Capitulo 2

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Un disparo ensordecedor hizo eco en toda la casa, me deperte sobresaltada y con una mano en mi pecho. ¿Que había sido ese sonido? ¿Que pasaba? Mire el reloj en mi mesita de noche, casi marcaba las cuatro de la mañana. Un grito proveniente del cuarto de fondo me sobresalto más. Retire de inmediato las sabanas de mi cuerpo. Aún traia puesto mi vestido color vino y el maquillaje que habia utilizado esa noche, el grito volvio a oirse de nuevo, a eso le siguieron unos sollozos.
Corrí directo a la puerta para ser conciente de lo que pasaba. Mire al fondo del pasillo donde se encontraba la habitación de Henry, la puerta estaba abierta de par en par, mi madre estaba parada inmovil junto al marco de esta. Henry, no.
Corrí lo que me separaba de su habitación, mi corazón palpitaba tan rápido que podia sentir los freneticos latidos es las paredes de mi pecho.
¿Nunca han sentido que el corazón parece detenerse? Pues no, si el corazón dejara de trabajar, estarían muriendo. Pero veamos, la impresión y el dolor tan grande que sentí, provocó que por una decima de segundo mi corazón dejara de funcionar.
Allí estaba Henry, inmovil, sus ojos cerrados, boca arriba, llacia tirado en la alfombra gris de su habitación.
No lo podia creer, esto era una maldita pesadilla. Lagrimas empapaban por completo mi rostro, nada de lo que veia, mi cerebro lo procesaba. Solo era conciente que en ese maldito segundo, mi vida cambio, pase de ser feliz a ser la más desdichada.

-¡Henry...Henry! - mi madre gritaba su nombre, no una, muchas veces lo hizo, pero él jamás movió una sola parte de su cuerpo. -¡Hijo!...¡Hijo mio!...no por favor no.

Los recuerdos de esa noche aunque eran recientes, estaban muy borrosos en mi mente. Todo paso demasiado rápido para ser verdad.
Su cuerpo, sus ojos cerrados jamás volvieron a mirarme. Mi hermano, mi pilar, estaba muerto. Una pistola en su mano izquierda me llenaba de terror, la sangre brotando de su cien era incontrolable. Se habia suicidado.
Corri junto a mi madre, me aferre a él, me aferre a lo único que quedaba de él.
Esto era irreal, esto era una maldita pesadilla que jamás acabaria.

-¡Henry...no!...¡Tu no!...¡Por favor! - tome su mano, aún estaba tibia, la lleve a mi rostro queria despertar de esto, queria sentir que esta conmigo, vivo como siempre -¡Henry no me dejes!...¡Tu no...hermanito!.

Mi padre tomaba de los hombros a mi madre. La apretaba tan fuerte que sus manos quedaron firmemente marcadas en la piel de mi madre.
Esto era lo peor, no había razones para que el tomara esta estupida decisión.
Llore, llore como jamás lo aría. Esa noche fue la peor de todas, fue la que me detruyo por completo.

-¡Carter, dejalo, sueltalo! -Las manos de mi padre estaba muy aferradas a mi hombros, pero no, yo jamás soltaria a Henry.

-¡NO! -grite con todo lo que en mi quedaba. El dolor, la tristeza y la rabia de perderlo, sacaban lo peor de mi.

-¡vamos, Carter, dejalo ir hija! -oh no, no estaba diciendo esto. ¿Dejarlo ir? Eso era una vil tonteria, jamás debí dejarlo ir.

-¡NO!...¡SUELTAME MALDITA SEA! - no, jamás queria soltarlo, él era mi todo. - ¡SUELTAME CARAJO! - lagrimas empaparon mi cuello y pecho, queria que él despertara y que nada de esto fuera verdad. -¡SUELTAME PATRICK! ¡QUITA TUS SUCIAS MANOS!

Eso lo enfureció más , porque rodeo con sus brazos mi cintura tratando de separarme de Hanry. Pero no, yo le prometi a mi hermano que jamás me separaria de él y esta no seria la excepción.

-¡CON UNA MIERDA, SUELTAME! - lanse golpes a diestra y siniestra, patadas, resguños y cachetadas. Hasta que por fin logre soltarme de su agarre y volvi aferrarme a mi único hermano - Henry, hermanito, te amo. - le susurraba tan bajo porque ya no podia más, el dolor no me permitia poner en orden mis pensamientos.

Mi madre lloraba arrodilla junto a mi padre, quien se fue en cuanto sonó su movil. Esto era el madito colmo.
No medi el tiempo que estuve aferrada al cuerpo de mi hermano, pero eso no importaba, solo eramos el y yo.

Cabos SueltosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora