Más Y Más Gente

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Minutos antes de que el carro avanzara, mientras mi viejo, se comió su galleta, me dijo que me cuidara y que le avise cuando llegase a la casa, ya saben, lo que todo padre te dice.

Y con esas palabras el carro arrancó, me despedí moviendo mi mano y colocandome los audífonos para escuchar música, haciendo así del viaje algo menos aburrido. Mi largo y sudoroso camino de tres horas había empezado y sin darme cuenta, cuando llegamos a la tercera parada, un mar de gente se podía ver por la ventana, con cara de querer subir a toda costa en la combi en la que iba.

Si fuera por mi no paraba, pero claro, esto al cobrador y chofer les encanta, no dudaron en detenerse. Ni bien abrieron la puerta, las personas subieron a reventar la combi, fácil más de treinta personas se encontraban dentro, todos apretados y punteándose entre sí. Felizmente yo estaba sentado, me salvé del mar de salchichas que había, o eso parecía. Tan apretados estaban, que cuando el carro giraba, el chico que estaba parado a mi lado se iba para adelante, y al ser asientos bajos, tenía que estar moviendo mi cabeza, sino, literalmente su pene iba a chocar contra mi cara. 

Fácilmente estuve como por media hora esquivando los ataques del chico. Finalmente dos cuadras después, la mayoría bajó, y así cada uno dentro de la combi se encontraba sentado. Era libre de moverme en mi asiento cambiando de posición, apoyándome esta vez en el glúteo derecho. El dolor de culo empezaba a notarse por el tiempo sentado. Digo, ya había pasado una hora, creo.

Para cuando llegamos a una de esas avenidas con nombre raro, subió una abuelita quien con la justa parecía poder caminar, se le notaba cansada y el asiento reservado estaba ocupado por una señora embarazada y otra con su bebé en brazos. Ni modo, toca levantarnos.

Alcé mi mano para que la viera y se sentara en mi asiento, obviamente no se lo pensó mucho y se sentó agradeciéndome. No voy a mentir, la verdad es que quería estar parado, ya me estaba incomodando. Mi trasero quería un respiro, por así decirlo. 

Mi descanso parado no duró mucho, una vez más mi mala suerte llegó al ataque, la combi se llenó. El precio de ser caballero hizo que me mandaran hasta atrás donde estuve aplastado un buen rato.

A veces pienso que si pasa algo malo, enseguida viene algo bueno. Y dicho y hecho, una señora que se encontraba en los asientos de dos personas, se levantó para bajar, y ahí fue en donde aproveché para sentarme nuevamente.

Estaba más que salvado, sobre todo porque me estaba sofocando y la ventana se encontraba cerca a mi, bueno, primero debía abrirla pasando por un señor que olía a alcohol. Esto no fue un problema, igualmente estaba dormido, aunque al rato despertó y preguntó dónde estaban, dije sarcásticamente que en una combi, y él respondió con un: ah, verdad ¿no?

Efectivamente, estaba borracho. Ya cuando reaccionó bien le dí permiso para que se levantara y bajó de la combi. Espero no le hayan robado en su estado actual. Como sea, con él fuera, ahora podía sentarme al lado de la ventana y chequear la hora, confirmando que aún me faltaban dos horas para llegar a casa.


Durante más o menos media hora, tuve una variedad de personas a mi lado, por ejemplo, me senté con un chico que un poco más se saca todo su escritorio para estudiar, obviamente antes de que se bajara, sin que se dé cuenta, lo persigne para que le vayan bien en su examen o para lo que sea que estudiaba.

Luego se sentó conmigo una de estas señoras que andaba con el chisme a full con otra chica. Lo siento, no le voy a decir que no a buen chismecito, yo y todos en la combi nos enteramos que una de sus vecinas estaba embarazada.

Más tarde, llegó un chico que se sentó a mi lado y comenzó a chatear con su enamorada. Sobra decir que estuve mirando de reojo su celular lleno de corazones en el chat. Y por cierto Melany, yo que tú no le creo mucho, no es por toxico ya, pero checa ahí su chat con Mecánico. Ya te debes dar una idea. 

Otra señora más llegó a mi asiento, yo estaba por dormirme un rato, pero el video que le mandaron que inició como cualquier otro video de risa, terminó con unos míticos y épicos gemidos a todo volumen. Estoy seguro que más de uno se levantó o alzó la mirada para ver a la señora que con mucha pena bajó rápido el volumen. Pobre señora la verdad.

Cuando menos lo note, por andar distraído con la música de mis audífonos, no me di cuenta que una chica bonita se había sentado a mi lado, pero la felicidad duró poco porque ni bien se desocupo un asiento adelante se fue. Y así entre tantas personas y música, me comenzó a doler el oído, pero tampoco quería escuchar el reggaeton chacalonero y la chicha intensa que había puesto el conductor. Dios, mátame. 

Felizmente no todo era malo, el destino me sonrió. Una chica que por lo menos para mi es hermosa, de cabello lacio, lentes, y de tez morena se subió. Estaba vestida con unos leggins negros, que ufff y un polito blanco que no dejaba nada a la maldita imaginación. Sin mentir, era justo lo que me gustaba y lo mejor de todo es que se sentó a mi lado. Mi momento había llegado.

Amor De Combi [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora