Celeste estaba sentada en la recepción del despacho de abogados que le había recomendado su amiga Nina, necesitaba el consejo de un profesional para saber cómo cumplir con la petición de Norma. No quería fallarle a su querida amiga, ella había sufrido mucho por todos los errores que cometió, pero aun así no fue mala persona.
―Señorita Chacón, puede pasar ―le dijo la secretaria.
Se levantó y la siguió por un largo pasillo, al final del mismo se podía leer un cartel que decía: Rodrigo Marín abogado. La secretaria abrió la puerta y dejó pasar a Celeste.
―Buenos días, por favor tome asiento ―dijo un hombre joven y muy atractivo.
―Buenos días.
―Usted dirá en que puedo ayudarla.
―Es una historia un poco larga de contar, pero necesito consejo sobre como cumplir la última voluntad de mi mejor amiga, falleció hace poco y no quiero dejar pasar mucho más tiempo. Tengo una carta en mi poder que ella necesitaba entregarle a alguien, pero no sé cómo hacerlo. Mire letrado…
―Disculpa Celeste, pero te agradecería que me tutearas, nada de formalismos ―interrumpió Rodrigo.
―De acuerdo, como te estaba contando, no se trata solo de presentarse en la vivienda de esa persona y entregarle la carta, además de eso tendría que hablar con él y explicarle algunas cosas.
Celeste se sentía inquieta por la mirada de Rodrigo, era la primera vez que eso le ocurría, ella estaba acostumbrada a tratar con hombres, trabajaba de camarera en un bar, mientras estudiaba, y nunca se había sentido así.
―Para ayudarte necesitaría conocer toda la información.
―Lo mejor para que puedas entenderlo es que leas la carta, en ella Norma resume muy bien todo lo que pasó y bueno el por qué de la necesidad de que Mario la perdone.
Sacó un sobre abierto de su bolso y se lo tendió a Rodrigo, al cogerlo sus dedos se rozaron y ella se sintió cohibida. La mirada de él se oscureció por un momento. Enseguida continuaron como si nada de eso hubiese pasado.
Rodrigo abrió la carta y empezó a leer, mientras estaba concentrado en el contenido, Celeste lo estudió al detalle, era más joven de lo que esperaba, imaginaba que tendría unos 33 o poco más, su cabello era de un rubio cenizo, y su rostro era de facciones fuertes y definidas. Sus ojos azules hipnotizaban cuando miraban fijamente.
Se fijó en que alzaba una ceja a medida que avanzaba en la lectura, cuando terminó la miró fijamente, y con un semblante serio, por primera vez, le dijo:
―Esto es más complicado de lo que pensaba y como bien dices no se trata de ir a buscar a este hombre y dejarle la carta, creo que lo mejor sería citarlo en mi despacho y hablar con él, explicarle el motivo de la citación y darle la carta de Norma.
―Estoy de acuerdo Rodrigo, ¿cuándo crees que deberíamos hacerlo?
―En dos o tres semanas como mucho. Voy a preparar una carta citándolo y quedaremos para que la leas y me des tu aprobación.
―Perfecto, muchas gracias, ahora me siento más tranquila con todo esto ―comentó levantándose para marcharse.
Rodrigo la acompañó a la puerta y al abrirla su brazo rozó el de ella, haciéndola dar un pequeño respingo.
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SOLAMENTE TÚ
RomanceLa segunda novela de la serie TÚ, la historia de los hermanos Alcalá. Mario Alcalá era un hombre que disfrutaba de la vida sin complicaciones, traicionado en el pasado, no quería compromisos con ninguna mujer. Pero su vida sufrirá un giro de 360 gra...