¿Quién entiende a los hombres?

Capítulo 19: Celos, Celos everywhere

Levi esperaba ansioso con una copa de vino en su mano. Miraba hacia la puerta con mucha frecuencia, esperando a que aquella peli-naranja que lo traía loco se apareciera de repente a su "cita no cita", como él la había llamado.
A las Afueras de la ciudad, en uno de los muy pequeños y pintorescos condados, el Restaurante Francinni tomaba asentamiento. Era delicioso, y bastante costoso, por lo que Levi estaba cien por ciento seguro de que Petra y él no tendrían ninguna clase de inconveniente acerca de encontrarse con alguien indeseado. Y menos, siendo pleno martes... Nadie de la academia podría pagar una cena allí, ni tampoco podrían conseguir tiempo suficiente como para ir y regresar, a menos de que tuvieses el increíble automóvil de Levi. Tomó otro sorbo, mirando hacia su reloj.
Mientras que Levi se encontraba esperando contra las manecillas del reloj, Mikasa estaba maravillada con la música Jazz que Eren Jaeger tenía en su auto, aparte de ese olor a pipa que tanto le recordaba a su infancia. Para ella, un aroma exquisito e irresistible.
Después de que Levi la hubiera besado en medio del corredor, y hubiera interrumpido la que podría ser una muy significativa conversación, Mikasa buscó a Eren con vergüenza, disculpandose - sin tener obligación - por parte de Levi de su comportamiento. Y Eren, tan caballeroso como siempre, decidió invitarla a tomar una copa. Y ahora, ambos estaban en camino a Francinni, un pequeño restaurante Italiano del cual Eren se había enamorado dos veranos atras, cuando él y una vieja amiga paseaban por el pueblo y se toparon con el bello lugar. Es perfecto para una amena conversacion, sin invitados indeseados, pensó Eren.
- ¿Nunca haz venido? - preguntó Eren estacionando su automóvil del año, con una maquina de 6 cilindros, pero caballos de fuerza de una camioneta de ocho. Eren amaba el suave ronroneo de su coche.
- Jamás. - contestó Mikasa un tanto apenada por ser tan "inculta" y no conocer ese tipo de lugares, pero bien, ella no tenía nada que estar haciendo allí, a menos de que fuera algo como la situación de Eren. Sonrió... Estaba con Eren, a Solas, sin Levi y sus molestos Ce... Mikasa detuvo sus pensamientos.
La realidad era que la pelinegra no había tenido ni tiempo de analizar la actitud de Levi, hasta el momento en que Eren y Ella caminaban hacia la entrada del pequeño lugar. ¿Levi siente celos? Estipuló, ¿Por mí? ¡Mierda! Detuvo sus pensamientos otra vez, dándose cuenta de que lo mas preocupante no era el hecho de los celos de Levi... Lo que más le consternaba, era el hecho de que a ella le gustaba la sensación de saber que él sentía celos. Y Lo mejor, eran celos por Ella. ¡Basta Mikasa! - se gritó a si misma una segunda voz intermediaria en su cabeza, mientras que en el exterior le sonreía a Eren, intentando disimular una ausencia notable de lugar y tiempo sonriendo y asintiendo a varias cosas que Jaeger decía, pero que en verdad no escuchaba. - ¿Te estas volviendo loca, cierto? - bufó disimuladamente. - Si me gustaran los celos de Levi, solo podría significar que... Me... ¿Me gusta Levi?
Eren Abrió la puerta del Lugar, y se detuvo en el acto, mientras que con su brazo extendido la sostenía para que Mikasa pasara. Pero apenas a unos cuantos pasos de la Pelinegra, Ambos se detuvieron por la sorpresa. Tal parecía, no eran los únicos con una oportunidad en Francinni... Levi estaba sentado en una de las mesas de fondo, acomodando su corbata. Y a Mikasa se le vino el mundo encima.
Ackerman no sabía si estaba mas enojada que apanicada; ¿Que estaba haciendo él ahí? ¿Porqué? De un segundo inverosímil a otro, Mikasa se sintió de ambos modos: se sentía enojada porque otra vez el pelinegro estaría arruinando todo con Eren, pero al mismo tiempo se sentía con pánico, ya que justo cuando estaba meditando su situación con Levi, éste se aparece como si lo hubiera invocado. Genial Mikasa. Bufó la pelinegra.
- ¿Quieres que vallamos a otro lado? - Dijo Eren a susurro a la oreja de Mikasa. Levi aun no se percataba de su presencia en el lugar, y la verdad es que era mejor si nunca lo hacía, ¿Que ganas tenía Eren de que Levi se metiera otra vez en lo que nadie le llamaba? Era un niñito inmaduro que no sabía recibir un No.
- No. - logró articular Mikasa después de un rato, muy a penas y con su garganta seca. Tragó saliva intentando rehidratarla un poco.
Eren masculló algo entre dientes tan inaudible que ni Mikasa que estaba a unos cuantos centímetros de distancia de él logró entender lo que decía.
Sin mas aparte de una fea piedra, metáfora que Eren usaba para Levi, fueron a tomar asiento en una mesa desocupada junto a la ventana. Mikasa se sentó - quizás, inconscientemente - de modo que veía a Levi a lo Lejos, mientras que Eren le daba la espalda. Sin mas, Eren Sonrió.
- ¿Puedo decir que te vez preciosa hoy? - Mikasa sonrió, volviendo en tiempo y forma a la mesa. ¿Qué mas da si Levi estaba ahí? Ella venía con Eren, para hablar sobre una posible propuesta laborar que el Joven caza talentos tenía para la diamante en bruto, no para ver y espiar a Levi. Ya había arruinado suficiente de su día, ¿No? No tenía que aguantar mas.
En el momento en que Mikasa echó uno de sus mechones castaños por detrás de la oreja, la puerta se abrió, y Levi levantó la mirada. Sonrió de oreja a oreja... Y Mikasa sintió como si le hubieran sacado el aire de un puñetazo en el estomago. ¿Era cierto? ¿Estaba viendo bien? ¿Era la Profesora Petra? ¿La Maestra de Canto? ¿Yendo hacia Levi y besándolo en la mejilla para saludarlo?
Mikasa se encontró a si misma ida otra vez. ¿Por qué de repente sentía tanto interes sobre Levi y Petra? ¿Por qué sentía ese terrible furor hirviendo como liquido en su estomago? Mikasa respiró hondo, teniendo que aceptar lo que, para ella, podría ser inaceptable. Si... Mikasa Ackerman estaba sufriendo un severo ataque de Celos por Levi Rivaille.

C O N T I N U A R A ~