Amistad

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No soporto, perdió el conocimiento y los dragones se entristecieron. Algunos ala cambiantes los alejaron, se la llevaron sin que pudieran salvarla. Su amiga perdió la vida, hasta donde ellos tienen conocimiento.

Los dragones tratan de llegar, así es que ellos ya sabían a dónde acudir en caso de que terminara desmayada. Los dragones de fuego se mantienen cercas, brindando calor, así la mantienen con vida.

— ¿Ahora qué?

Brutacio tiene razón, qué van a hacer.

— Volvamos a Berk.

— Hipo—murmura Astrid.

Los chicos se observan. No hay forma de que su amigo pueda superar este evento. Sin remedio se suben a sus dragones dirigiéndose a su hogar.

El camino fue sombrío. La tristeza abarca sus rostros. Al divisar la isla sueltan un suspiro. Llegan, deciden estar rodeados por los aldeanos. Estorico se acerca apartando a todos.

Bocón al ver sus rostros, pregunta.

— ¿Qué sucedió?

— No logramos salvarla.

Silencio. Los aldeanos se ven. Sin decir nada dejan que los chicos se vayan a despejar la mente. La familias ayudan a sus hijos a despejar su mente.

Los tonos oscuros se apoderan del cielo. La noche ha llegado. Hipo observa el panorama de su aldea, Heather llega, suspira sentándose a su lado.

Minutos en silencios. La azabache entiende su dolor, pero sabe que hay una pequeña esperanza de que su amiga haya sobrevivido.

— ¿Pude salvarla?

Heather se sorprende.

— ¿Pude haberla salvado, Heather?

— Nadie lo sabe, Hipo. No podíamos saber que esto sucedería.

— Si los dragones se enteran vendrán a matarnos.

Heather mira a su dragón y chimuelo jugando.

— No lo sabemos, ellos no han venido, eso dice que no somos responsables.

Hipo aprieta los labios. No ha llorado por su amiga, solo siente rabia, impotencia por no hacer nada, dejar que Diggo gane.

— ¿Por qué Astrid nos escondió su estado?

— Astrid me comentó que ella la amenazó, no tenía opción.

>> Hipo quería protegernos, la conozco, oculta hasta su pasado.

Bien. Como dice su amiga, no hay forma de saber en qué pensabas. Vuelven con sus amigos, hablan sobre sus aventuras, los momentos en como se conocieron hasta el punto el como conocieron a la alfa.

La noche se volvió día. Sin dormir decidieron ir al último hogar. Días sobre volando el mar, viendo cómo de a poco se va volviendo hielo. Han llegado, algunos dragones los escoltan, sin preguntar deciden seguirlos.

Al llegar varios dragones los esperan. Bajan siendo guiados por los pequeños. Aquellos dragones que protegió se acercan, asombrados. Todo es por ella, una chica que lucho por una buena causa.

Los jinetes observan como destruye el acceso al que solía ser el refugio. Las pequeñas crias juegan con la nieve que se ha provocado. Dentro se encuentran diversos objetos que se van ocultando en los bloques de hielo, nieve y algo de tierra.

Todo un mundo sea extinguido. Horas viendo como las llamas consumen la poca naturaleza. Los dragones se fueron hace tiempo, solo quedan ellos. Astrid se acerca a Hipo.

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