<<Rayos, no por favor>> Aquella voz te congeló.

- Todoroki-san, ¿cómo estás? – te giraste viéndolo mostrando una tenue sonrisa, habías empezado a marcar distancia entre los dos luego de que fueras rechazada por el bicolor, empezaste por llamarlo de nuevo por su apellido –

- Bien, gracias, pero me gustaba más cuando me llamabas por mi nombre. Extraño eso.

<<Directo como siempre>>

- Iba a comprar unas cosas para la escuela, pero creo que no pasarán los buses así que mejor regreso a casa... -mencionaste de manera despreocupada, viendo la pista por donde se suponía pasaban los mentados buses –

<<Ya no más>>

Habías decidido omitir el comentario de Todoroki, ya no querías permitirte sufrir más por un amor unilateral, habías avanzado mucho tratando de unir las piezas de tu corazón como para sucumbir a los encantos indirectos del muchacho.

- Podemos ir juntos, apostaría que buscamos las mismas cosas.

De manera dudosa aceptaste, no querías aplazar más el tener que hacer esa tarea.
Caminaron por al menos 20 minutos en los que no hablaron, solo sentías que de cuando en cuando el bicolor te miraba y trataba de decir algo. De manera rápida, entraron a la librería buscando algo de calor.

- Será mejor que nos demos prisa – el bicolor te alcanzó una canasta para que colocases ahí los materiales que comprarías – ya empezó a nevar de nuevo – Todoroki de alguna manera buscaba tu contacto -

- Claro, no te preocupes – de nuevo apareció esa tenue sonrisa en tus labios haciendo que el corazón del bicolor se acelerara –

<<Mientras más rápido, mejor. Su cercanía me está matando>>

Tomaste la canasta y empezaste a buscar los materiales que buscabas, el Inverano hizo lo mismo logrando así que se toparan algunas veces. Ambos pagaron y se dispusieron a salir de la librería rumbo a sus casas.

- Creo que será mejor que tomemos un taxi para llegar lo más rápido posible – mencionaste preocupada tratando de buscar uno libre –

Inconscientemente, habías empezado a cercarte a la pista tratando de ver mejor los taxis. Por su parte y de manera nerviosa, Todoroki se acercaba a ti, tenía la impresión de que algo malo podía pasar. Todo fue muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos estabas viendo como un auto empezó a derrapar en dirección hacia ustedes y al siguiente, sentiste unos fuertes brazos tirando de ti en dirección hacia la acera, luego todo se hizo muy obscuro.

- _____-chan, _____-chan, reacción por favor...

Sentías como alguien acariciaba tu mejilla, aquella voz se escuchaba preocupada.

- Por favor... tengo algo importante que decirte... _____... No me dejes...

Ahora la preocupación se había transformado en un ruego acompañado de pequeñas gotas que caían sobre tu rostro.
Lentamente y con pesadez empezaste a abrir los ojos y a quien viste y como lo viste, te dejó sin palabras. Shouto estaba encima de tuyo, las lágrimas que caían sobre ti eran las de él, lágrimas de aquellos ojos hermosos que una vez te prometiste atesorar si solo te miraban a ti.

<<No puedo con estos sentimientos>>

- Shouto, estoy bien, por favor, no llores... - acunaste entre tus manos el rostro del muchacho mientras que con los pulgares tratabas de limpiar sus lágrimas – solo fue un golpe, estoy bien... - tratabas de sonar lo más tranquila posible, pero verlo llorar como un niño te rompía en miles de pedazos, tus ganas de llorar aumentaban cada vez más –

Y en un acto desesperado pero cargado de sentimientos, sentiste los labios del heterocromático sobre los tuyos. Tu corazón empezó a bombear tanto que podías escuchar tus latidos en tu cabeza, sentías tu rostro arder y como si se tratase de algo que habías estado esperando o que había pasado antes, cerraste los ojos y rodeaste el torso de Shouto con tus brazos, aceptando aquel dulce beso.

- Te amo _____ – el bicolor no perdió el tiempo en decir lo que sentía por ti, apenas se separaron por la falta de oxígeno lo dijo – cometí un grave error al rechazarte y negar mis sentimientos por ti, pero ya no puedo seguir así, yo...

<<No importa si me rompe el corazón, hoy soy feliz>>

Esta vez quien fue callado era él, estabasdevolviéndole el beso que te acababa de dar mientras que lo atraías más haciati, buscando tener el contacto que le habías negado anteriormente. No podías sentirte más completa y cálida en este frío invierno.