Ensayos y Concurso

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Narra Astrid

Tras la visita a la madre de Jim, Hipo cambió totalmente, ahora está más animado, sonríe de manera más habitual y no hemos dejado de dormir juntos, eso ha dado pie a que la relación en la casa sea de más confianza.

-Buenos días My Lady el desayuno ya está servido- dijo Hipo mientras me daba un beso en los labios para que abriera los ojos.

-Buenos días mi Chico Dragón- dije mientras rodeaba mis brazos en su cuello.

-Venga arriba que debemos ir a clases, total ya solo quedan unos días para que elijamos carreras y estemos separados así que venga quiero aprovechar mi tiempo contigo- dijo mientras se paraba para ir a la cocina para servir en lo que yo tomaba un baño y me arreglaba.

El agua caliente caía en mi cuerpo mientras los pensamientos llegaban a mi, todo lo que ha pasado en estos meses y no pude evitar que una sonrisa estupida se formara en mi rostro, valió la pena tanta espera para volver a verlo.

Tras salir y elegir mi ropa me dispuse a desayunar con Hipo, verlo tan alegre y sonriente hace que mi corazón se acelere.

-Bueno My Lady su mesa para dos está servida- dijo Hipo mientras abría una silla para sentarme.

-Gracias mi Chico Dragón así que para dos he, supongo que me hará compañía- dije mientras le daba un corto beso en los labios.

-Además de hermosa es inteligente- dijo mientras fingía sorpresa para así soltar una carcajada y sentarse- claro que me sentaré contigo-

Yo solo pude reír y así pasó un lindo desayuno en calma con muchas risas y besos.

-Y bueno ya hay que bajar que llegaremos tarde- dije mientras recogíamos la mesa para así salir tomados de la mano hoy yo conducía así que estaba más apurada para vengarme de nuestra cita.

-Bien Astrid ya estoy listo- dijo mientras se ponía una chamarra de cuero para cubrí un poco su playera en la cual leía Iron Maiden.

-¿Acaso no tienes ropa de un color que no sea negro?- pregunte mientas lo veía subir al auto.

-Claro, también tengo negro deslavado, negro mate, negro brillante y una camisa roja- dijo mientras reía ante mi cara de asombro...nadie puede tener tanta ropa negra.

-Como sea abróchate el cinturón no quiero que salgas volando- dije divertida mientras ponía en marcha el auto.

Como no quería que él pusiera música me adelante y así de las bocinas comenzó a sonar Coldplay mientras yo cantaba como una loca.

-Astrid creo que debemos subir el toldo y las ventanas, los demás te ven como una loca- dijo Hipo apenado.

-¿Lo dice el que me canto una canción con todo mundo grabando y que ahora es viral?,además, tú eres un artista- dije mientras le daba una mirada asesina el solo soltó una carcajada para volver a besarme.

-Creo que siempre será así, nunca podré ganarte en una discusión- dijo mientras volvía a avanzar pues estábamos en un alto y todos comenzaron a tocar sus bocinas para que avanzáramos.

-En eso tienes toda la razón ahora agárrate- dije mientras aceleraba a fondo haciendo que las llantas del auto rechinaran en el pavimento para salir disparados.

-¡Astrid, auto!, ¡Astrid a la derecha!, ¡Astrid detente no quiero morir!- era lo que gritaba mientras yo soltaba risas, a los pocos minutos me detuve pues ya habíamos llegado al estacionamiento del colegio.

-Bien ya llegamos no exageres sino nos pasó nada- dije riendo pues su pelo estaba enmarañado, estaba blanco haciendo que sus pecas se notarán más.

Corazón de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora