Algunos piensan que los dragones realmente existieron en tiempos inmemoriales, inspirándose en fantásticas leyendas que así lo afirman...
Bestias que podían transformarse en lo que quisieran inclusive en humanos para así poder mezclarse entre ellos...
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—Abuelo, ¿qué significa "Nihaive*"?
—oh, esa es una palabra con muchos significados. El dragón me dijo que si un día te encontrabas con uno herido le recitaras estas palabras y él enseguida sabrás que quieres ayudarlo...¡ah! Pero ten cuidado de no divulgarlo, son secretos que ellos guardan con recelo. —
—¿Por qué él te lo dijo?- preguntó con la curiosidad dibujada en su rostro. El anciano sonrió acariciando esas mejillitas rosadas cubiertas de pecas.
-porque confiaba en mí y yo en él— Izuku abrió más los ojos fascinado por las palabras del mayor, luego dirigió la mirada a aquel viejo libro en las manos de su abuelo. Éste lo hojeó pasando por algunas hojas quemadas y otras llenas de lo que parecía manchas de plantas. Estaba muy maltratado pero aun así, el anciano lo veía con suma ternura. De pronto, la voz de su hija, hablando con un desconocido lo alertó levantándose de la cama y dejando al pequeño pecoso en el suelo.
— ¿abuelo? —
—escucha Izuku— le entregó el maltratado libro en las manos— un día lograrás entender lo que aquí dice— sollozó tratando de ser fuerte y no derrumbarse frente a su único nieto—y cuando ese día llegue, conocerás también el otro significado de esas palabras...mientras prométeme que te cuidarás, a tu mamá y a el— señaló el libro antes de abrazarlo con fuerza y darle un beso en la frente. Izuku asintió con lágrimas en los ojos, no entendía que sucedía pero sentía que no volvería a ver s u abuelo.
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—¡No se lleven al abuelo! ¡Mamá! ¿Por qué se llevan al abuelo?... ¡no quiero que se lo lleven! —
—Izuku...cariño... —
—¡no mamá! ¡Diles que lo suelten! — el pequeño niño gritaba con lágrimas en los ojos mientras estiraba las manitas hacia los sujetos con vestiduras blancas, mismos que sujetaban a su querido abuelo y lo encaminaban a lo que parecía un carruaje negro y escrituras raras encima.
—¡Déjenlo!..¡Él no hizo nada! —
El mayor le sonrió y negó con la cabeza, siendo lo último que le dejaría a su niño; su sonrisa.
"los dragones no entregan su confianza a nadie, salvo a quien le demuestre lealtad y el significado de la vida"
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