CAPÍTULO 1: ENAMORADOS

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CAPÍTULO 1: ENAMORADOS

Sam salió de su casa sonriendo. No podía creerse que su NOVIO estuviera esperándolo para llevarlo al instituto. Hacía tan sólo cinco días que se había dado cuenta de lo que sentía por Blaine y las cosas habían evolucionado rápidamente. ¿Qué sentido tenía que se dieran tiempo si ya se conocían desde hacía tiempo?

El jueves, después de que ambos confesaran sus sentimientos, intentaron salir, pero la señora Anderson no les dejó argumentando que al día siguiente tenían que ir a clase, por lo que la pospusieron al día siguiente. Ese fue el día más complicado para ambos en el McKinley. Querían gritar a los cuatro vientos que iban a salir juntos y que había algo más que amistad entre ellos, pero hasta que no tuvieran la cita y supieran que no era sólo un deseo, no iban a arriesgarse. Sin embargo, se encontraron deseando cogerse de la mano o besarse delante de todo el mundo, sin importarles nada más. Se controlaron, pero eso no evitaba que lo quisieran.

La cita fue todo lo que ellos habrían deseado. Seguían siendo ellos, pero a la vez daban pasos para dejar de ser amigos y transformarse en lo que ambos esperaban, una pareja. El resto del fin de semana siguieron juntos, explorando lo que les gustaba y lo que no, encontrando la manera de ser una pareja, de ser más que un Bromance.

Por eso, el domingo a última hora, antes de despedirse, Sam le había pedido a Blaine hacer su relación oficial y ser novios. La sonrisa del moreno y la manera en que se iluminaron sus hermosos ojos avellana le hicieron ver que había tomado la decisión correcta. Si eso no fuera poco, el "sí" que Anderson le dio, seguido del beso más pasional e intenso que se habían dado, le indicaron que estaba haciéndolo muy feliz.

Evans entró en el coche de su novio y le dio un beso de buenos días. Los dos se sonrieron antes de que Blaine encendiera el motor y comenzara el camino hacia el instituto. Como siempre, se dedicaron a cantar las canciones que ponían en la radio, relajados porque no tenían que esforzarse para causar una buena impresión.

Eso era lo que más felices tenía a ambos. En sus relaciones anteriores, habían tenido que cambiar para amoldarse a lo que sus parejas querían y necesitaban de ellos. Ahora, Sam sabía que podía hacer imitaciones y que el otro reiría con él, que podía ver Avatar una y otra vez sin que le dijeran que debía ver otra cosa, que podía hablar horas de superhéroes y que su novio entraría en la conversación... Por su parte, Blaine sabía que no tenía que olvidar ninguno de sus gustos, su novio lo acompañaría en algunas cosas que les gustaba a ambos, pero que no le impediría realizar otras actividades, aunque él no compartiera esa pasión. Se amaban tal como eran, tan simple como eso.

Al llegar al McKinley, Sam salió rápidamente del coche para intentar llegar a abrirle la puerta a Blaine. El moreno, al no darse cuenta del gesto, abrió la puerta él mismo, pero sonrió al ver que el rubio llegaba justo para extender la mano y ayudarle a salir del vehículo.

–Intento ser un caballero aquí. –El más alto protestó, fingiendo que estaba molesto.

–Lo siento, no estoy acostumbrado. –Anderson reconoció, algo sonrojado.

–Supongo que hasta ahora los dos hemos tenido que trabajar mucho para contentar a nuestras parejas... Nos va a costar un poco acostumbrarnos a que los dos queremos hacer algo por el otro y a que el otro no espera que hagamos algo. –Evans se encogió de hombros.

–Eres realmente inteligente, Sammy. –Blaine miró a su novio con amor y admiración.

–Yo... Sabes que no... –El rubio se sentía algo cohibido, sus notas no eran las mejores... Bueno, realmente eran un desastre.

–Eres inteligente... Tienes problemas a la hora de estudiar por tu dislexia, pero no eres estúpido. Si la gente parara a conocerte, lo sabría. –El moreno se puso de puntillas para eliminar la diferencia de altura y poder besarlo en los labios. Sin embargo, en el último momento paró, no sabía si su novio quería salir del armario en ese momento y de esa manera.

Evans se dio cuenta de que su pareja quería besarlo, pero, en el último momento, se arrepentía, por eso, cuando quiso retroceder, lo agarró por la cintura y fue él quien eliminó la distancia que había entre sus labios para besarlo con dulzura.

–Vamos, tienes que ir al despacho de Sue y yo tengo que ir al aula de arte. –Sam agarró la mano del otro y lo guio hacia el instituto.

–¿Tienes luego entrenamiento? –Anderson preguntó.

–Sí... ¡No me había dado cuenta! ¡Somos la pareja cliché! –El rubio se paró en seco.

–Somos cualquier cosa menos cliché. –Blaine lo miró extrañado.

–¿El Quarterback saliendo con el capitán de las Cheerios? ¿De verdad piensas que no somos cliché? –El más alto sonrió algo presuntuoso.

–Tienes razón... Vamos a ser coronados la realeza del baile. –El moreno susurró casi sin darle importancia.

–¡Por supuesto que sí! Somos la pareja más atractiva del McKinley. –Evans estaba entusiasmado. Sin embargo, se tuvieron que separar porque tenían obligaciones.

Para cuando Sam y Blaine llegaron de la mano a la sala del coro, todo el McKinley sabía que estaban juntos. Sin embargo, pocos habían podido hablar con ellos. Por eso, al entrar, Kitty les dio su particular bienvenida.

–Ya era hora de que resolvierais toda esa tensión sexual, empezaba a ser deprimente. –La rubia sonrió. Ella y el moreno se habían acercado mucho gracias al entrenamiento con las animadoras. A pesar de que en un principio podía causar mala impresión, en el fondo aparentaba esa frialdad porque no quería que la dañaran. Sin embargo, se sentía segura junto a su amigo.

–No me puedo creer que Sam sea gay. ¡He perdido una apuesta! –Jake dijo desesperado.

–¿Necesitas que te haga un plan de pagos? –Ryder sonrió, había ganado 10$ por la apuesta.

–No soy gay... Puede que bisexual, pero no he pensado mucho en eso. Me gusta Blaine y me siento atraído por las mujeres, no me he parado a ver si también me siento atraído por otros hombres. –Sam informó algo confundido mientras se sentaba en su silla.

–No te preocupes, tendremos tiempo para averiguarlo si quieres. No tienes que ponerte etiquetas, pero si necesitas mi ayuda puedes contar conmigo. –Blaine le dijo en tono cariñoso y se sentó a su lado.

–¡Qué bonito! –Brittany comentó, estaba encantada de que su ex encontrara a alguien que pudiera amarlo completamente. Ella todavía amaba a Santana y no podía ser lo que Evans necesitaba, pero Anderson sí. El moreno sonrió hacia ella, ya no había motivos para tener celos, sólo debía confiar en la persona en la que siempre había confiado, la que nunca le había fallado.

–Bueno, chicos... –Will entró, dispuesto a comenzar la clase. –Debemos escoger las canciones para los regionales.

Perseguido (Blam - boyxboy)Where stories live. Discover now