Capitulo 35: "No importa el Medio, sino el Resultado".

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- ¿No vas a contestar? - preguntó Levi, intentando mirar con sus ojitos elevados hacia el identificador de llamadas, el cual quedaba muy lejos de su vista. Mikasa tragó gordo, tragó espinas que desgarraron su garganta. No sabía como sentirse en ese momento; ¿Se sentía inmensamente feliz por la confesión de Levi? ¿Quizás inmensamente triste, por saber que aunque Levi hubiera confesado eso, seguía Petra de por medio? ¿O tal vez inmensamente nerviosa, ya que recibiría el santo regaño de su vida de parte de Jaeger? Eran tantos sentimientos amontonados en una sola alma que Mikasa por poco sentía nauseas. Sin pensarlo dos veces, levantó el teléfono hacia su oreja.
- ¿Si? - contestó temerosa, procurando notarse lo mas tranquila posible, tanto para Levi que lo tenía enfrente como para Eren detrás de la Linea.
- ¡Mikasa! - esto no estará bien... se dijo la azabache. - ¡¿Dónde rayos estás?! - cerró los ojos, y respiró profundamente antes de atreverse a contestarle. ¿Por qué tenía tan mala suerte?
- E-en mi casa. - tartamudeó y cerró los ojos con fuerza.
- ¿Quien es? - cuestionó Levi, el cual empezaba a sospechar un poco de la identidad de la persona detrás del telefono. Mikasa lo miró, y prefirió ignorarlo; se lo perdonaría después.
- ¡¿Sabes que hora es?! ¡Debiste haber llegado aquí hace una hora! ¡¿Que te pasó?!
- Se presentó un Inconveniente... - y para ese instante, Levi sabía perfectamente la identidad que vería en el identificador de llamadas. Si Eren seguía hablando, Levi tomaría las fuerzas necesarias para quitarle el telefono a Mikasa y aventarlo por la ventana.
- ¿Qué? - preguntó Eren, mirando hacia todos lados, esperando que nadie notara su "inconveniente personal". Había pasado la ultima hora vagando en el teatro Guillard, lugar donde se llevaría a cabo la fiesta donde Eren quería introducir a Mikasa al mundo de la musica. Se la había pasado escondiendose y ocultado de grandes nombres en Disqueras, para que no lo vieran sin la "chica prometida" ¡Tanto que Eren había alardeado sobre ella, como para que no se presentara! Ese era posiblemente el peor momento para el joven Jaeger. - ¡Te necesito aquí ahora! No eh parado de hablarles de ti a los ejecutivos de Angels, Humnter y tampoco a los de Robert's Records, así que no puedes fallar aquí Mikasa. Es tu carrera, no creo que nada sea mas importante.
Y no, quizás Levi no era mas importante que su sueño, pero mientras él la necesitara, ella estaría ahi. Aunque su corazón saliera lastimado de por medio.
Mikasa cerró los ojos con fuerza, intentando resolver en su cabeza todo ese gran nudo de cordón que habia creado, ¿Que podía hacer? Todo hubiera sido mas facil si para empezar, la fiesta hubiese sido en otro lado. Bueno, ese no era momento de preguntarse "que hubiera pasado si..." si no para ponerse de una vez a actuar maduramente y resolverlo como la Joven Mujer que pretendía ser.
- No puedo, Eren.- Levi se tensó al escuchar su nombre. - Tu sabes que yo no hubiera dejado todo eso si no fuera importante la razón por la que me retuve a ir. - Eren revoló los ojos; sabía que era cierto, sabía que Mikasa era una chica muy comprometida, pero no quería aceptar que ella no asistera al evento. Bajo esas circunstancias, ese si sería el momento mas vergonzoso de toda su vida.
- ¿No vendrás entonces? - Eren habló con coraje, rabia y avergonzado. Frocejeó la quijada, y tragó gordo.
- No. - contestó Mikasa, para que después Eren tan solo carraspeara su garganta, y terminara por colgar la llamada.
Mikasa se sintió mierda entonces; había arruinado una oportunidad que podía haber cambiado su vida, pero ¿Que se supone que debió de haber hecho? ¿Ignorar a Levi? Ella no era capas de hacer tal cosa, no tratandose de alguien herido, y menos tratandose de Levi herido a mitad de la calle. Suspiró, y bajó el telefono hacia su regazo.
Levi la observaba, expectante. Todo lo que podía recordar (lo poco, gracias a lo aturdido que estaba por santo golpe) era la "importante cena" a la que Eren y Mikasa tenían que asistir. Entonces lo supo: Ella se había retenido a ir, solo por estar junto a él para cuidarlo. Sonrió para si mismo... Eso debía de significar algo, ¿No?
- ¿Todo bien? - preguntó Levi con una voz ronca que provocó que la piel de Mikasa se erizara al apenas escucharla. Mikasa asintió cavisbaja, sin atreverse a mirarlo. El chico sintió como su corazón se estrujó de repente, por el hecho de no poder hacer nada para alegrarla. Bien, en otras circunstancias tal vez le hubiera dicho "Está bien, yo te llevo", sin embargo Levi muy apenas podía levantar su cabeza en ese instante.
El chico elevó su mano hasta el mentón de ella, y lo elevó obligandola a que lo mirara a los ojos.
- Yo se que no. - susurró el.
- No importa.
- ¿Era muy importante el evento? - ¿Para que preguntas eso, Idiota? se cuestionó el chico arrepintiendose, Lo unico que lograrás es que tanto ella, como tu se sientan peor.
- Ya habrán otros. - dijo ella fingiendo una sonrisa, cosa que Levi notó enseguida. ¿Tan bien la conocía que hasta sentía la escencia de la que era una sonrisa verdadera, y la que no? Levi rió sarcastico, y Mikasa lo miró enseguida.
Se quedaron en silencio, observandose por minutos enteros. Ella amaba sus ojos, y el amaba sus labios, unos labios que le gritaban por un beso robado. Por que los besos robados son los mejores, siempre.
- Mikasa.... - empezó Levi, un tanto inseguro. ¿Cómo se lo decía? No podía ser tan dificil cuando ya le había confesado lo principal; que la quería, y que quería estar con ella. Bueno, lo segundo aun no lo decía, pero quedaba implicito.
Mikasa alzó las cejas, esperando que Levi continuara hablando. Con todas las fuerzas que encontró en su cuerpo, Levi se reincorporó sentandose en la cama. Mikasa tan solo se quedó quieta, y el le tomó la mano.
- ¿Que piensas? - preguntó el de repente. Mikasa tan solo lo observó, y suspiró. Ni siquiera ella sabía con exactitud que era lo que pensaba.
- En todo. - dijo entre un suspiro lleno de alusión. De repente lo de el asunto de Eren había quedado atras; lo unico que tenía la chica en su cabeza era que Levi la besara. Y si, que le robara un beso para acabar con todo eso. ¡A la mierda Petra! ¡A la mierda la etica! ¡Solo quiero que me bese! claro, pensó eso en un momento carente de buena postura.
- ¿En lo que te dije?
- Si. - contestó ella sin meditar antes sus palabras.
- ¿Y que piensas sobre eso? - Mikasa tragó gordo. Era el momento de hablar, ¿Que perdía? Nada. En esta ocasión por fin ganaría, ya que Levi había sido el que había dado el primer paso, arriesgandoce a un rechazo que ella no le daría. De algún modo, ambos sabían lo que el otro sentía, sin embargo el corazón les jugaba tan malos pasos, que provocaba que se confundieran y existiera la pregunta de "¿Que tal si me lo eh imaginado todo?
- Que... no deberías de decirlo. Mikasa Se quedó callada, y miró hacia su mano sostenida por la de Levi. Él frunció el ceño; tal vez se había arriesgado demaciado. ¿Que tal si Mikasa no sentía ni cariño hacia él? ¿Y si ella se había terminado enamorando de Jaeger? Una creciente ira comenzó a surgir en su pecho; ¡Eso no podía ser posible!
- Có...
- No deberías decirlo, - lo interrumpió, - si también se lo dices a alguien mas.
El corazón de Levi volvió a su ritmo cardiaco normal, y sonrió de oreja a oreja. Osea, ella si lo quería. Al menos no había dicho un "No, no te quiero, dejame en paz."
- Pero no se lo digo a nadie mas preciosa... - Levi rió, y a Mikasa se le detuvo el corazón dos segundos mientras que él jugaba y acariciaba su mano.
- ¿Te suena Petra? - Mikasa arqueó una ceja, y la sonrisa de Levi se borró enseguida. Esa reacción provocó que la buena autoestima que había conseguido Mikasa en esos pocos momentos de conciencia de Levi, se esfumaran enseguida. Después de eso Levi se arrepentiría de lo que dijo, se levantaría de ahí, y saldría corriendo a brazos de Petra para decirle cuanto la amaba, ¿No? al final de todo, Petra era su amor platonico desde quien sabe cuanto tiempo...
- A ella jamás le eh dicho Te amo. Solo a ti. - la azabache negó con la cabeza, y miró hacia la alfombra. Eso era algo que ni el mismo se creía. - ¡Enserio!
- No quiero que me lo vuelvas a decir, si estas con ella. - el tono que Mikasa empleó para esas palabras fue tan serio, que hasta Levi sintió el pesar de éstas mismas. El asintió con la cabeza, decididamente.
- Para mañana en la mañana, Petra y yo seremos cosa del pasado.
La chica lo miró atónita, y el solamente atinó a sonreír de oreja a oreja. Ella bufó, y el seguía con sus labios extendidos hasta las orejas.
- Ven aquí. - dijo él, palmeando a un costado de la cama. Mikasa lo miró sin comprender, mientras que el se movía hacia el medio del colchón, y tomaba a Mikasa del brazo. Se recostó, e insitó a Mikasa a recostarse a su lado. La chica un tanto incomoda lo hizo, solo para acostarse junto a él. Él la rodeó con su brazo derecho, y la empujó mas hacia su cuerpo, sintiendose pleno en todos los sentidos. Mikasa se recostó de medio cuerpo, abrazando a Levi desde el frente de su pecho. Sintió como su pecho se inflaba cuando inhalaba y exhalaba.
- Me siento muy feliz. - dijo él, con una sonrisa que muy apenas le cabía en la cara. Ella sonrió tambien, sintiendose en una nube de helio alejada del mundo.
- Yo también. - dijo ella, cerrando los ojos.
- Te amo. Y te lo digo aunque no quieras, por que se que para mañana todo estará bien.




...





El aroma de las flores ese día estaba mas intenso; hasta el cielo se veía mas azul. ¿Ese pino al lado de casa de Mikasa siempre había estado tan verde? La azabache sonrió, y caminó hacia la academia.
Cosa que nunca, el café estuvo listo mas rápido que otros días. Su ropa estaba perfectamente ordenada (hecho raro) por lo que no tuvo que detenerse a planchar un poco la blusa violeta que se quería poner ese día. Todo parecía estar con una bella canción de fondo, Quizás como la vie en rose de Edith Piaf. El punto era, que parecía que todo estaba bien. Era como un recuadro, o algo por el estilo.
Mientras caminaba, Mikasa comenzó a hacer esa absurda comparación. Parecía que su vida, comparandola con un piano, siempre había estado en sostenidos, o en bemoles. Pasaba algo malo (como el hecho de que Levi se metiera a su vida solo para molestarla), eso podía ser comparado con un Sostenido, digamos de Re. Lo segundo malo que ocurrió fue posiblemente, el haberse enamorado de su mas grande dolor de cabeza; eso podría ser facilmente un bemol. Tenía un sostenido y un bemol por ambos extremos, pero ayer parecía que su el pentagrama de repente había señalado un becuadro: la anulación tanto del Sostenido, como del Bemol. Así, la nota natural. Osea, no existía ni el problema numero uno, ni el problema numero dos, tan solo tocabas la tecla blanca del teclado ignorando las negras.... Bueno, dejó de pensar. Esas eran cosas que quizás solamente las personas que conocieran sobre musica, especificamente piano comprenderían.
Para cuando Mikasa volvió a recobrar la cordura y volvió a acentar sus pensamientos a la tierra lejos de las nubes donde flotaban, ella ya estaba frente al instituto. Todo parecía sonreirle ese día.
¿Se lo diría a Annie? Eso era algo que ella realmente deseaba, pero no sabía si era lo correcto. Quizás primero debía de aclarar todo el asunto con Levi, y después...
- ¡Mikasa! - Levantó los ojos, y se encontró con su mejor amiga caminando hacia ella... seguida de Erwin y Levi. Este ultimo sonrió apenas la vio llegar, y a Mikasa se le detuvo el corazón.
Annie corrió hacia a azabache, y la saludo con efusión. Rodeó su cuello con sus brazos, y estando a la altura de su oído susurró palabras apenas audibles para ambas:
- Ya estoy con Erwin, luego te cuento. - inmediatamente después lo soltó.
- ¡Hey! - dijo Erwin llegando a su lado. Levi se detuvo frente de ella, y ambos sonrieron al mirarse ya de cerca, y Erwin abrazó a Annie desde los hombros. - ¿Como estás Mikasa? - Preguntó sonriente. Parecía que ese día era bueno para todos.
- Muy bien Erwin. - ella también sonrió de oreja a oreja. - Ya ni siquiera te pregunto como estás, puedo verlo muy bien. - sarcastica alzó una ceja, y Annie ruboreció inmediatamente. Mikasa soltó una carcajada, mientras que Levi tan solo la observaba reir.
- ¿Desayunamos? - preguntó Erwin Animado.
- ¡Si! ¡Si! - Contestó Annie con ilusión, y Erwin solo la estrechó mas a su cuerpo. Mikasa asintió frunciendo el ceño, y Levi carrascapeó su gargata, dando dos pasos a reversa.
- ¿Estarán en la cafetería? - preguntó el pelinegro.
- A menos de que las señoritas quieran ir a otro lado. - dijo Erwin galantemente.
- Tengo algo que hacer, ¿Me hablas cualquier cosa? - le dijo Levi a Erwin, mientras que empezaba a camianar en reversa por el pasillo.
- Si, cuenta con eso.
Levi se dio media vuelta caminando directamente hacia el salón de entrenamiento vocal, osea canto. Tenía algo muy, muy importante (y dificil) que hacer. No importaba el medio, solo el resultado, el cual en este caso era poder estar libremente con la unica que jamás había roto su tercera regla en esa lista imaginaria. Mikasa lo había enamorado rotundamente.






Continuará............

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