Había tenido varios amantes, varios encuentros pero ninguno logró hacerlo sentir lo que esa chica, nunca lamentó perder o abandonar a alguien... pero perderla a ella lo hirió tanto que Stephen se sorprendió por sentir con tanta intensidad por primera vez desde que fue inmortal. Entonces se dio cuenta que no estaba muerto, solo no era normal, porque estaba tan vivo como cualquier otro ser vivo y no permitiría que su hermana le arruinara eso.
Desde entonces Stephen siguió huyendo de continente en continente, país a país, ciudad a ciudad, buscando los lugares más seguros y donde nadie le preste atención a un hombre solitario y con ojos rojos. Cuando se enteró de que en un pueblo pequeño de Wyoming E.U.A. abundaban los licántropos, corrió hacia allá con la idea de que su hermana nunca lo buscaría allí.
Se adaptó bien allí, consiguió un trabajo y un casa, con lo que había aprendido a dibujar con aquella chica humana latina y sus décadas de práctica hacía dibujos espectaculares, se le ocurrió la idea de hacer tatuajes para hacer dinero.
Y cuando tenia que alimentarse visitaba el hospital donde sobornaba a un médico para que le vendiese sangre del banco, y se volvió adicto a cierta sangre; estaba seguro que era de una sola persona, y no tenía nada que ver con el tipo de sangre, era el aroma embriagante que lo inundaba, un sabor que era suave para su garganta, lo satisfacía en el momento peo apenas se desvanecía el sabor de su boca ya ansiaba más.
Notó que había un licántropo de nombre Mike, quien siempre al pendiente de todos los habitantes de ese pueblo llamado Lynchills, los protegía. Sabía que su presencia molestaría al hombre lobo; así que intentó ser discreto.
Y así lo hizo, mantuvo un bajo perfil, o lo intentó, hasta un día que visitó un bar después de ver un flyer que anunciaba la "Noche de Queen, presentando al nuevo guitarrista de la banda local" había asistido a un concierto de Queen cuando la banda estaba en su juventud, eso bastó para que Stephen los considerara de sus bandas favoritas. Decidió visitar el bar y divertirse un poco escuchando buena música, aunque fuesen covers.
Fue en ese bar donde percibió un aroma familiar, la persona que portaba esa sangre que era como su droga estaba ahí, buscó caminando alrededor pero no pudo encontrar la fuente de ese aroma hasta que la presentación terminó, los de la banda bajaron del escenario, detrás de ellos una chica pequeña y rubia caminaba con inseguridad y con ojos que suplicaban salir de ahí; la banda la dejó atrás sola, fue la oportunidad perfecta para acercase a ella.
—¿Puedo invitarte un trago?— Fue su primer pregunta, la chica alzó la mirada, esos ojos grises detrás de las gafas debilitaron las piernas de Stephen, y el aroma adictivo lo inundó, por un momento quiso echar todo a perder, quería llevarse a esa chica rubia y beber su sangre hasta saciarse, pero se recordó a sí mismo que había dejado ese comportamiento muchos años atrás.
—Soy menor de edad— la respuesta de la rubia fue cortante, acompañado con la intención de caminar para alejarse
—La mayoría aquí son menor de edad y están tomando— Stephen caminó detrás de ella
—Ok, entonces seré directa, no quiero que me invites un trago
—No es necesario tomar, solo quiero platicar— Stephen insistió
—No quiero, solo quiero irme de aquí— la frustración de la rubia era notoria
—Te acompaño a tu casa
—Estaría loca como para dejar que un extraño de un bar me acompañe
—¿Es por eso que te niegas? Bueno me presentaré, mi nombre es Stephen ¿cuál es tu nombre?
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Relatos de Lynchills
WerwolfLynchills ha sido el nido de varias historias sobrenaturales y peligrosas incluso antes y después de la historia de Darren.