15 Deseo

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—Dime…por favor —

Izuku hablaba mientras su cuerpo comenzaba a tensarse. Pero Bakugou apenas podía escuchar las palabras que salían de los labios del pecoso, estaba ocupado husmeando en el cuello delgado lleno del aroma convertido en torbellino. Izuku se aturdió al sentir los caninos raspar su piel sudada, apenas podía contener la respiración y articular las palabras necesarias para saciar sus dudas que surgían en su mente.

Su calor estaba a flor de piel , retumbando en todo su cuerpo preparándose para el siguiente paso, casi como una reacción involuntaria ante el poderoso aroma a lava puro del dragón. Por inercia inhaló llenando sus pulmones para después colocar ambas manos  sobre los gruesos bíceps, deleitando a su omega interior hasta que sintió sus piernas temblar y debilitarse ante el toque brusco de lo que era un beso, con las orejas rojas y los ojos cristalinos…

—Kacchan….yo...—gimoteo sintiendo su excitación llegar, estaba seguro ahora que lo que vendría no tendría vuelta atrás cuando Katsuki lo sujeto sin dejarlo respirar, algo torpe pero necesitado. Por supuesto que su aroma ahora era una tormenta de miel y dulces abrumando al dragón.

—Iruṅkaḷ.... Eṉ omēkāvāka iruṅkaḷ [quedate....y se mi omega]— 

Izuku estaba en un letargo donde la parte racional se había difuminado y las palabras quedaron distorsionadas en un recuerdo. 

[…]

—Asi que, fuiste vencido por un omega ~no lo creía de ti, Dabi ~— la chica rió mientras jugueteaba algunas monedas de oro.

—Decidí marchar por un bien, tenemos otros planes y ellos sólo nos están atrasando— el dragón se recostó nuevamente ya con el ojo recompuesto. Sinceramente no pudo transformarse a tiempo, la abrumadora ira del rubio le hizo arrodillarse por unos segundos, ese odioso aroma a lava... — las crías tendrán edad suficiente para la fabricación, se venderán bien. Y ese omega lo despellejaré vivo en cuanto lo tenga en mis manos—

—oh pero ÉL lo quiere, le sembraste la curiosidad con tu trágica historia —ella se burló— Igual tendría un valor alto en el mercado, después de todo nos arruino la venta anterior. 

—¡Es culpa de ese dragón rojo! ¡de no ser porque los mocosos comenzaron a llorar los tendría en mis manos! —Jin gruñó vendando el brazo a medio sanar —Aunque Dabi quieres un pez más grande ¿no?, a ELLA— Dabi bufo cerrando los ojos. Era verdad, iba tras un dragón más grande, la mujer que le hizo esas cicatrices. 

—Reune a los demás, el plan cambio, nos marchamos por la mañana, ÉL seguro querra mas de dos omegas ahora— La mujer sonrió saltando hasta los otros cuartos, donde había dos pequeños omegas atados de manos y pies. Sucios y llenos de moretones, con señales de no haber dormido ni comido bien en días.  

—¡Ah! Olvide decirte, Akaguro aviso que el grupo que esperábamos se desvío, tendremos que partir sin ellos, ya él se ocupará de la venta— se acercó a uno provocando que el miedo cundiera en su ser —no te asustes, cosita, pronto estarás en un mejor lugar — canturreó tomando sus cosas y haciendo que se pongan de pie —los niños híbridos no se hacen solos — ella les sonrió tétricamente. 

Toga, era un dragón hembra híbrida  pero jamás pudo transformarse en uno, apenas los colmillos y algunas escamas brotaban de su piel maldecida al no poder concebir.

"No hay nada más ruin que la traición"

[…]

La mañana llegó con bruma y amenazas de lluvia. A lo lejos las colinas comenzaban a adornarse de frias capas de hielo. El invierno traerá algunas lluvias.

EL OMEGA DEL DRAGON [KATSUDEKU/OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora