Dejé de lado esos pensamientos cuando mi mirada bajó a sus labios, joder! Que yo jamás en mi vida había visto labios más besables “Y es que esos labios son taaaan comestibles” mi pervertido subconsciente habló, él entreabrió un poco sus rosados labios y me miró a los ojos como pidiendo permiso. Estaba de más decir que yo estaba completamente petrificada y es que tener a Harry en mi habitación, que sea tan gentil, que yo esté solo en toalla y él esté jodidamente bueno. Hacía como de ensueños esa escena. Salí de mis pensamientos cuando sentí la pesada respiración de Harry sobre mis labios, estábamos a milímetros el uno del otro y entonces ambos cerramos los ojos…
- Señorita Risso – tocaron la puerta – servicio a la habitación!
La empleada no podía ser más inoportuna, ambos abrimos los ojos y nos miramos sin separarnos, fue entonces cuando él me soltó y yo dejé de mirarlo al sentir cómo mis mejillas tomaban un color rojo carmín y caminé a la puerta.
- Acabo de salir de la ducha, por favor regrese en unos minutos que me estoy cambiando – dije a través de la puerta
- Lo siento tanto señorita Risso, yo regresaré luego entonces – dijo apenada
- Oh! No se preocupe, no hay problema. Solo cierre bien la puerta
Escuché cómo cerró la puerta y di la vuelta sacando todo el aire que no sabía que estaba conteniendo. Harry me miraba con el ceño fruncido, Dios! Es que acaso jamás podrá mirarme y esbozar una sonrisa? Tanto odio me tiene?
- Por qué me miras de esa forma? – preguntó su ronca voz
- Lo mismo digo yo, Harry… tanto me odias? Por qué siempre me ves de esa forma?
- No te veo de ninguna forma en especial, así es como yo miro a las personas y si no te gusta, deja de mirarme – se fue hasta un sillón que había cerca a la ventana y se sentó – la vista de tu habitación no es tan mala que digamos
- No es como la tuya pero me gusta también – recogí mi ropa y me dispuse a cambiarme en el baño
- Te gusta la vista de mi habitación? – volteó a mirarme
- Que si me gusta? Es una de las mejores! El gran ventanal que tienes en el living es increíble, siempre quise vivir en uno de los últimos pisos de un edificio muuuuy alto y tener una increíble vista gracias a unos grandes ventanales – sonreí ampliamente – levantarme y tomar una taza de café mientras estoy parada frente a una gran ciudad – me acerqué un poco a la ventana justo al costado de Harry – ver los autos y las personas ir de un lado al otro mientras como si el tiempo se le fuese de las manos, pero por ahora me conformo con estar aquí unos 2 días disfrutando de esta vista
- Tendrías tu café en las manos si no estuvieras preocupada por agarrar la toalla – recorrió mi cuerpo con su mirada – no es que no me guste la vista pero tu desayuno se enfría – me miró directamente a los ojos y se aclaró la garganta – digo, que se nos hace tarde y perderás tu consulta
- Sí, lo siento. Iré a cambiarme
Me metí al cuarto de baño y empecé a cambiarme: primero mi ropa interior, mi polo negro sin mangas y cuando estaba por ponerme el short mis torpes piernas se tropezaron y tuve que apoyarme sobre mis manos si no quería que mi cabeza se rompa con el lavamanos.
- Mierda! – grité, el dolor había sido insoportable
- Qué ha pasado? Qué pasa Maria? Estás bien?
La forma en que dice mi nombre es linda y graciosa, ayer solo era “esta chica”, “nena” u “oye” pero hoy me llama por mi nombre y a mí me encanta cómo lo dice, como si no existiera el acento en la “i” sino en la primera “a”.
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You Only Live Once
FanficLa vida puede cambiar en segundos, a veces para mal, a veces para bien. Todo depende de cómo tomes y enfrentes el cambio. María Risso, una chica común y corriente de 22 años con un presente que la atormenta día y noche, jamás se imaginó que por huir...
