17. Dentro de ti -(Larry Stylinson). Terminada.

Cinco

Louis se despertó con el sonido de su móvil, levantó la cabeza de la cómoda almohada y lo buscó en la oscuridad palpando con su mano la mesita del lado de su cama.

—Hey...Casanova—dijo la voz del morocho al teléfono.

—¿Qué pasa Zayn?, ¿por qué  demonios me despiertas a esta hora?

—¿Qué tal la noche con ese bombón con el que te fuiste ayer?—preguntó  riendo.

—Venga negro...déjame en paz que quiero descansar, ¿qué mierda es lo que quieres?, solo es la una de la tarde, ¡olvídame ya!—le regañó Louis muy molesto.

—Que borde eres... anda, levanta tu culo de la cama perezoso. Apuesto a que se te ha olvidado que hoy tenemos partido, debemos estar en el campo dentro de 45 minutos.

—¡Mierda, el partido!, ¡joder Zayn!, ¿por qué demonios no me has despertado antes?, ¡enseguida voy!— gritó el ojiazul levantándose rápidamente de la cama.

Se vistió a toda prisa su ropa de deporte, cogió una muda limpia para después y además todos los utensilios para después darse una ducha tras del partido.

Salió cómo alma que lleva el diablo de su casa, hacia el coche y puso rumbo  al campo de fútbol donde disputaban un partido contra el equipo rival.

Tanto Louis como sus amigos solían jugar al fútbol por afición desde pequeños y estaban en un equipo local en el que jugaban contra otros aficionados de distintos lugares el país.

Cuando llegó al pabellón de deportes, ya todos estaban en los vestuarios preparando las estrategias y contando batallitas del fin de semana.

Josh estaba sentado en uno de los banquillos y Louis se le acercó muy sonriente ante la atenta mirada de sus otros amigos.

—Tú, no te olvides que me debes dinero,... ah por cierto, Harry es de lo mejorcito que me he follado...te lo agradezco— dijo riéndose ante la cara de molestia de su amigo.

—¿Volverás a verle?—preguntó entonces Liam muy curioso.

Louis hizo una mueca de desaprobación.

— No, no lo creo. Sabéis que no suelo repetir con el mismo, además a saber cuándo volveremos por ese local. Nunca lo he visto en ninguno de los otros sitios a los que solemos ir, así que aunque es una pena, no creo que me lo vaya a encontrar de nuevo. De todos modos me ha dejado muy buen sabor de boca— dijo sonriendo mientras se chupaba los dedos con cara lasciva.

—Oh vengas Louis, deja esos detalles para ti quieres. No necesitamos saber que se la chupaste—dijo de repente Niall, haciendo reír a los demás.

—Ay perdón... me había olvidado de que estamos aquí con el Récords Guinness del celibato— Habló Louis mofandose de su rubio amigo.

—Eres un gilipollas arrogante—susurró molesto el rubio.

El entrenador entró a los vestuarios y tras unas palabras de ánimo, todos salieron al campo para dar lo mejor de sí e intentar llevarse la copa qué se estaban jugando.

Los estragos de una noche de alcohol y diversión, hicieron mella en Louis por lo que su resistencia no estaba muy presente y tuvo que sudar la gota gorda para poder seguir el ritmo de sus compañeros de equipo.

Finalmente pudieron llevarse la copa, aunque tuvieron que ir a penaltis en un partido muy reñido, en el que el marcador quedó 2-2, tras dos goles de Zayn.

Después del partido los muchachos celebraron la victoria en los vestuarios con cánticos y abrazos, luego se fueron a las duchas y tras estar todos listos, decidieron comer algo a un restaurante que les quedaba de camino, ya que por la tarde tenían una nueva sesión de fotos para una campaña de ropa interior y no les daba tiempo a ir a sus casas.

En el restaurante todos pidieron lo que más le apeteció y ante la atenta mirada de los demás comensales, los cinco chicos pasaron de nuevo un buen momento juntos, riéndose y recordando sus hazañas en el partido que acababan de jugar.