Veintiuno

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Los amigos del ojiazul intentaban animarlo y que éste levantase cabeza.

—Hey...venga, Louis. Vamos hombre... ven a tomar algo con nosotros. Hace días que no vienes. Olvídate ya de ese chico si ya te dio puerta dos veces. Hay más peces en el mar, amigo.... Lo que sobran, son hombres—le insistió una vez más Josh, antes de salir de la agencia.

—Eso es cierto, Louis... venga tienes que superarlo. Llevas días sin saber nada de él y no parece que vayas a saberlo—dijo Liam pasándole el brazo por encima del hombro—El tal Harry está haciendo su vida y tú deberías seguir con la tuya.

El ojiazul suspiró resignado pues sabía que sus amigos tenían razón pero no podía olvidar al ojiverde tan fácilmente, ya que jamás había sentido nada parecido por nadie y sentía que Harry era único y especial.

Además se negaba a pensar que no lo amaba tanto como lo hacía él, quizás solo necesitaba tiempo y eso era lo que le estaba dando, aunque se le estaba haciendo muy duro no verlo, ni tocarlo y mucho más no poder besarlo.

Finalmente acepto a regañadientes, salieron y llegaron al local de marcha donde estaba programado un concierto de «Los corazones solitarios» pero se había suspendido, Louis no lo sabía, solo sus amigos, por eso habían ido allí pues así no se encontraría con Harry y no sufriría.

Todos pidieron algo de beber en la barra y luego se fueron a bailar, mientras que Louis se quedó allí bebiendo y mirando el ambiente.

—¡Hola guapo!, tú no vienes mucho por aquí, ¿verdad?. El caso es que me suena tu cara pero....

—Ni te molestes, no me interesa—interrumpió el modelo muy cortante..

—Vaya, tú si que sabes terminar de amargarle la noche a alguien—volvió a decir el chico rubio que se le había acercado.

—¿Por qué dices eso?, yo solo te he dicho eso para que no me molestes, hay más hombres aquí a los que puedes acosar—dijo Louis muy tajante.

El chico chasqueó la lengua.

—Si te digo la verdad, no me interesa ninguno. Solamente quería charlar, además me interesa uno y no ha venido, de hecho, tenía que tocar esta noche y han suspendido el concierto. Es horrible, al parecer uno de los componentes del grupo ha fallecido hace dos días y han suspendido todas sus actuaciones de este mes.

El ojiazul se quedó un poco sorprendido y a la vez algo dentro de él lo sacudió, incluso le dio miedo preguntar pero al final lo hizo.

— ¿Có-Cómo se llama ese grupo?.

— Emm... son Los corazones solitarios, ¿Por qué?.

Louis sintió que una flecha se le clavaba en el corazón, ese era el grupo de Harry y temía que pudiese haberle pasado algo, por lo que volvió a preguntar.

— ¿S-Sabes que ocurrió?, ¿q-quién fue el que falleció?

—Pues por lo visto fue una sobredosis—Habló el rubio— el chico consumía y bebía como un cosaco. Dicen que estaba pasando una mala racha. Los demás componentes del grupo se lo encontraron ya muerto en su local de ensayo.

Louis sintió que se le faltaba la respiración y su alma se caía al suelo, no quería pensarlo pero podía ser Harry y si hubiese pasado algo no se lo perdonaría en la vida.

Era posible que se quitarse la vida simplemente porque su relación no había salido bien.

— ¿Y-Y quién f-fue el que se murió? ....¡Oh Dios!, ¿no sería el cantante verdad?— preguntó con miedo.

—Oh no, no, Harry está bien, al igual que mi precioso Ed. Ha sido James, el batería. Fue una noticia devastadora para ellos, estaban muy unidos y se conocían desde hacía tiempo. Además estaban por firmar un contrato y todo se echó a perder—explicó el amable chico.

Louis entonces fue hacia la pista en busca de sus amigos pues debía irse.

—¿Vosotros sabíais que el amigo de Harry se había muerto y no me habéis dicho nada?, ¿por eso hemos venido aquí esta noche?, porque él no iba ha estar — preguntó molesto el ojiazul.

Sus amigos lo miraron apenados.

—Lo siento Louis, este local es el mejor y no podíamos permitir que lo vieses y sufrieras más. Además no queríamos que te enteras así.— dijo Liam.

Louis chasqueó la lengua y se fue de allí, estaba muy molesto con sus amigos, estos le había ocultado cosas y no lo entendía, aunque los apartó de su pensamiento rápidamente, solo podía pensar en lo mal que lo debía estar pasando Harry.

Quería estar a su lado independientemente de que fueran pareja o no, así que solo se le ocurrió ir hasta el final de la calle y tocar al timbre de su casa.

— ¿Sí?, ¿quién es?—preguntó el rizado por el telefonillo.

—Emm...ho-hola, soy yo Lou-Louis, ¿Puedo hablar contigo?.

—Lárgate Louis—dijo cortante—no tenemos nada de que hablar. Tú y yo hemos acabado, ¿recuerdas?, ya no me interesa nada de ti.

Era muy doloroso para el modelo escuchar esas palabras pero quería saber como estaba, necesitaba demostrarle que tenía un apoyo en él, así que volvió a insistir.

—Por favor Harry... ábreme, he sabido lo de tu amigo, lo siento. Yo simplemente quería darte mi apoyo y que hablásemos. Por favor solo quiero saber que estás bien, ábreme, te lo suplico— rogó el modelo aunque sin esperanzas a que Harry le abriese, después de lo que le había dicho.

De repente escuchó el pitido de la portal y esté se abrió, rápidamente entró en el interior del edificio y subió las escaleras.

Cuando llegó a la planta y a la puerta de Harry, esta ya estaba abierta, así que entró sin llamar y se encontró al rizado tirado en el sofá, con su cara toda desencajada, sus ojos rojos y un montón de pañuelos rodeándolo.

—Está bien habla...te escucho, Louis, aunque como comprenderas, no estoy de humor—habló algo indiferente— Como sabes he perdido un amigo y no necesito que vengas con tus tonterías, así que lo que tengas que decir, dilo y después vete.

—No he venido a molestarte... yo solo quería darte un abrazo y decirte lo mucho que siento todo lo de tu amigo. Me acabo de enterar—dijo Louis cerrando la puerta y acercándose al sofá.

—T-Te lo agradezco Louis, es un detalle por tu parte. Lamento ser tan borde—dijo entonces Harry incorporándose— anda siéntate, ¿quieres un café o algo de beber?.

—Un café estaría bien, gracias.

Finalmente el modelo sonrió y se sentó en el sofá, no esperaba el perdón de Harry, tan solo saber que estaba bien.

A esas alturas de su vida, el tomarse un simple café con el ojiverde ya era un gran paso y lo reconfortaba enormemente, el que pudiesen hablar tranquilamente era mucho más de lo que había esperado que pasaría esa noche.

17. Dentro de ti  -(Larry Stylinson). Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora