Capitulo 18 ~ La Profesora

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Levi caminaba sin rumbo fijo por los pasillos de Kyojin. Se sentía un poco consternado, así como malhumorado y harto. ¿Qué había hecho? Tan solo había conseguido que los chismes alrededor de él se incrementaran de forma estelar. Y ahora, tenía que aguantar a todo un séquito de chismosos sin vida social que tienen que basarse en el para poder tener algo de que hablar.
Sin embargo, había algo mas que a Levi lo sacaba de Quicio... Y era Mikasa. ¿Porqué Mikasa no dejaba en paz a ese tal Eren? ¿Que tenía Jaeger que Rivaille no? Madurez, amabilidad, cortecía, caballerosidad, Guapura, Serenidad... O bueno, eso era lo que Mikasa decía cuando se lo preguntaba en su cabeza.
Mientras que Rivaille caminaba entre los pasillos, Mikasa se encontraba oculta entre sus manos, sentada en una de las bancas del patio libre. No quería que nadie la viera, Que nadie se le acercara; ¿Porqué Levi Me beso? ¡Ahg! - gritó dentro de su cabeza. - ¡Idiota Inmaduro e Impulsivo de Ojos lindos!
Levi vio a Mikasa desde el edificio, recargado en las vistas de la pared. Se cruzó de Brazos, y la observó... Quisiera admitirlo o no, era muy hermosa. ¡¿Que?! - se retracto. - !¿Hermosa?! ¡Es una Ogra con un hermoso Cabello Negro! - la miró otra vez, y suspiró. - Supongo que, algunas ogras son Lindas... Y ese fue el momento, en que Levi se sintió mas débil ante una mujer. La primera vez. O quizás, segunda, todo dependiese del punto de vista desde que lo vez. En cierto modo, Levi sabía la verdad, una verdad que con cada latido resonando en las venas de su cuerpo intentaba cumplir la promesa de Salir a la Luz. Y la Verdad era que, esa pelinegra causaba cierta sensación en  él que lo volvía frenético... Y esa sensación, le parecía molestamente Encantadora. ¿Sería su rebeldía? ¿Sus muecas con sus labios? ¿Su sedoso y abundante cabello que movía con el tintinar sensual de un cascabel? No lo sabía. Solo sabía que la locura que Mikasa llevaba a su vida, le llegaba a Gustar... Levi a Veces llegaba a ser Bastante Masoquista.
- ¿Levi?
La voz femenina que salió del pecho de la Profesora De Canto Petra tan angelical y con el tono de un arpa celestial - como Levo se la había llegado a Imaginar una que otra vez - Provocó que el corazón del Pelinegro se quedara congelado en medio de un latido de Mikasa. Y le decía "Latido de Mikasa", porque su corazón Latió fuertemente al ver como ella echó un vistazo sobre su hombro, sin notar la presencia del Joven.
Levi dio media vuelta sobre su mismo eje? Quedando frente a Frente esa hermosa y madura mujer de cabellera avellana y Ojos color miel, tan preciosos que Brillaban y resaltaban de entre los de cualquier otra persona. Se miraron mutuamente, hasta que la Maestra volvió a tomar la cordura, y empezó a Balbucear mientras intentaba hablarle claramente a Levi.
- Am... - La Profesora Cerró los ojos. - ¿Gusta pasar a Mi Salón, Señor Rivaille? - preguntó Ella, nerviosa intentando mantenerse al margen. - Me gustaría tocar algunos temas sobre su ensayo. - El Profesor Duncan pasó Justo detrás de Levi, y saludó a la profesora con una enorme sonrisa. Continuó su camino.
La profesora no podía hablarle de "tu" a los estudiantes, y eso, le gustase o no, incluía a Levi. Por lo que, dentro y fuera de la Academia, Levi y la Profesora tenían que mantenerse al margen de todo.
- Em... claro. - Levi asintió su cabeza, serio y neutral, como siempre lo estaba, claro, menos cuando Eren Jaeger estaba cerca. Irónicamente, esa era la postura que necesitaba para poder enfrentarse con un engreído como el que se sentía altamente superior tan solo por unos cuantos logros en su corta vida. Pero Levi sabía muy bien que se engañaba a si mismo... No eran "Unos cuantos", eran "Unos Muchos Bastantes."
La Maestra se dió media vuelta y caminó de regreso hacia el Salón de Canto, mientras que Levi iba Justo detras de ella. Extendió su brazo sobre la puerta para mantenerla abierta, y así dejarla pasar. La hermosa mujer lo miró y sonrió para caminar hacia el salón. Una vez dentro, Levi cerró la puerta.
El aula se quedó en silencio, un silencio inconcluso. La Profesora fue a recargarse sobre ese Piano Blanco de Cola que estaba sobre un mini escenario en su salón, mientras que Levi, intentando no mirar acosadoramente a su "amor platónico", inspeccionaba las notas musicales que se encontraban sobre el pizarrón doble de Gis.
- Levi...- La Maestra suspiró, y miró hacia sus pies, generando que su melena se fuera toda hacia el frente entre los costados de su cabeza. - Quiero hablar contigo, sobre... - Levantó la mirada, y observó los ojos confundido de Levi. - Sobre tu y Mikasa Ackerman.
El alma de Levi se paralizó al escuchar eso. ¡¿Qué?! ¡¿Ahora esa chica también me traerá problemas con La Maestra?! - gritó para si mismo dento de su mente. - ¡Maldita Mikasa! - volvió a gritar. Es que, para Levi, en el momento en pensar en su "Profesora Favorita", todos valían insignificancias y todo lo que les restaba a los demás, se lo aumentaba a ella, haciéndola lucir ante los ojos de Levi como algo Bendito que calló del cielo por acto del Espíritu Santo.
- ¿Mikasay Yo? - preguntó serio, mientras que la profesora asentía con la mirada.
- Estoy... - la maestra estrujó su cabeza, intentando encontrar las palabras para poder describir sus sentimientos.- ¿Feliz? - dijo mas como pregunta, a como respuesta.
- ¿Feliz? - preguntó Levi perplejo.
Pero No, la profesora No estaba feliz en lo absoluto. Sentía dentro de ella algo incorrecto, erróneo; ella sabía perfectamente que lo suyo con Levi jamás se debía ni de imaginar, pero no podía evitar sentirse así.
Ella siempre había sido la neutral en su "Relación", si es que se le podía llamar así. Levi había estado tras de ella mucho, mucho tiempo, y ella se sentía halagada. Le atraía Justin, pero era bastante profesional, por lo que desde el primer día dijo "Lo Nuestro no es Posible." Sin Embargo, al ver ese famoso video de "Chismes Kyojin", algo dentro de ella se desencajó. Sentía un gran y profundo vacío en el pecho, y es que se sentía segura de que Levi, de un modo u otro, estaría tras de ella todo el tiempo, aunque su voz y sus pensamientos superficiales dijeran algo como "Enamórate de alguien mas, Olvídate de Mi". Ella había repetido esa frase un sin fin de veces, pero ahora, al tenerla tan cerca y verdadera, simplemente se sentía Mal, y con una tremenda ausencia de algún elemento esencial dentro de ella.
- Si, Feliz. - contestó la profesora después de un rato.
- ¿Feliz por Mikasa y por mí?
- Por fin me Hiciste caso, Levi. - Ella suspiró. Nada le molestaba mas que decir esas palabras. - Es bueno el que quieras enamorarte de alguien mas. - Levi tragó gordo, mientras meditaba esas palabras dentro de si... "Enamorarse". - Me alegra mucho.
- No estamos Enamorados. - objetó el estudiante. La Profesora se levantó del Piano, y caminó hacia el, hasta quedar a mucho menos de un metro de separación.
- Bueno, ¿Tienes un con ella?
- No lo se. - Contestó Levi. - La verdad, no se lo que somos.
Ambos se quedaron callados otra vez, mientras que, incomodos, se miraban. Ella se sentía mas extraña que de costumbre. Definitivamente, No valoras lo que tienes, hasta que lo pierdes.
La mujer, tenía debilidades. Debilidades que Levi No conocía, ya que ella jamás se había querido expresar de ese modo con su estudiante de esa Academia para puros jóvenes; Sin embargo, esa sensación de vacio generaban en ella unas grandes ganas de que Levi le rogara otra vez. Por un momento, maldijo a la Ackerman por haberse aparecido allí. Si, la profesora sabía que nunca ocurriría nada, no podría ser posible, pero esa sensación era nueva, y no sabía como manejarla. Por lo que no sabía ni lo que hacía. Lo único que quería, era sentirse amada por Levi otra vez, no sentir que fue reemplazada como bolsa de plástico.
El timbre sonó recorriendo todos los pasillos y corredores de la escuela, y Levi y La Profesora tan solo se miraron fijamente, mientras que Levi se sentía frenético y vivo. Era la primera vez que ella lo miraba de ese modo.
- Tengo que dar clase en el teatro. - dijo ella, sin dejar de mirarlo.
- Tengo que recibir clase de Historia Del Arte. - Ella sonrió, y se acercó mas al Joven Levi. Puso ambas manos sobre su pecho, y lo besó sensualmente en la comisura del labio, NO en los labios, pero si bastante cerca. La profesora recorrió el hombro completo de Levi con su mano, y bajó hasta su brazo, para después alejarse.
- Profesora. - comentó Levi antes de salir de que su Maestra saliera del salón. - ¿Podríamos vernos al rato? - La profesora sonrió. Talvez, solo necesitaba un pequeño "empujon" para poder volverlo a sentir loco por ella.

C o n t i n u a r a ~

¿Quién entiende a los hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora