Epílogo pt. 4

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Las balas no lograban hacerle daño a Stephen aún si eran de plata pues solo lo atravesaban y el ardor era instantáneo, el hombre se rindió y soltó la pistola, permitiéndole a Stephen acercarse lo suficiente... pero el vampiro no pudo hacer nada, el hombre tenía una cruz de plata del tamaño de su antebrazo, la cual utilizó para quemar las manos de Stephen.

Tiffany disparó hacia el hombre pero su puntería no era buena y le dio a Stephen, tampoco le afectó al vampiro pero miró a Tiffany y sonrió.

—¿sigues aquí? Vete—le ordenó—Salva al bebé, te veo en casa

Tiffany asintió y huyó con Michael en sus brazos.

Esa distracción le permitió al hombre enterrar la cruz en el pecho de Stephen, esta vez el vampiro sintió el verdadero daño, todo su cuerpo ardía y sus rodillas se doblaron, intentó sacar la cruz pero estaba muy débil y sus manos se quemaron de inmediato, pronto sintió fuego dentro de su cuerpo.

El hombre tomó la pistola y corrió en dirección a donde Tiffany había huido.

*

Darren ayudó a Nikki a levantarse.

—¿Puedes caminar?

—si... ¿Michael? ¿Donde está?—ella preguntó de inmediato

Ambos buscaron con la mirada, solo pudieron divisar a Stephen en el suelo agonizando.

Corrieron hacia él y se horrorizaron al ver la cruz en su pecho, se agacharon para ayudarlo

—Tiffany...—Stephen susurró y señaló hacia donde se había ido, de la misma dirección donde se escucharon balazos

—¡ve allá!—Nikki le ordenó a Darren en un grito—yo me quedo con Stephen

Darren no dudó en obedecer.

Nikki examinó a Stephen

—Stephen la cruz no te atravesó, la sacaré ahora...—Pero Nikki notó que la cruz efectiva y exactamente estaba en su corazón.

Ella tomó la cruz con sus dos manos y la sacó, la lanzó lo más lejos posible de ellos, pero sus manos se quedaron impregnadas de limaduras de plata...

Y pensó que si sus manos quedaron así, entonces el corazón de Stephen...

—¡No!—ella exclamó, trato de alzar la cabeza de Stephen con sus manos, pero lo soltó de inmediato al ver que sus manos quemaron la piel del vampiro.

Nikki -ahora con la mentalidad de cazadora- comprendió porque los vampiros solo morían con la estaca de plata, la sangre no circulaba en sus cuerpos, por lo tanto la plata tenía que mantenerse en sus corazones hasta que muriesen... por ello esos cazadores se encargaron de dejar polvo de plata para que se impregne.

—Stephen... Creo que aún hay plata en tu...

—dile... dile a Tiff que la amo...—el vampiro la interrumpió, esas palabras y una sonrisa fueron las últimas acciones de la larga vida de Stephen.

*

Darren escuchó tres balazos en la oficina donde había huido Tiffany, corrió y gruñó con más furia hacia allá, cuando llegó divisó al hombre en el suelo, estaba sangrando pero seguía vivo, comprendió que Tiffany le disparó, se paró frente a él, se agachó y tomó la cabeza del hombre con sus garras para romper su cuello y al fin matarlo. Observó que solo tenia la herida de una sola bala... entonces... ¿las otras dos balas?

Alzó la mirada para buscar a su mejor amiga, la localizó en el suelo a unos metros en un charco de sangre.

Escuchó un jadeo a su lado, era Nikki quien ya se había unido a él y también estaba viendo a la rubia herida, pero Darren estaba paralizado, con los ojos muy abiertos y brillantes. Ambos reaccionaron cuando el quejido de Michael llegó a sus oídos... y a los de Tiffany.

La voz de Michael la despertó de su desmayo, Nikki tomó la mano -garra- de Darren para ayudarlo a correr hacia allá.

Nikki tomó a Michael

—Sangre...—El hombre lobo notó que la manta de su hijo estaba manchada de ese color rojizo

—no es de él—Nikki anunció después de revisarlo, se alejó para dejar a Darren encargarse de la rubia.

—Nikki llama a una ambulancia —Darren había vuelto a su estado completamente humano

—Tenemos que bajar, los paramédicos no subirán aquí. ¿Crees que lleguen a tiempo?

—¡Hazlo! —Darren comandó en un grito casi gruñido—Tiff... —el hombre lobo susurró, su amiga lo miró, sus ojos grises estaban llenos de lágrimas, había sangre colorando su cabello, y sangre saliendo de su boca... Darren encontró las dos balas que faltaban... estaban en el cuerpo de su mejor amiga.

—¿Michael?—Tiffany apenas susurró, muy despacio, sus ojos denotaban su dolor, esa era una característica de la rubia, se podía ver a través de ella debido a sus expresivos ojos.

—Michael está bien, gracias a ti, y tú también estarás bien... te llevaremos al hospital—Darren puso su brazo bajo la espalda de Tiffany y su otro brazo en sus piernas para intentar levantarla, pero ella se quejó esta vez en voz alta, Darren sintió su pecho doler cuando vio toda la sangre bajo su amiga.

Un deja vú

Liselle

—Tiff... no va a suceder otra vez... escúchame, tienes que aguantar; debo cargarte para que la ambulancia te lleve. Solo soporta el dolor.

Tiffany no respondió ni lo miró, el dolor podía contra ella, su respiración exaltada ahora estaba disminuyendo, no hizo el intento por sonreír ni ocultar su dolor para que Darren no se preocupara -como lo hicieron varias personas en el pasado en una situación similar- Ella negó, no quería soportar el dolor... no más dolor

—Tiff... puedes soportarlo, ¿sabes que me dijo Jared el vidente sobre ti? Que tu alma era una sobreviviente, que tú alma era fuerte y especial... qué hay pocas personas como tú... por eso sobreviviste a Annabelle; si sobreviviste a eso lo harás esta vez...



La cargó, no le importó la cantidad de sangre ni los jadeos de Tiffany, comenzaron a avanzar hacia el elevador de carga, ya estaban cerca, Nikki en la delantera.

Tiffany estaba cerrando los puños con fuerza en la camisa de Darren, el elevador iba tortuosamente lento, Darren se concentró en los llantos de Nikki y Michael tanto que no se dio cuenta cuando la respiración de su amiga se detuvo... hasta que el agarre de ella en su cuello se aflojó y todo su pequeño cuerpo estaba suelto en los brazos de Darren.

*~*~*~ *~*~*

Lloré

Relatos de Lynchills Donde viven las historias. Descúbrelo ahora