17. Dentro de ti -(Larry Stylinson). Terminada.

Diez.

Harry se había quedado muy mal tras haberse encontrado con Louis y así se lo hizo saber a su hermana, al día siguiente durante el desayuno.

...—No sé que hacer Gemma...es que a pesar de todo me gusta muchísimo y cuando lo vi allí, tan afligido no sé...tan solo pensaba en volver a sus brazos.

El ojiverde daba vueltas a la tarjeta de visita, que el ojiazul le había dado.

—Tú mismo dijiste que no ibas a flaquear aunque te viniese suplicando, ¿quién te asegura que esta vez será diferente?—habló Gemma duramente mientras le servía un café y se sentaba a su lado.

—La otra noche parecía sincero y estaba nervioso. Su mirada era sincera y tenía muchas ojeras. Realmente se veía más delgado. Aún así no te preocupes no lo acepté.

—Todo eso lo viste en la oscuridad del aparcamiento, ese tipo te cuenta cuatro penas y tú ya estás suspirando de nuevo. Eso no prueba que sea por ti, puede que esté en problemas y tan solo quiera volverte a engatusar para llevarte a la cama de nuevo.

—No, eso no va a ocurrir Gemm...Yo sigo pensando lo mismo y en el hipotético caso de que acepte vernos de nuevo. No volveré a acostarme con él hasta estar seguro de que es él definitivo—aseguró el rizado tajante.

La rubia rió.

—¿Estás seguro, hermano?, ¿Estás completamente decidido a resistirte con todo lo que dices que te gusta?.

Harry hizo una mueca de incredulidad.

—No lo sé pero tendré que intentarlo... no quiero volver a pasar por otra desilusión así. Tendré que controlarme y hacerme respetar. Tú sabes que yo no creo en la promiscuidad como una forma de ser feliz. Yo busco amor, entrega, fidelidad y compromiso, por lo que si  no veo eso en mi pareja,  no tendrá nada que hacer. Y con respecto a Louis, si al final cedo, lo arrancaré de mi corazón pues jamás sería feliz con una persona egoísta.

Gemma frunció el ceño e hizo una mueca.

—Haz lo que quieras, hermano pero si sales con él de nuevo, creo que será mucho peor. Te volverás a ilusionar y si no funciona vas a sufrir doblemente... Yo no te diré lo que tienes que hacer, eso es decisión tuya, tan solo piénsatelo bien—su hermana le dio un beso en la mejilla y se fue a trabajar.

El ojiverde se terminó su café y suspiró de nuevo mientras miraba por enésima vez la tarjeta con el nombre y el número del ojiazul.

—¿Cómo voy a evitar que me rompas el corazón si acepto llamarte?, ¿Y cómo voy a vivir sabiendo que pude intentarlo si decido no llamarte?... ¿qué se supone que voy a hacer contigo, Louis?.

(...)

Louis amaneció derrotado, ya que después de hablar con Harry había querido irse a casa pues no quiso seguir en aquel lugar, ni en cualquier otro, solo le apetecía acostarse y esperar la llamada de este.

Miró su móvil una vez más pero no había ningún mensaje ni llamada.

—Aún es pronto... Harry necesita tiempo. Tengo que tener paciencia—se dijo a sí mismo.

Se levantó y se fue a la bañera donde  tras un largo y relajante baño, se secó y se puso ropa cómoda, más tarde se hizo un café y unas tostadas y se sentó a desayunar en silencio.

Cuando ya casi terminaba su móvil sonó y rápidamente masticó lo que tenía en la boca, lo tragó y respondió al número desconocido pensando que sería Harry pero solo era un número equivocado, tras colgar resopló desilusionado.

En el resto de la mañana, estuvo mirando la pantalla de su móvil y comprobando el sonido todo el tiempo, le preocupaba que Harry lo llamase y no lo escuchase o que este se quedase sin batería, perdiéndose la oportunidad de estar con él.

Se sentía extraño, nunca ha ia experimentado esa ansia de recibir una llamada de una conquista, por eso debía descubrir que era Harry,  qué lo hacía actuar de esa forma, si era un simple capricho, sólo deseo de más sexo increíble o por el contrario si era cierta la teoría de sus amigos, sobre que podría haberse enamorado del rizado.

Por la tarde acudió a la agencia y no le fue nada bien, estaba demasiado nervioso y no pudo concentrarse, por lo que el fotógrafo de la firma lo mandó a casa.

Esperaba que Harry llamase antes del fin de semana, ya que tenía un desfile y no quería caerse o hacer el ridículo en mitad de la pasarela por estar desconcentrado de nuevo.

Al llegar a su hogar, se hizo una tila y se sentó en la soledad de su salón, no se había dado cuenta de lo deprimente que era su vida hasta ese instante, ya que sacando el salir con sus amigos de fiesta y su trabajo, no tenía nada... estaba completamente solo.

Finalmente se acostó muy triste pues con el pasar de las horas fue perdiendo toda esperanza de que Harry lo perdonase y lo llamase para decirle que lo aceptaba.

Por primera vez estaba muy asustado pues no sabía como iba a poder sobreponerse a eso pues su vida se estaba desmoronando y no veía una clara salida.