Conociéndonos

32 3 0
                                    

James me contó un poco lo que planeaba hacer, me dijo que él había hecho un hueco y lo tapó con cuadro, y eso daba a una habitación con salida hacia afuera. Dijo que mañana sería el día perfecto para escaparnos ya que habrá un evento y estará todo libre.

—¡Hola de almorzar! —Dijo una voz insoportable.

—Ya voy... —Le dije mientras me ponía mi jean.

—¿Y dónde está tu compañero? —Dice la enfermera mientras observa por todos lados dentro de la habitación.

—No lo sé. —Digo mientras observo la cama de él.

Agarro mi remera y me la pongo suavemente. La enfermera se queda viéndome.

—¿Acaso no te importa dónde está? —Me pregunta y termino de ponerme mi remera.

—No ¿Ahora puedes irte? —Le digo con un toque grosero pero elegante al mismo tiempo.

La enfermera hace una expresión revoleando los ojos.

Me acomodo mi remera y me pongo mi campera negra de cuero, llena de tachas en la parte de los hombros, y con bolsillos delanteros que se abren con cierres. La enfermera me observa.

—Bueno... —Me mira y se acomoda el cabello— Si lo ves, dile que en 30 minutos está el almuerzo servido.

—Okay. —Le respondo. La enfermera cierra la puerta y sale James debajo de la cama.

—Boo! —Grita, tratándome de asustar.

(Mirándolo raro) Wow ¡Qué susto!

—Es más gracioso cuando no estás así de irónica... ¿Sabes? —Me mira con sus ojos marrones— Pero aún así me sigues cayendo bien. —Ríe.

—Wow ¡Eres todo un galán! —Respondo y río para que note interés en mi.

—Eres... Eres... Eres muy...

—Soy muy... ¿Qué? —Pregunto. Es retórica, ya sé que le atraigo.

—Eres demasiado... —Dice, hipnotizado por mi mirada fija.

(Abre la puerta bruscamente) ¡Vamos a almorzar! —Interrumpiendo, exclama la enfermera.

James me mira, notándose que quería confesarme algo pero lo interrumpieron. Es muy sensible, demasiado. Se ve que habrán jugado con su corazón en el pasado, pero aún así tiene demasiada confianza. Pobre idiota ¡Ja, Ja, Ja! No sabe en lo que cae.

------------------------------------------------

Eww... ¡Este almuerzo es un asco!
No puedo esperar a la tarde, allí partiremos de aquí según el plan de James. Me quiero ir de aquí. Este lugar es una cárcel. Mira mis manos... No dejaré que estas preciosuras se manchen con esta asquerosidad de comida. Prefiero comer alimento para perros; creo que aquí, ellos comen mucho mejor que nosotros. El estúpido de James no para de mirarme, efectivamente, está totalmente embobado conmigo. Y sí, si fuera él, yo lo estaría.

—¿Qué quieres? —Me dice un señor, el encargado de entregar y servir la comida en este buffet.

—Ensalada, por favor. —Le digo, con un tono bien fino y sacando mis curvas.

—Toma. —Me responde y me sirve poca cantidad.

—¡Ven aquí! —Me grita James, desde otro lugar.

Comienzo a caminar con una expresión en el rostro muy serio; estoy harta de este lugar.

—Qué buen menú te has elegido  —Dice, irónicamente, James.

Asesinatos de la escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora