EL OMEGA DEL DRAGON [KATSUDEKU/OMEGAVERSE]

6.- En la ciudad

"Matar un dragón era considerado un pasaporte a la riqueza, y la demostración de que un héroe era realmente hábil y astuto"

— ¿Despertó?... —

—aun no... lleva dormido casi un día... ¿estará bien? —

—la curandera mencionó que estaba fuera de peligro, aunque no deduce cómo se hizo esa herida—

—Izuku es muy curioso... espero no se haya topado con algún ...—

—¡ni lo diga Señora Midoriya!... —

Ambos quedaron en silencio. Después, la mayor se puso de pie carraspeando —iré por algo de comer, cuídalo por favor— Kaminari asintió viéndola salir. Luego regresó la vista al de ojos verdes quien justo comenzó a moverse hasta despertar. Su amigo quien le cuidaba sonrió aliviado de verlo regresar que lo abrazó un poco.

—¡crei que no despertarías!... — después se separó para encararlo —¡¿qué fue lo que paso?! Y ¡¿quiénes eran esos sujetos?! — comenzó a hacer preguntas dejando un poco atontado a su amigo.

—c-calma... ¿le has dicho algo a mi madre? — el rubio negó —te contaré todo pero promete que no saldrás paranoico de aquí...— Kaminari comenzó a asustarse.

Katsuki olfateaba el aire en busca de algún rastro de aquellos cazadores en lo que esperaba que Kirishima regresara del patrullaje.

—¡Nada! — gritó al instante que se transformaba en humano, le quedaron algunas escamas en sus rostro y brazos. Bakugou gruñó satisfecho al saber que no había mas de aquellos humanos. Pero no descartaba la posibilidad de que más se acercaran a sus dominios. No culpaba al omega, pero si a aquellos cazadores. Ya había visto alguno merodeando zonas apartadas del bosque, pero no actuó.

—bien... regresemos entonces...— al dar unos pasos, entre el pasto logro divisar algo curioso. Quiso ignorarlo pero no pudo, con mala gana se acercó sacando una especie de libro, forrado con cuero un poco viejo. Katsuki olfateó y gruño reconociendo el aroma.

—¡Oh!... es del conejito — menciono Kirishima limpiando un poco una de sus alas. Katsuki le observó fulminante ¿cómo había dicho? —el chico lo traía pero supongo lo perdió cuando cayó... me pregunto si estará bien...— El rubio iba a aventarlo pero un dibujo le llamó la atención. Ganando su curiosidad innata comenzó a hojear aquel desgastado libro. Kirishima se le unió.

Entre las hojas, había dibujos de plantas que conocían muy bien, árboles y algunas frutas. Dibujos de una mujer mayor y algunos del pueblo. En las hojas más viejas y amarillentas había escritos que Katsuki pudo leer pero no interpretar. Kirishima apuntó el ave de plumas rojas y rió porque son muy difíciles de cazar. Mientras Kirishima estaba maravillado con aquel descubrimiento (era la primera vez que veía algo asi) Katsuki mentalizaba que ya había tenido contacto con un "libro" , una vez, en su infancia, unos años atrás.