Unos meses antes
Era una tarde calurosa en el instituto Riverest, la temperatura superaba los 30° y el alumnado de último año se encontraba en la clase final del día, la que lamentablemente se trataba de educación Física, en la que destacaban Vanessa y Alejandra, dos de las mujeres más fuertes del establecimiento y con gran poder de influencia, además de mejores amigas, eran las únicas que parecían no verse afectadas por el calor.
— ¿Cuándo vuelve tu papá? —preguntó Vanessa mientras trotaban por la cancha de atletismo.
— Se supone que la próxima semana, la verdad no me interesa —contestó arreglándose el cabello color rojo furia en una coleta—. Siempre es mejor cuando está fuera de la ciudad.
Bastante más atrás iban Valentina y Camila, más que amigas, hermanas o al menos así se querían, ellas también pertenecían al grupo de Alejandra pero luego de un "incidente" en donde la primera mencionada se metió con el novio de la pelirroja y se lo arrebató, las cosas ya no eran las mismas, seguían juntándose para mantener las apariencias ya que para el resto del instituto nunca se supo la razón del quiebre.
Finalmente, escondida detrás de las gradas se encontraba la gemela de Vanessa, Victoria. Queriendo salvarse de lo horrible que era hacer ejercicio, lo detestaba aparte de ser muy mala en ello. Así que, siempre que podía se escondía atrás en compañía de un buen libro y una botella de agua para entretenerse y salvarse de la humillación pública.
En el carril de los hombres corría por delante del resto Soda, que era muy bueno en deporte, además de ser parte del equipo de futbol, su sueño era conseguir una beca deportiva en la universidad de sus sueños, USN.
Mientras adelantaba al resto de sus compañeros buscó con la mirada a la que ahora era su novia, Vanessa. Una vez que la vio le lanzó un beso y le guiñó el ojo, además de pareja eran demasiado cercanos, sus casas quedaban una al lado de la otra, por lo que prácticamente se criaron juntos. Habían decidido convertir su relación en algo más justamente porque ambos se entendían y apoyaban mejor que nadie, aparte de ser la favorita de su padre, algo que para él era muy importante, hacerlo sentir orgulloso.
Casi a la par de Soda, iba Pablo. A ciencia cierta no podríamos saber de quién era realmente amigo, se juntaba con Soda y el grupo de su novia pero era una persona demasiado impredecible, que era imposible conocer sus verdaderos sentimientos. Lo único cierto es que estaba enamorado de Valentina y que esta le había roto el corazón cuando un día hacía unos meses había aparecido por la puerta del instituto de la mano de Sebastián, el ex novio de Alejandra. Fue en ese momento que una distancia se marcó entre ellos, no era como que él alguna vez le hubiese revelado sus verdaderos sentimientos pero definitivamente se sintió traicionado por ella, para él eso no debía suceder, estaba mal que anduviera con un idiota como Sebastián.
— ¿Qué Tal? —dijo Vicente poniéndose a la altura de Pablo.
— Bien —contestó seco producto de haber visto al novio de la Vale en las gradas, seguramente esperándola.
Vicente era el nuevo, un alumno becado que provenía de una escuela pública. Si había terminado en ese grupo era porque conocía a Pablo, hasta los podrían llamar amigos. Aunque no se sentía precisamente parte de él, por lo general sentía como sobraba; todos eran adinerados, con buen apellido y normalmente lo miraban con desdén, como si él fuera menos, pero seguía estando ahí, porque era un mal necesario, el resto de los alumnos no se metían con él, únicamente porque era amigo de Pablo Hitschfeld, sino, daba por sentado que la vida en Riverest sería un infierno.
De reojo pudo ver a una Sudada Camila que hacía todo el esfuerzo por llegar al final del recorrido. Una pequeña sonrisa se le escapó de los labios, ella era la única diferente, la única que realmente le atraía, aunque una Zegers no estaría con un García, valía la pena soñar.
Al darse cuenta de que alguien la miraba, Mila buscó a su observador y encontró a Vicente, con una sonrisa amplia y amable levantó su mano y lo saludó energéticamente, saludo que encendió las mejillas del chico, el cual se lo devolvió con más timidez.

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Silenciados
Misteri / ThrillerAcompañarlo al piso de arriba fue su primer gran error ¿Cuál será el de los demás? ¿Te atreves a descubrirlo? O más importante... ¿Podrás guardar el secreto?