Diamante Y Cristal "La Joya Del Alma" (CDM)(Castiel x Kentin)

Capitulo 1 (Temp II) "La verdad"

*Narra Omnisciente*

Otro día había comenzado, y Kentin, el cual fue rechazado el día de ayer, después de haber pasado por el shock de descubrir que estaba vivo; y no por palabras ajenas, si no por su propia vista, (Ese día, jamas imagino que al salir del ascensor pudiera reencontrarse con la persona que, hoy en día, todavía abarca el noventa por ciento de sus pensamientos): se encontraba alistándose para salir, mientras observaba a su alrededor, era solitario...

Evan se marcho en cuando este se lo pidió... por muy cruel que pareciera, Kentin no quería volver a verle la cara, pues sentía que no podría controlarse como esa vez que se entero de toda la verdad, deseaba golpearlo hasta que su coraje cesara.

Rumbo a su trabajo, hubo un momento en el que se quedo pensativo, absorto del mundo que lo rodeaba, recordando lo que había ocurrido con Castiel, todo... 

"Hubiera hecho esto, o aquello" eran pensamientos que ya no quería mantener en su cabeza "Si tan sólo yo..." pensaba afligido, mientras recordaba"¡No quiero escuchar nada de lo que debiste decirme en el pasado!" esas palabras que dolían por estar en lo cierto.

Castiel tenia razón, no debía decir algo que ya caduco. Esas palabras, lo que debió decir años atrás, eso simplemente ya quedo en el pasado, y el pasado no existe, ni el futuro, lo único cierto aquí es el presente.

Por las calles las personas transitaban, dada la coincidencia, Castiel se dirigía a la escuela a pie, hacia eso de vez en cuando para mantenerse en forma. De repente un auto negro se detuvo de golpe alarmandolo, preocupado miro hacia el sospechoso y, se sorprendio al verle en problemas, se trataba del castaño; el cual estuvo a punto de atropellar a un señor por ir distraído.

Kentin preocupado bajo del auto para asegurarse del bienestar del caballero, pero apenas lo hizo, la persona se le dejo ir con reclamos y amenazas, típico. Castiel intento seguir y fingir que no había visto nada, pero escucho un golpe y miro rápidamente de nuevo hacia el espectáculo que estaban montando; el señor estaba tratando de golpear a Kentin:

—Ahh...— suspiro enfadado, no tenia mas alternativa que acercarse y ver en que podía ayudar. Cuando llego toco el hombro del señor —Disculpe, no debería...— pero sorprendemente —¿Eh?— el señor le soltó un golpe en el rostro —¡...!—causando que este soltase sus pertenecías, Kentin en vez de observar al extraño se acerco preocupado al Pelirrojo para ayudar:

—¡¿Como se atreve a...?!— y una vez seguro de que se encontraba bien se levanto para enfrentar al desconocido pero, ya no estaba... Castiel se alarmo al no ver sus cosas, su celular y cartera, y... ah... se dio un golpe en la frente al percatarse de todo, ese señor era un estafador, planeaba estafar a Kentin con un accidente fingido, pero como no le estaba funcionando, decidió robarle al primero que se acercara para ayudar, y ellos fueron unos idiotas al caer:

—Esto es tu culpa... siempre que acudo a ti, me pasan estas cosas— Kentin disconforme con su comentario, trato de levantarlo pero (PAF!) recibió un fuerte manotazo de su parte, seguido de una mirada agresiva —¿Te pedí ayuda?— su forma de hablar era enserio muy fría, le estaba haciendo sentir mal:

—Puedo llevarte a la estación de policía para...— intento ayudarlo nuevamente, Castiel una vez mas le lanzo una mirada llena de desdén, dejandole claro que su ayuda era lo que menos deseaba:

—No es gran cosa, déjame en paz...— dicho esto decidió seguir su camino, pero Kentin no lo permitió, cogió su mano insistentemente, pero Castiel se libero al instante mirándolo con severidad —"Déjame en paz" ¿No entiendes lo que eso significa?— el sonido del claxon de la fila de autos que se había acumulado detrás de vehículo inmóvil no se hizo esperar, seguido de insultos hacia el conductor; Kentin tenia que mover su auto —Muevete— y Castiel se lo hizo saber, pero no, Kentin volvió a cogerlo, esta vez con mas fuerza para abrir la puerta de su auto y sin dejarlo respingar lo arrojo adentro —¡¡Que demonios!!— en un intento inútil por abrir la puerta, el castaño puso seguro y entro al asiento del conductor para poner en marcha el auto a un lugar tranquilo en donde ambos pudieran hablar —¡¿Que rayos pasa contigo, detén el auto si no quieres que provoque un accidente ahora mismo?!— ignorando sus gritos siguió conduciendo con la vista adelante.