Amor De Combi [FINALIZADO]

Paradero, Tú

Ni bien llegue a mi casa, mi madre me recibió con una putiza, no le bastó con verme llegar llorando para pegarme y hacer que ahora sí lloré con ganas, típico de madres. Al subir a mi habitación, cerré la puerta, y dejé caer mi cuerpo en la comodidad de mi cama, era casi la una de la mañana, ahora si entendía mejor porque me pego con ganas. Como sea, solo quedaba dormir, al menos ahí podría ver a Naomi.

Para sorpresa de nadie, al despertar, me levanté enfermo, no del todo, pero los síntomas se hacían presentes, parece que la lluvia hizo su trabajo, igualmente eso no sería impedimento para seguir con mi rutina diaria, además de incluso subir a varios carros en vano, yendo a lugares sin que tuviera que hacer algo en ellos, con la única intención de volverme a topar a Naomi, pero no tuve suerte.

A los tercer día de andar buscándola, me pareció haberla visto subir a una combi y en un intento desesperado de alcanzarla casi hago que me atropellen, lamentablemente cuando subí al mismo carro, me lleve la sorpresa de que no era ella. Por momentos me gustaba pensar que ella tal vez también me estaría buscando por su barrio ya que le dije que vivía cerca, cosa que no era cierta.

Sé que estarán pensando que porque no tomo un carro y regresó a donde baje con ella, pero no tenía mucho tiempo, pues estaba en etapa de examen y mi madre se pone muy estricta hasta el punto de no dejarme salir de casa. 

El único día que tenía para relajarme lo usé para regresar aquella explanada donde baje con Naomi, cruce las pistas, doble aquella esquina en donde me robaron y me detuve en aquella puerta donde fue nuestro primer y tal vez el último beso, porque al tocar la puerta salió una señora que no conocía. Pensé que era su madre, así que pregunte por su hija, que le dijera que la estoy buscando, pero la señora con una simple respuesta destrozó mis ilusiones cuando mencionó que ella no tenía hijos. ¿Estaba loco acaso? ¿Salí con un fantasma o algo por el estilo? No, al parecer estaba buscando a la anterior familia que vivía ahí, eso agregó la señora. Probé preguntar si sabía a dónde se fueron, pero no lo sabía, solo le agradecí por la información y le pedí disculpas por las molestias. Dando media vuelta me fui de allí con cabizbajo. 

Ahora que la señora lo mencionó, era cierto, recuerdo que Naomi en la combi, dijo algo sobre que estaba por mudarse con su mamá, lo que no recuerdo es a donde es que se iba a ir. Lo arruine, ¿Qué más se supone que debía hacer? ¿Cómo podría encontrarla otra vez? No solo la tristeza me acompañó de camino a casa, sino también unas ganas tremendas de golpearme por imbécil y de atrapar al maldito estupido que me robó. Maldito Brayan.

Lo que más me jodia mentalmente era que me equivoque al decir que no solo seriamos de conocidos que haces en la calle por un momento y ya nunca más los vuelves a ver, supongo que ahora me había convertido en uno de esos para ella.

---------------------------------UN MES DESPUÉS-------------------------------------

Ahí estaba yo, a punto de dormirme en mis aburridas clases de recuperación de historia, porque fue el único curso en que salí mal, cuando de pronto nuestra tutora salvó la clase interrumpiéndola y entrando a dar la bienvenida a alguien. De seguro era otra de esas personas de alguna universidad que venía a darnos una charla sobre sus carreras y lo que ofrecen, sobra decir que no le tome mucha importancia, a lo cual procedi a colocar mis brazos en la carpeta y poner mi cabeza en medio, mientras la tutora decía algo como: "Chicos, por favor denle la bienvenida a su nueva compañera, ella debería iniciar el otro año a estudiar, pero quería integrarse en las clases de recuperacion, asi que va a estar con nosotros a partir de ahora".

Que extraño, a qué clase de persona la cambian de colegio en su último año y más aún cuando solo falta la mitad del año, en fin, cada quien tiene su vida ¿no?

"Profesor, ahí le encargo a Naomi, ¿sí? De momento que se siente con... a ver... siéntate con Fabrisio, Fabrisio levanta tu mano para que te sepa quién eres" 

Mientras mis quejidos de sueño salían, alce mi brazo para contentar a la vieja y me dejara dormir, cuando de pronto sentí unos toquecitos en el hombro. Tamare, como joden

Al levantar mi cabeza para ver quien me estaba tocando, me lleve una gran sorpresa, podía creer lo que mis ojos veían, era Naomi, mi Naomi, la Naomi que yo conocí, quien por cierto lucia súper sexy en uniforme. Ella me miraba con una sonrisa mencionando que por fin me encontró. Los demás de la clase comenzaron a hacer ruido de ambulancia, sobre todo cuando ella se acercó a darme un beso en el cachete y sentarse a mi lado.

Que les puedo decir, finalmente algo bueno llegó, tarde, pero lo hizo. Ambos estuvimos toda la aburrida clase de historia agarrados de la mano debajo de la carpeta, sin que nadie nos viera, sin que sepan de nuestro amor de combi.