From Hell To Heaven © (Editando)

✴Pequeña Luz✴

DANY

Mis dedos apretaron la botella con fuerza y la llevé a mis labios dando un sorbo, el líquido recorre mi garganta mientras observo la carta que se encuentra en la almohada, la e leído tantas veces que cada palabra está grabada en mi cabeza. Apenas vine a casa después de estar horas en los muelles, la encuentro en mi habitación, la dejaron tan a la vista que es lo primero que ví al entrar. En cuanto supe de quién era, bajé a la cocina y abrí el refrigerador sacando todas las cervezas que la bestia tenía guardadas.

Bebí cada una de ellas, estoy mareada, furiosa, desconcertada y hecha un mar de lágrimas.

Mi celular suena y lo saqué del bolsillo de mi sudadera, el nombre de Calum aparece en la pantalla y dejo que la llamada se vaya a buzón, en éste momento no quiero hablar con él, sé que abrirse con nosotros y contarnos lo que el padre de Paola le hizo a su familia y a la familia de Michael lo tiene preocupado, sin embargo no puedo ayudarlo si yo soy un desastre.

Tomando un último sorbo de cerveza lancé la botella a la pared y los pedazos de vidrios rotos se esparcen en la alfombra.

Miré la hora en el reloj que cuelga de la pared, 5:30 am, respiro profundo y me levanté de la cama sujetando la hoja, como puedo la guardé en la bolsa trasera de mis jeans y salí de mi habitación, tambaleante bajé las escaleras pero en los últimos escalones me detuve viendo a la bestia frente a la puerta cruzado de brazos.

—¿estas lista?—preguntó

Terminé de bajar y caminé a él.

—llevame con ella

Extiendo mi mano dispuesta a tomar la perilla y él lo hace primero, abriendo la puerta salió de casa y girando su rostro hace una seña con su mano para que lo siga. Saliendo también, cerré la puerta y me acerqué.

—más mentiras ¿no?—afirme

—digamos que era necesario

Sube a su viejo auto, enciende el motor y pide que me apresure.

Conduce en carretera dirigiéndose al sur del pueblo, luego de unos minutos se detiene en un bar llamado "The Paradise". Se estaciona cerca de la entrada y bajamos al mismo tiempo, la bestia activa la alarma del auto y nos adentramos en el lugar.

Poniendo su mano en mi espalda me empuja suavemente, guiándome hasta una mesa del rincón donde se encuentra una mujer sentada en una de las sillas leyendo un libro que cubre su rostro, lo único visible son sus largas uñas pintadas de azul y parte de su cabello castaño.

La bestia aclara su garganta, atrajo la atención de aquella persona y consigue que baje el libro descubriendo su cara, casi me voy de espalda pero él me sujeta el brazo logrando que mi cuerpo no se desplome en el asqueroso piso del bar.

Su sonrisa se amplia a cada segundo y con tan sólo escucharla decir 'hola' me dan ganas de vomitar.

La bestia toma asiento e imite su acción sentándome a su lado, quedando cara a cara con mi madre.

—¿porque querías verme?—hablé, alejando mi mano cuando quiso tomarla

—supongo que leíste mi carta—sonríe a medias—quería explicarte viendote a los ojos