CAPÍTULO 5: LA VUELTA DEL PASADO

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N/A: Gracias a todos por leer y comentar... Hoy es el cumpleaños de Darren y lo celebro de la mejor manera que sé...

CAPÍTULO 5: LA VUELTA DEL PASADO

Faltaban sólo tres días para los Regionales y todos los miembros de New Directions estaban nerviosos. Sabían que después de la victoria en los Nacionales del año anterior tenían que pasar al menos esa eliminatoria. Sin embargo, a diferencia de lo pasado en los Sectionals, habían decidido intentar tomarse las cosas con calma.

Por eso, la alegría de Sam durante los últimos días había contagiado a todo el equipo. Pero es que... ¿Cómo no iba a ser feliz? Tenía al mejor novio del mundo, había aprobado el examen de literatura que tanto le preocupaba, se había dado cuenta de que sus notas iban a mejorar hasta el punto de que se graduaría con una nota media aceptable y, además, su primo, al que no veía desde hacía casi años iba a vivir con ellos.

Henry era tres años mayor que él y había vivido en Ohio hasta que se graduó. No coincidieron y exactamente no recordaba en qué ciudad había vivido, ya que sus tíos se habían mudado definitivamente dos días antes de que los Evans llegaran a Ohio.

Mary, la madre de Sam, había lamentado porque le habría encantado poder pasar más tiempo con su hermana, pero le encantaba pensar que iba a ayudar a su sobrino. El joven había conseguido una beca para estudiar en una universidad privada porque era bueno jugando al fútbol americano, pero una mala decisión (un asunto de drogas) había acabado con su carrera deportiva y universitaria. Tres meses en un centro de rehabilitación y por fin estaba dispuesto a comenzar su nueva vida, aunque le aconsejaron que cambiara de ambiente.

Por eso los Evans le habían ofrecido su casa para buscar una oportunidad y reconducir su vida. Confiaban en ayudarle y que no recayera en esa horrible enfermedad que tanto le había quitado ya.

Sin embargo, a Sam nada de eso le importaba. Sólo veía la oportunidad de tener a su primo a su lado. Era cierto que hacía mucho que no se veían, pero pensaba que podría encajar con sus amigos... Sobre todo, esperaba que se llevara bien con Blaine.

Cuando acabó el ensayo de New Directions, Evans salió corriendo a buscar a su primo sin siquiera esperar a su novio. Blaine no le dio más importancia, sabía que su pareja estaba emocionada por la visita.

–¿Hoy los siameses no se van juntos? –Kitty preguntó intrigada.

–Henry va a venir al McKinley y Sam tiene muchas ganas de verlo. –El moreno explicó.

–¿Te va a cambiar por otro? No está bien... –La rubia comentó casi con malicia.

–Es su primo. –El líder del coro se encogió de hombros.

–¿Vamos a conocerlo? –Ella propuso, haciendo que el otro la mirara con el ceño fruncido. –¿Qué? Igual la belleza es genética y es hetero para que pueda ligar con él.

–Vamos.

Los dos salieron del aula y comenzaron a caminar hacia la salida. Al llegar al girar para llegar a la taquilla de Blaine, se encontraron con Sam, que caminaba hacia ellos con un joven a su lado. Al principio, el moreno y Kitty sonrieron, deseando acercarse a ellos. Sin embargo, cuando Anderson consiguió ver bien al primo de su novio, algo dentro de su estómago se revolvió. No lo podía creer, no podía ser... ¿Por qué cuando habían apartado de su vida a Mercedes y Kurt y sus padres aceptaban su homosexualidad, aparecía él?

La última vez que había visto a Henry Watson fue hacía tres años y medio, en el baile de Sadie Hawkins al que había asistido junto al otro chico gay del instituto. Recordaba verlo dirigiéndose hacia ellos cuando estaban en la calle esperando a que fueran a recogerlos. Recordaba cómo los había insultado y cómo había sido el primero en golpearlos.

En ese momento, su estómago no pudo soportar más ese movimiento y corrió al baño sin siquiera decir nada. Tanto Kitty como Sam y Henry lo siguieron para saber qué pasaba. A los tres les extrañó encontrarlo vomitando en uno de los retretes.

–B... ¿Estás bien? –El rubio se acercó y le acarició la espalda.

–No ves que no. –La animadora respondió cruzándose de brazos. No podía creer que esa fuera la pregunta que le hacía. –Blaine... ¿Te llevamos al médico?

–No... No hace falta... Seguramente sea algo que me ha sentado mal. –Anderson respondió mientras se ponía de pie. Rápidamente, Sam se puso a su lado y lo ayudó a llegar al lavabo para que se limpiara un poco.

–¿Te llevo a casa? –Su novio preguntó.

–Sí, por favor...

–Yo os puedo llevar en el coche... –Henry ofreció.

–¡NO! –Blaine gritó y todos se sorprendieron. El moreno se sonrojó, avergonzado por lo que acababa de hacer y, sobre todo, porque después de tantos años seguía teniendo miedo de un homófobo. Miró a su pareja y decidió aclarar. –Si me llevas a casa con mi coche, mañana puedes pasar tú a recogerme o vienes al instituto con mi coche.

Kitty miró a su amigo con los ojos entrecerrados. Ahí había algo raro, pero no quería preguntarle qué. Suponía que ya podría hablar con él en algún momento. Sam puso su mano en la frente de su novio para comprobar que no tenía fiebre y la Cheerio notó que ese inocente gesto incomodaba a Anderson, lo que aumentó las sospechas de la joven.

–Henry me puede llevar a mí a casa, ¿verdad? –La rubia sonrió al aludido. Durante un segundo, le pareció que Blaine sentía pánico por esa petición, pero fue tan fugaz que ella empezó a pensar se la había imaginado.

–Me parece bien. –El mayor de los primos asintió.

–Sam, puedo caminar yo... –El líder de New Directions protestó al darse cuenta de que su novio pretendía sujetarlo durante todo el camino hacia el coche.

–Deja que te mime, eres mi novio, al fin y al cabo. –Evans le besó la frente.

En ese momento, Kitty se dio cuenta de que Henry se sentía incómodo por el comentario. Si no tenía suficiente con el comportamiento extraño de Anderson, ahora tenía que preocuparse de la probable mente cerrada del primo de Sam, que iba a vivir con él...

En ese momento se dio cuenta de algo... Su compañero de Glee Club le había contado que su primo había vivido en Ohio... ¿Había alguna posibilidad de que se conocieran? ¿Era por eso por lo que el capitán de los Cheerios se mostraba así? ¿Qué tenía que ocultar Henry?

–¿Están tus padres en casa? –Sam preguntó, ignorando lo que su amiga estaba pensando.

–No, los dos están trabajando. –Su novio susurró en respuesta.

–Henry, dile a mi madre que igual llego tarde a cenar. Cuéntale que Blaine se encuentra mal y que sus padres no están en casa... No iré a casa hasta que llegue uno de los dos, no quiero que se quede solo así.

–No es necesario... –Anderson intentó protestar, pero esa vez fue Kitty la que habló.

–Según tú, es algo que te ha sentado mal, ¿no? Bueno, en ese caso, es mejor que alguien te cuide, por si empeoras... ¿O es que acaso nos estás ocultando algo y sabes que en casa te encontrarás mejor? –La rubia cuestionó con malicia.

–Está bien... Vámonos ya, por favor.

Los cuatro salieron juntos del instituto sin decir nada más. Una vez en el aparcamiento, se separaron para seguir cada uno su camino.

Perseguido (Blam - boyxboy)Where stories live. Discover now