Una noche de copas Louis Tomlinson y Harry Styles se conocen, se gustan y acaban en la cama.
Para Harry todo es especial pues es un chico muy enamoradizo aunque no se entrega a cualquiera pero con el ojiazul siente algo mágico.
A la mañana siguient...
Harry suspiró tras poner el café y los servicios en la bandeja, de nuevo Louis había vuelto a su vida y era en un momento sumamente difícil.
-¿Y cómo te has enterado?, ¿te lo han dicho tus amigos?-preguntó caminando hacia el salón.
-No emm...me enteré por casualidad en el pub. La verdad no me apetecía salir pero ellos insistieron, ahora me alegro de haber aceptado.
Harry lo miró y chasqueó la lengua.
—Mientras me tomaba una cerveza—continuó el ojiazul— un tío que estaba a mi lado y que al parecer está loco por tu otro amigo, el pelirrojo, me lo dijo. Por un momento pensé que había sido tú y me asusté mucho pero finalmente me aclaró que había sido tu amigo y batería del grupo. De verdad lo siento muchísimo.
—Gracias... ha sido un golpe muy duro para nosotros. Además fue muy repentino, nadie nos lo esperábamos-dijo el rizado con sus manos temblorosa-Ya estaba limpio y había recaído pero sus padres lo iban a ingresar en un centro para ayudarlo. Al parecer no quería seguir luchando y decidió terminar con su vida.
Louis le sacó la bandeja de las manos pues podía caersele y quemarse, entonces la colocó en la mesita central.
- Ven anda...siéntate Hazza... yo lo serviré, no te preocupe.
El rizado se le quedó mirando y esbozó una pequeña sonrisa.
-¿Y tú otro amigo qué tal está?- preguntó Louis, sacándole del estado hipnótico.
-Emm....p-pues el pobre está peor que yo. La verdades que ellos dos estaban mucho más unidos y se conocían desde niños.
—Oh vaya, pobre-dijo Louis— Bueno y cuéntame, ¿qué es eso de que perdisteis la oportunidad de un contrato?.
- Ah si...bueno pues un productor-dijo Harry, sentándose también en el sofá- Simon Cowell nos escuchó en el concierto de beneficencia y al parecer le gustamos mucho...De hecho teníamos una reunión con él para hablar de una propuesta que tenía para nosotros ese día. Al parecer era muy buena pero perdimos la oportunidad.
-Entiendo, pero ¿no podéis volver a quedar con él o explicarle lo que ha pasado?-preguntó el modelo, tomando un sorbo del rico café.
- Su secretaria nos dijo que ya nos avisaría pero que habíamos perdido una gran momento. De todas formas hasta dentro de una semana o así no sabremos nada, ya que al parecer se ha marchado de la ciudad y no regresará hasta ese momento. Pero bueno, da igual, ya « Los corazones solitarios», solo somos dos y nos llevará un tiempo encontrar a otro componente que toque genial la batería-dijo entristecido el ojiverde.
-Lo siento, menuda mierda. Espero que os encontréis con otro componente y Simon Cowell ese, os vuelva a escuchar y os den una oportunidad. Os lo merecéis, realmente lo hacéis muy bien.- habló Louis con sinceridad.
Harry entonces lo miró fijamente y suspiró, sentía que su corazón se daba a la vuelta, estaba tan hermoso como antes y solo tenía ganas de abalanzarse sobre él, abrazarlo y besarlo.
Estaba vulnerable y hacía verdaderos esfuerzos por no tirarse, lo necesitaba, se moría por estar junto a él pero tenía que ser fuerte, ya lo suyo se había acabado y no solo una sino dos veces. No podía permitirse una tercera, su corazón no resistiría que Louis volviese a reírse de él nuevamente.
El ojiazul tomó el último sorbo de su café y entonces también miró al ojiverde.
- ¿Qué tal te va la vida, Louis?- preguntó Harry por sorpresa.
-Bueno pues la verdad trabajando. De hecho es lo único que hago, trabajar y encerrarme en mi piso. Hoy es la primera noche que he salido desde que regresamos de Milán. Ellos han insistido todas las noches y finalmente he accedido. Mis amigos no han parado de decirme que tenía que volver a mi vida pero me cuesta mucho- dijo Louis suspirando y poniendo sus manos sobre la cara- supongo que es cuestión de tiempo.
- Yo t-te echo mucho de menos -confesó de repente el rizado sorprendiendolo.
Louis sonrío ante eso, tenía ganas de saltar y besarlo pero quería hacerse ilusiones con lo que había escuchado, pues quizás Harry podía estar diciéndolo en medio de su dolor.
- Yo también te extraño a ti y siento mucho que lo nuestro no funcionase. Yo encontré el amor sin buscarlo pero no la supe valorar.
-Si, supongo—habló Harry soltado un triste suspiro—yo tenía muchas esperanzas de que tú fueses mi amor verdadero y así poder vivir esa increíble historia de amor para toda la vida de la que mucha gente habla.
-Lo siento Harry... de veras no fue mi intención estropearlo todo. Supongo que no estoy hecho para las relaciones serias y debí tener más cuidado con los paparazzi.
Harry cada vez estaba más vulnerable y el que Louis le dijese esas cosas no ayudaba nada pues le daban más ganas de tirársele encima y poder besarlo una y otra vez.
-Bueno supongo que debo irme_dijo entonces el modelo levantándose— no te molesto más, seguro que querrás seguir descansando. Yo sólo quería que supieses que puedes contar conmigo y si necesitas cualquier cosa, no dudes en pedirlo.
Harry sintió que se le iba la vida, viendo como el ojiazul se iba de nuevo por la puerta, así que de repente su orgullo desapareció, se levantó corriendo del sofá y caminó hacia él, tirándose a sus brazos y rompiendo a llorar en su hombro.
-No te vayas, Louis por favor. No me dejes, no quiero estar solo... por favor, quédate conmigo.
El ojiazul reaccionó rápidamente y lo rodeó con sus brazos apretándolo fuerte contra su pecho y acariciándole la cabeza.
-Tranquilo mi amor, no voy a irme a ninguna parte. No te preocupes, estaré contigo...nunca voy a dejarte.
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Harry suspiró, el corazón le latía a mil por hora y sentía en su pecho como el del ojiazul latía al mismo ritmo, era una sensación plena y a pesar de todo lo que había pasado entre ellos, el amor seguía intacto.
En ese momento comprendió que Louis no estaría allí sino estuviese preocupado por él, sino se interesara por su bienestar y por ende sino lo amase.
Entonces cayó en la cuenta de lo tonto que había sido con su celos y sus niñerías, lo importante era que los dos se querían y que Louis no le había fallado, que lo estaba necesitando en ese preciso momento y él había ido para brindarle su apoyo incondicional.
