Solo por ella

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No sé exactamente qué pasó, parecía que las abuelas habían activado su modo tóxico y castroso con Naomi y conmigo. El resto de camino que les quedaba se la pasaron molestando con que, porque no abrazo a mi novia y porque no mejor me sentaba yo y ella en mis piernas, como la linda pareja que éramos. O sea, yo si quería ya, para que lo voy a negar, pero no joda pe señora, no iba a hacer eso con alguien que literalmente conocí hace menos de dos horas.

Una cosa mala trae una buena, ese será mi nuevo lema. Gracias a los dioses finalmente el grupo de abuelas se bajó, no sin antes la que ocupaba mi asiento me dijera al oído que me desea suerte con mi amiga y que la disculpe por joderme mucho. Agradezco su disculpa y buenas vibras, pero ¿Qué necesidad había de apretarme el cachete?

Finalmente con las abuelas fuera, volví a sentarme al lado de mi Naomi, pero había algo que me inquietaba, y era que con todo lo sucedido con las abuelas, perdí tiempo valioso para pedirle el número y ya estaba por llegar a mi paradero.

En vista de que me quedaban solo diez minutos, le pregunté a Naomi cual era su paradero, a lo cual respondió que estaban a unos treinta minutos de llegar y además preguntó si conocía la nueva pista que habían hecho cerca a su casa. Saben, considero que hay momentos en la vida de un chico donde utiliza todo su valor y coraje en una situación de alto riesgo, mis neuronas lo sabían perfectamente, me decían que no lo hiciera, pero el corazón es estupido y yo también. Le dije a Naomi que si conocía el lugar y que coincidentemente yo también vivía cerca de ahí, por lo cual con unos señores huevos le dije que si gustaba podría acompañarla hasta su casa.


Ni yo, ni tú, ni todo el Perú se cree tal hazaña que acabo de hacer.

Naomi aceptó que la acompañase sin ningún problema, ya que le vendría bien un poco de compañía, puesto que según sus palabras, por su zona es común que haya uno que otro robo. Mierda ¿En que me estoy metiendo?.

Los minutos siguieron pasando, al igual que los paraderos faltantes. Entre la nueva plática que estaba saliendo, Naomia confesó ser una chica algo pervertida. Okey, eso tiene sentido, y explica su respuesta sobre mis suaves nalgas. Por cierto, ahora que lo pienso ¿Qué me cuente esto es acaso alguna indirecta de que esta noche habrá chuku chuku?

Mientras más hablaba con Naomi, más sentía que algo podía surgir con ella, me hacía sentir cierta tranquilidad, sobre todo ahora que ya había llegado a mi paradero y no iba a bajarme.

Maldita terquedad mía, no podía bajarme sin tener su número, además le dije que vivo cerca de ella, si me bajo ahora quedaré como un maldito mentiroso. No podía arruinarlo a estas alturas. De verdad quería su número, ser alguien para ella, ya había superado la barrera del desconocido, incluso diría que la de amigo hecho en la calle, y a lo mejor me estoy ilusionando demasiado, pero yo quería ser su enamorado.

Estaba decidido, no daría ni un paso atrás, seguiría adelante. Y nunca mejor dicho porque la combi cerró sus puertas para seguir de largo. Estaba yendo a un lugar desconocido, más allá de mi zona, todo esto solo por ella.

Amor De Combi [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora