Viernes

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Viernes; un día especial para diferentes personas. Para algunos significaba descanso, luego de una semana agotadora de estudio... Para otros significaba festejo, ya que el baile escolar se iba a realizar ese día.

Todos los preparativos estaban listos, la escuela se encontraba felizmente decorada con música, papeles que colgaban por los techos y las paredes, el gimnasio se iba a usar como pista de baile y los pasillos estaban llenos de estudiantes entusiasmados por su única noche de fiesta en la escuela.
Esta celebración se hacía anualmente, los representantes de cada curso se encargaban de organizar el ambiente y los invitados, los profesores se encargaban de administrar los tiempos y el dinero. Como se había acordado antes, el joven Max debía colaborar en la fiesta, para así tener unos puntos extras en sus calificaciones. Se le encargo, recaudar el dinero, con el precio de las entradas, para futuras celebraciones. Él sin quejarse acepto.

Max se sentía mejor que en la noche anterior, aunque estaba consciente de que debía cuidarse, su estómago y neuronas estaban débiles y el estar sentado delante de una mesa, lejos de la música fuerte y de la gente que intentaría interactuar con él, iba a ser la mejor idea. Hablando de la gente, el moreno veía a muchos que estaban nerviosos, yendo de un lado a otro, hablando en voz alta de cómo se iban a vestir, y peor aún... con quién iban a ir. Hasta los boy scouts, como Edward Pikeman, encontraban pareja.


En el recreo Max podía ver a Nikki desde su casillero, agarrando cuadernos para ir hacia su próxima clase. Aprovecho y se dirigió a ella para hablarle sobre lo que había sucedido – Nikki ¿Puedo hablarte un momento? – escondió sus manos en los bolsillos de su sudadera y miraba hacia abajo como perro mojado – Mira, sé que fui un idiota... y mis actitudes fueron demasiado inmaduras... em no soy muy bueno para esto... pero... Gracias. Si no fuera por ti, estaría muerto en algún contenedor de basura. Je... Lo siento. – busco en la peliverde su consuelo. Ella sabía que para él era suficiente castigo el estar pidiendo perdón, y con eso le bastaba. Que aprendiera una, o unas cuantas lecciones por su comportamiento.

– Dios ¿En donde quedo ese orgulloso hijo de puta que tenías dentro? – rieron en voz alta mientras que la muchacha abrazaba a su amigo. El moreno le mostró una sonrisa y quedo pensativo – Am Nikki, ya que estamos a mano... ¿Tienes a alguien para ir al baile? –

Se separó de repente del chico y comenzó a reír como una esquizofrénica – ¡Que ternura das! JAJAJA Si tengo pareja de baile ¿Recuerdas a Erid?~ Bien, la convencí para ir juntas. – sonrió orgullosa mientras que continuaba burlándose del pobre diablo – JAJA Hasta Neil va a ir con Tabii, aunque en realidad está siendo amenazado... peeerooo... Él va con alguien –

Tenía razón, estaba solo para ir al baile y ni siquiera "iba" al baile. Tampoco le importaba, pero muy por dentro se sentía menospreciado.

– ¡Hey! Hola Max – el nombrado miro por encima de su hombro viendo a un niño más joven que él, aquel era el chico raro que se creía un astronauta, suspiro y le devolvió un saludo dudoso.

– Hola... Eres... Space Kid, no? – alzo una ceja. Nunca había entablado una conversación con este, le parecía extraño y un poco idiota – No, ese es el apodo que tú me pusiste... y bueno, ahora todos me conocen por eso jaja. Me llamo Neil, en realidad–

El mayor casi larga una carcajada, que coincidencia, sabía muy bien que SU Neil, odiaba mucho a este niño por su falta de inteligencia y porque ambos van a los mismos talleres de ciencia, cuando los intereses de cada uno eran diferentes. Que ironía se volvía esta situación, ya que él estaba buscando a un "Neil". De igual forma continuo hablando – Okey jaja, como sea. ¿Qué quieres? –

DETENTION // Camp CampDonde viven las historias. Descúbrelo ahora