Capitulo 21 ~ El Retiro

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Estaba... ¿Estaba alucinando? ¿Mikasa Ackerman estaba teniendo alucinaciones? Esa escena en la cafetería de la Academia se parecería mucho a la de alguna pelicula Juvenil, sobre chicas mimadas, maquillaje, minifaldas y zorras. Pero, a diferencia de las peliculas, esto no estaba pre-ensayado, ni ellos eran actores. Y no, el factor "faldas, coqueteo y algo mas" no existia, ya que ella era Hipster con Botines y estilo tan casual que no resaltaría de la multitud. Sin embargo, existía la similitud de "Ser el centro de las Miradas y cuchicheos durante el trayecto de la entrada a la fila del café". Mierda.
Mikada estaba en el centro del reflector publico; todos los ojos se posaban en la azabache; !hasta la encargada de la cafetería la miró con saña e intriga cuando le pidió un late con cafeina para despertar sus sentidos para su primera clase.
En esta ocacion, solo pidio uno, y es que siempre pedía dos, uno para ella y otro para Levi. Pero después de pensarlo mientras esperaba a que la fila avanzara para poder pedirlo, dedujo que lo mas seguro era esperar a que él le hablara a ella, y no viceversa. Si el quiere su café, que el venga por el.
En cierto modo, Mikasa solo le hacía un favor a Levi, el cual se sentía con el orgullo arrastrando por su espalda. ¿Por qué Eren Jaeger tenía tanto interés en Mikasa? tampoco es que te deba interesar Levi, a menos que... Detuvo su pensar. Se estaba volviendo loco, ¿Cierto? Toda esa confusión lo mantenía al margen del cuchillo. Si, no lo podía negar, estaba celoso. Era como un niño pequeño, renegando por su juguete favorito. Y, quizas como un niño tambien, era demaciado Inmaduro. Había tenido a la bellísima maestra de 21 años (a unas cuantas semanas de los 22) frente de el, dispuesta y abierta a posibilidades, y él , ¿Qué había hecho él ? Eql solo se había enfocado en Mikasa, y en su estupido "amigo" Eren Soy el Mejor por que soy Millonario Jaeger.

Mikasa tomó asiento en una mesa vacía, al fondo, aunque esto no pareció desminuir las miradas, ya que todos, independientemente del nivel de "chismografía" que tuviesen, la miraban de reojo de vez en cuando. ¿Por qué me tuvo que besar? ¿Que gana Levi con eso? Solo perdedores sin vida social que hablaban de ellos y eran lo suficientemente estúpidos como para creerse cualquier chisme, aunque en cierto modo no era chisme, era verdad. El chisme del Beso, había sido visto por todos los del salón de cuerdas, los de percusiones, algunos maestros, y hasta Eren Jaeger. EREN!. Mikasa suspiró vencida, ¿Que había con Eren?
Él era un hombre agradable, maduro e interesante, totalmente dentro del cuadro de "cualidades que me gustan de los chicos". Y si, hasta le llegaba a gustar a veces, pero Levi hacía eco en su cabeza. ¿Por qué de repente comparo a Levi y a Eren? Se preguntó la pequeña Ackerman a ella misma. No debo, no se deben de comparar. Son situaciones totalmente diferentes... ¿No?
- ¡Mikasa! - La voz de Annie provocó que la pelinegra se saliera de su cabeza por unos cortos momentos. La miró acercarse a toda velocidad, con una sonrisa de oreja a oreja. - ¡Vamos Vamos Vamos Vamos! - dijo suplicante, mientras que se sentaba a su lado en una de las seis sillas restantes desocupadas.
- ¿Eh? - Mikasa arqueó una ceja. - ¿De que hablas?
- ¡Vamos al retiro de la Academia! - al unísono con sus palabras, azotó contra la mesa algún tipo de volante. Mikasa lo tomó entre sus manos, y Leyó atentamente: "Retiro Anual Para la convivencia pacifica, una pequeña excursión de tres días y dos noches al campo abierto junto al Lago Whinster ubicado al Kilometro 78 camino por el Freeway." después del titulo, y de lo ubicación, venían cosas básicas, como lo que sería necesario para ir. Era una clase de campamento, dormirían en campañas y el propósito de todo el viaje era hacer "amistades". Mikasa hizo una pequeña mueca.
- No Lo sé Annie... - masculló. - me gustan los campamentos, pero aquí siento que solo serían...
- ¡Por favor Mikasa! - la interrumpió. - no seas pesimista. Es para divertirnos. - sonrió de oreja a oreja, provocando que la azabache se sintiera un bicho raro. - Vamos, ándale, será divertido.

...

Eran las ocho treinta de la noche la hora citada en el instituto. Espero no me falte nada, se dijo la azabache, mientras veía a su mejor amiga correr como conejito en pradera con su mochila a los hombros y una gran almohada entre su torso y su brazo.
La luz del día se empezaba a ocultar; aun no obscurecía, sin embargo era claro que lo haría, y pronto.
Mas de 30 estudiantes estaban a la entrada de Kyojin aquella tarde noche, todos listos para una relajante y divertida excursión hacia ese tan famoso Lago. Se calculaba, llegarían a él aproximadamente temprano, a eso de las siete de la mañana del día siguiente.
Era un gran barullo el que se vivía en la entrada; todo mundo estaba contento y emocionado, ya que la cultura del camping era algo que la mayoría llevaba, aunque algunos otros solo lo hacían para seguirles el paso a sus amigos, como era el claro ejemplo de Mikasa.
- ¡Chicos! ¡Hey! – La maestra de Solfeo habló llamado la atención a todos los presentes. Uno por uno fueron guardando silencio, hasta que unas risillas sigilosas al fondo o murmuros se iban disminuyendo. Al final se escuchó un gran silencio. – Gracias. – alargó sarcástica. – esta actividad es para poder convivir sanamente, y para poder pasar un buen rato alejados de los exámenes estudios y escuela. – unos cuantos chicos al fondo gritaron alborotando a todos. El profesor de teatro los volvió a callar con un chuchido. – Pero por supuesto, habrán reglas, tales como que no se pueden salir de sus casas de campaña después de las 10, o que queda estrictamente prohibido que una señorita esté en la casa de campaña de un Joven, o viceversa. Estarán asignados a un maestro o profesora según la casa de campaña que tomen, y tienen que reportarle cualquier incidente a ese encargado, o cualquier excursión que deseen hacer. Tienen que estar siempre en binas, y no pueden estar solos. También tiene que mostrar actitud cooperante y no antipática, ya que vinieron al viaje significa que están dispuestos a cooperar y ayudar, y también a pasarla un buen rato. – la profesora Hanji sonrió de oreja a Oreja, mientras que echaba un ojo hacia su izquierda. – Los maestros serán el Profesor Auro, La Profesora Ilse, El Profesor Hannes, La Profesora Petra, y una servidora. - ¿Petra? ¿Mikasa había escuchado Bien? ¿La misma maestra con la que Levi se veía envuelto, estaría compartiendo con ella durante todo un fin de semana? Eso era quizás, lo mas inaceptable que le podía ocurrir.
- Bueno, como esta actividad es para la convivencia, sortearemos los números de asiento de los dos camiones, esto con el proposito de que conoscan gente nueva. - sonrió el profesor Auro, mientras que con su gorra en mano pasaba por entre todos. La gorra tenía papelitos, enumerados del uno al quince, y en una esquina venía un numero uno o un numero dos, lo cual indicaba el camión que te tocaba. Llegó el Turno de Annie para tomar un papel de la gorra; asiento 14, Camión Uno. Justo después, Mikasa metió su mano y sacó el papel mas grande que pudo haber tomado; Asiento Ocho, camión Dos. Cerró los ojos con fuerza y un poco de decepción... Ella Había accedido a ir solo para poder estar un tiempo con su mejor amiga alejada de todo el estrés, ¿Y ahora? ¡Ja! ¡Les tocaban camiones diferentes!
- Ya, cambia esa cara. - murmuró Annie al oído de su amiga. - Puede que no vallamos juntas en el camión, pero cuando lleguemos allá estaremos en la misma carpa. - Sonrió mientras que se escuchaba al fondo la voz de la Profesora Petra, llamando a todos los del camión Uno. Mínimo, la maestra de Canto no estaría con su pesada mirada sobre ella todo el tiempo; serían horas y horas separadas... Gracias, Dios.
- ¡Levi! - gritó el Profesor Hannes alargando y con ironía. Mikasa se quedó petrificada en el pavimento, sin querer voltearlo a ver. Que ironías de la vida, ¿No? Habían estado evitandose los ultimos días desde la Horrenda cena en Fartucinni, y ahora pasarían tres días y tres noches intentando "convivir" ... Ja, ja, ja.
- Tarde, como siempre. - Reprochó el profesor de Piano. - ¿Que excusa tiene hoy?
- Mi perro se comió mi reloj. - bromeó Levi, aun serio y con el semblante de "Que Gracioso es... no me causa risa".
El Maestro lo miró con reproche, y se dio media vuelta.
- ¡Rivaille! Quédese en el segundo camión, en el primero ya están todos acomodados. - Levi tan solo asintió la cabeza, y Mikasa se sentía mierda. Muy, muy Mierda. Y es que, ¿En verdad? ¿En el mismo camion? Lo unico que le faltaba, es que hubiera salido con el asiento Siete... Eso significaría, sentarse Juntos en el camino.

C o n t i n u a r a ~

¿Quién entiende a los hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora