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Iba a hacer un copia y pega de la advertencia que hice en el capitulo siguiente pero empecé a modificar este sin copiar la advertencia así que estoy escribiendo otra ridículamente más larga, esta advertencia era acerca de que estaba modificando la ortografía, la gramática, algunos diálogos y pensamientos (nada muy importante ya que no cambiara la trama de la historia) ya que quiero darle mas calidad a mis capítulos porque... Pues porque soy una loca obsesiva perfeccionista y además de eso exigente, así que les pido una disculpa si los iluciono con capítulos nuevos que no lo son y les pido otra por dejar caer tanto mi historia
Pd. El por qué estoy modificando los capítulos del ultimo hacia atrás miren ni yo lo sé pero eso estoy haciendo.

Ya habían pasado dos semanas desde que la orden, recelosa con Harry pero dispuesta a escucharlo, se reunió y este les explico donde se encontraba el anillo y les advirtió sobre la maldición que lo rodeaba.

Ese mismo día partieron Dumbledore y Snape quienes eran los mejores para controlar el fuego maldito ya que se había decidido que con eso lo destruirían.

Los días se tornaron tranquilos y Hermione junto a Draco se aferraron a la biblioteca, no saliendo de ahí más que para comer o dormir, buscando sin descanso la manera de volver a casa.
Ya para ese punto, Hermione y Draco habían decidido transfigurar los pergaminos que usaron en cuadernos muggles para poder reunir mejor la información y desarrollar el ritual para regresar a su dimensión; Harry, en cambio, sabiendo que no haría más que estorbar a sus amigos intentaba hallar información a través de la mente de Voldemort pero este no desveló nada más que su enojo por haber perdido la copa y el castigo que les deparo a los mortifagos que no lograron protegerla, sobra decir que ninguno seguía con vida.

Cansado, con dolor de cabeza y frustrado por no obtener nada útil de su conexión, Harry se dedico a pasear por el castillo recordando con una sonrisa las múltiples veces que lo hizo bajo el manto infalible de su capa de invisibilidad y la adrenalina que sentía cuando, con mapa en mano, veía los puntos con nombres acercarse a su ubicación.

Durante sus paseos ocurrió lo inevitable, los miembros de la orden curiosos por toda la situación se le acercaron haciendo toda clase de preguntas acerca de su pasado, sus intenciones y su participación en la guerra.

Él entendía por supuesto, y la preocupación era valida pero simplemente no podía responder, el recordar le traía tanto dolor, tanta nostalgia ¿ Cómo hacerles saber que él y sus amigos eran confiables si no les ofrecía información que le respaldara? Más cuando él sabia el daño que causaba tomar decisiones equivocadas por no tener la suficiente información. Pero ¿Como ofreserles esa información tan deseada si Harry se sentía tan mal al relatarla?

Se encontraba en un dilema, por un lado sabia que se merecían esa información, él mismo había pedido una confirmación por parte de Snape para confiarle el secreto de los Horrocruxes pero solo pensar en decirlo, en decirles a estas personas en lo que se había convertido su vida le dolía, el solo pensar en ver las reacciones de esas personas a las que les tuvo tanto cariño, asustadas o peor, con lastima de él, lo aterraba.

Le parecía curioso, Harry siempre había odiado su fama, el que todos lo categorizaran como un héroe invencible, el estar siempre en el ojo publico y que la gente pusiera sin dudar sus vidas sobre él, pero ahora que llegaba a este nuevo mundo, uno donde no era el salvador ni nada por el estilo, uno en donde solo era uno más como siempre quiso, deseaba con todas sus fuerzas que solo confiaran en él y ya, sin preguntas dolorosas que no quería responder.
Había logrado evitar las preguntas con maestría los dos primeros días, evitando al mismo tiempo que sus amigos se enteraran de aquel dilema que lo aquejaba día y noche para darles na tranquilidad necesaria para ellos pudiesen resolver el problema actual: la forma de regresar a casa. Por primera vez odio su pereza cuando esta le instó a estudiar adivinación en lugar de runas antiguas o aritmancia, odiaba sentirse inútil.

Sin embargo sus maniobras de evasión no duraron lo suficiente cuando la tarde del tercer día de la ausencia del director y el profesor de pociones, Lily Potter, una de los presentes que más le dolió ver, se acerco con mirada decidida a diferencia de la primera vez que se le habló para hacerle sus primeras preguntas.

—Harry la orden no esta tranquila con sus pocas respuestas, sé que no eres malvado pero los demás no están tan seguros— dijo rodando los ojos por las tontas afirmaciones de su marido y el mejor amigo de este — ¿entiendes la posición en la que estamos verdad? No puedo hacer nada para ayudarlos si ustedes no nos dicen nada.

El chico de la famosa cicatriz suspiro lentamente sabiendo que no podía postergar más aquel momento no importando cuanto le desagradara. —Señora Potter...

—Lily, llámame Lily.

Harry dudo un momento pero asintió —Lily yo... Es difícil hablar de eso... sabes lo horrible que es hablar de esos temas.

Lily se estremeció, por supuesto que lo sabia, aún tenia pesadillas de su propio tiempo en la guerra y sabia lo cruel que era obligarles a hablar a estos chicos de sus propias experiencias pero lamentablemente no había opción, la orden no se arriesgaría más con la captura de esas cosas luego de ver lo que podían hacer. Sirius, Remus, James, Kingsly, y los Weasley le habían prácticamente rogado al director que no fuera en búsqueda de ese anillo antes de obtener respuestas de los tres "viajeros" sin embargo el director fue inflexible y a pesar de las suplicas salio en búsqueda del horrocrux.

—Se lo diré a Mione y a Draco después de todo no solo es mi historia— Harry trato de sonreír aunque solo le salio una mueca que no llego remotamente a sus ojos y no permaneció en sus labios más que unos miseros segundos. —lo mejor sera que el director Dumbledore y el profesor Snape esten presentes, hablaremos cuando lleguen.

Sin más que decir simplemente se dio media vuelta regresando a su vagabundeo por el castillo mientras aprovechaba para repasar los puntos débiles del castillo, pasajes secretos y habitaciones secretas con ayuda de su magia y su memoria del mapa del merodeador, mismo que ahora se hayaba guardado en el album que años atrás Hagrid le diera con algunas de las fotos de sus padres y el que ahora también tenia varias de las tantas fotos que Colín le había tomado junto a sus amigos y la fotografía de la antigua orden que Sirius le regalo hacia tanto tiempo.

Al terminar con la revisión de ese piso se dirigió a la biblioteca con la cabeza gacha pensando en la reacción de sus amigos ante la noticia.
A ninguno le gustaba recordar su pasado y sin embargo esta vez no tenían alternativa, la orden se basaba en la confianza y ciertamente necesitaban del apoyo de esta par encontrar la forma de regresar a su mundo.

Creo que tengo un poquito abandonado el fic pero aquí esta su nuevo capitulo 😊
Y la verdad es que hoy no tengo mucho que decir asi que adiós y hasta la próxima y no, no se me ha olvidado que los amo 😍😍😍

Harry Potter Y El Mundo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora