CAPÍTULO 9: LA RUPTURA
Blaine llevaba las gafas de sol cuando llegó al McKinley. Apenas había podido dormir y había estado casi toda la noche llorando. Era consciente de que sus padres sabían que algo le había pasado, pero agradecía que no le hicieran preguntas. Sabía que les preocupaba, lo había visto en sus rostros cuando se los había cruzado antes de salir.
No sabía cómo había conseguido salir del vestuario la noche anterior y llegar a su casa. Estaba totalmente destrozado y lo único que sentía era dolor. No quería acabar con su relación con Sam, pero jamás se perdonaría si acababa herido o peor aún.
En ese momento, lo único que deseaba era lo único que no podía tener. Deseaba que Sam lo abrazara y le dijera que todo iba bien. Sin embargo, sabía que no podía pasar.
Iba a evitar encontrarse con su pareja hasta que llegara la hora del Glee Club. Por eso le había mandado esa mañana un mensaje poniendo una excusa por la cuál debía estar pronto en el instituto y le pidió a Tina que fuera a buscar a Sam para que no tuviera que caminar hasta el McKinley.
Sintió una pequeña molestia en el estómago. Llevaba desde la hora de la comida del día anterior sin comer. Si a la tristeza por lo que iba a hacerle a Sam le añadía lo que le había dicho la entrenadora, estaba convencido de que iba a comer muy poco en los próximos días.
Entró en el instituto y corrió al auditorio para esconderse allí, era el lugar que había escogido para estar a solas y evitar que nadie lo viera.
Sam estaba volviéndose loco. No había visto a Blaine en todo el día y ni siquiera había respondido a los mensajes que le había mandado a la hora de comer. Si no fuera porque Tina y Artie le habían dicho que lo habían visto, pensaría que no había ido al instituto. Sin embargo, no le tranquilizaba lo que sus amigos habían visto. Los dos habían coincidido en que no se veía muy bien. Por eso no podía esperar a que entrara en la sala del coro y preguntarle cuál era el problema.
Entonces lo vio llegar... Junto a Mr. Schuester. Adoraba a su profesor, pero habría preferido que tardara un poco para poder hablar con su pareja... Lo que él no sabía, era que el propio Anderson había estado esperando para llegar a la vez que Will.
Blaine se sentó junto a Sam porque era el único sitio libre, pero evitó mirarlo durante toda la clase. Se sentía observado, sabía que todos en algún momento habían estado pendientes de su actitud, pero él aprovechó que Ryder iba a cantar esa tarde para intentar pasar desapercibido. Unos pocos minutos y todo habría acabado...
Sam suspiró aliviado cuando la campana anunció el fin de la clase. Las ojeras de Blaine, ese aire de tristeza que llevaba... Todo lo tenía tan preocupado que deseaba poder hablar a solas con él cuanto antes. Empezaba a entender por qué los padres de su chico habían estado tan preocupados, seguramente ellos habían notado ese comportamiento extraño antes que él. Lo importante era descubrir qué le pasaba y ayudarlo.
–¿Puedes esperar? –El rubio le preguntó a su novio mientras le agarraba la mano con suavidad. Le dolió que el otro la apartara como si quemara, pero prefirió no comentar nada.
–Prefiero si vamos a otro sitio a hablar... –El moreno miró a su alrededor y Kitty empujó a Jake y Unique hacia la puerta y cerró tras ella, comprendiendo que los chicos necesitaban privacidad. Ella más que nadie se preguntaba que le pasaba al capitán de los Cheerios.
–¿Qué te ocurre? –Evans se intentó acercar a su pareja, pero éste retrocedió. Ese gesto dolía, pero no quería enfadar al otro.
–Nada, yo estoy bien... Lo único que pasa es que no sé como romper contigo. –Anderson decidió que tenía que ser cruel. Era la única manera de que el otro lo odiara. –No te amo, sólo siento atracción y... ¿De qué me sirve si no me das sexo? No me apetece seguir con esta farsa, prefiero terminar contigo...
–¿Qué? –Sam apenas pudo respirar... ¿Era eso cierto? ¿Sólo lo había utilizado por su cuerpo? En ese momento, algo dentro de su cerebro despertó. ¡Eso era imposible! Blaine se había esforzado mucho en aumentar su autoestima, en que fuera aceptado en Pratt, en que dejara de sentirse un cuerpo...
–Lo siento, pero no quiero nada contigo.
–Dímelo mirándome a los ojos. –El rubio dijo con confianza. Se dio cuenta de que el otro evitaba mirarlo y parecía que cada palabra dolía. Esperó unos segundos y al darse cuenta de que el otro no iba a decir nada, decidió acercarse. –¿Qué ocurre? ¿Por qué querías dejarme?
–Porque no te amo. –El moreno había utilizado esos minutos para reunir la fuerza para decir esa frase. Intentó mantenerse fuerte, tenía que hacerle llegar a Evans el mensaje.
–¿De verdad? –Sam susurró dolido.
–De verdad.
El rubio salió corriendo de la sala al escuchar a Anderson pronunciar esas palabras. No miró atrás, por lo que no pudo ver como el otro rompía a llorar ni como se sentaba en el suelo y abrazaba sus rodillas, totalmente destrozado.
Sam estaba en casa, no tenía ganas de hacer nada. Se había tumbado en la cama y no se había movido ni para ir al baño. No entendía lo que había pasado. Blaine parecía tan feliz y enamorado... Sin embargo, empezó a estar raro y acabó dejándolo. ¿Sería que se había dado cuenta de que ya no lo amaba y por eso estaba así?
Su móvil sonó y miró la pantalla, esperando que fuera su ex diciéndole que se arrepentía y que realmente lo amaba, que sólo se había dejado llevar por el miedo. Sin embargo, su sorpresa fue inmensa cuando vio que era la madre de Blaine.
–¿Diga? –El joven respondió intrigado.
–Sam, por favor, dile a mi hijo que me parece estupendo que quiera pasar tiempo contigo, pero ya es muy tarde y mañana tenéis que ir al instituto. Ah, y que la próxima vez que vaya a cenar fuera de casa me avise. –Pam dijo algo enfadada.
–Blaine no está aquí. –El rubio comentó casi en un susurro.
–¿No está contigo? –La voz de la madre había cambiado completamente. Ya no sonaba enfadada, más bien preocupada.
–Hemos... Discutido, supongo... No sé... No lo he visto desde que han acabado las clases. –El chico informó, él también empezaba a preocuparse. Miró el reloj y eran las once de la noche. ¿Dónde se había metido Blaine?
–Llamaré a Tina, igual está con ella... –La mujer comenzó a decir, pero era evidente que estaba nerviosa.
–Yo llamaré al resto de New Directions, alguien tiene que saber dónde está... Si descubro algo te aviso. –Evans prometió.
–Gracias Sam... No sé qué le pasa a mi hijo, pero es muy raro todo lo que está pasando... –Pam confesó, llevaba días pendiente de Blaine y sabía que algo le pasaba. No se lo diría a Sam, pero ella sabía que su pequeño jamás dejaría al amor de su vida salvo algo más grave. Sólo tenía que descubrir qué pasaba.
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Perseguido (Blam - boyxboy)
FanfictionCuando Blaine por fin alcanza la felicidad, su pasado volverá para arrebatarle todo lo bueno que ha conseguido...