#3 Conversación inesperada

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-¿Que vamos a hacer, Oliver? ¡Son demasiados!

-Parece que el sonido del disparo atrajo a todos aquí.

-¿Qué diablos vamos a hacer si entran?

-Parece que el portón es suficientemente resistente. Relájate por ahora y esperaremos a que se vayan. Mientras ayúdame con esto.

Tomamos el sofá de la sala y lo llevamos hasta la puerta de la casa para reforzar la entrada y así evitar que pasaran demasiado rápido. Y por precaución puse una silla de madera recostada al sofá con un vaso de cristal en ella ya que si algo la golpeaba el vaso caería y nosotros lo escucharíamos. Una alarma casera.

-¿Cómo se te ocurrió lo de la alarma, Oliver?

-Creo que fue la segunda semana de que todo esto empezara. Luego de que una de esas cosas casi me mata mientras dormía.

-Fue una buena idea- dijo mientras me sonreía.

-Oye, hay algo que me ha estado dando vueltas a la cabeza desde que te encontré en la estación.

-Yo te encontré a ti "fiera"-dijo mientras me imitaba- ¿Qué es?

-Como sea- gire los ojos- ¿Estas más alta?

-Primera vez que nos vemos desde que todo esto empezó y en lo que te fijas primero ¿es en mi estatura?- dijo mientras me sonreía coquetamente. Me sonrojé ligeramente.

-Bueno, no solo en eso- dije mientras evitaba hacer contacto visual- Pero ¿Lo estás?

-Lo sé, me di cuenta jeje, soy mujer después de todo. Y pues no lo sé. Supongo.

Seguí buscando cosas en las gavetas de la cocina mientras evitaba pensar en que ella noto que la veía más de lo debido. Bueno era imposible no verla de ese modo. Después de todo es Jhacky Miller recuerdan. Siempre hay una Jhacky Miller.

-Mira lo que encontré- dijo mientras alzaba su brazo con una botella de whisky en la mano.

-¿Tu bebes?

-No en realidad. Pero teniendo en cuenta que podemos morir en cualquier momento...

-Supongo que podemos beber un trago. Bueno, debes recordar que si no tienes costumbre puede que se te suba el alcohol a la cabeza algo rápido.

-En ese caso, que bueno que beberé con mi amigo.

"Amigo". Esas palabras quedaron flotando en mi mente. "Me recago en la puta friendzone" pensé. Esa simple palabra me hizo viajar en el tiempo hacia esos momentos cuando caminábamos juntos a casa y ella siempre hablaba del chico que le gustaba. Y yo como buen "amigo" tenía que escuchar todo lo que ella hablaba de él. Tragándome mis sentimientos por tener un poco de su compañía. Siempre odié ser sólo su amigo. Creo que fue una de las razones principales por las que me aparte de ella.

-Juguemos a algo ¿Te parece?

-¿Qué cosa?

-Por cada pregunta que hagamos, beberemos un trago. Si decides pasar, beberás dos. ¿Entendiste?

-Sí. ¿Cómo aprendiste esa clase de juegos?

-Con Liz. Hiciste una pregunta ahora bebe- me alcanzó un vaso con whisky.

Nos sentamos en la sala de estar de la casa y continuamos con el juego por una hora. Las preguntas eran lo típico para esas situaciones, incomodas y muchas veces molestas, con el único fin de ver hasta dónde podían llegar los participantes. No presté demasiada atención a ellas hasta que una pregunta me hizo callar abruptamente.

-¿Y bien?

-¿Y bien qué?

-No me ignores. Quiero saber.-dijo mientras me observaba con un semblante serio.

-¿Por qué dejamos de ser mejores amigos? Antes solías verme diferente.

-Supongo que el fin del mundo debería ser razón suficiente para no ver igual las cosas- dije mientras acercaba el vaso a mi boca.

-No te hagas el gracioso. Tú cambiaste-miró hacia abajo.

-¿De qué forma?

-Creo que dejé de ser importante para ti, no lo sé.

-No es cierto. "Joder, ¡¿a qué viene todo esto ahora?!"

-No mientas. Antes pasábamos mucho tiempo juntos ¿Lo olvidas?

-No lo olvidé. Y bueno creo que tú ya no me necesitabas; tenías a todos a tus pies-hice una pausa- y a Scott.

Ella no dijo nada. Se quedó en silencio mientras miraba su vaso.

Sabía muy bien el porqué de su silencio. Scott Samuels era el tipo más popular en la escuela. Era el chico por el que todas las chicas suspiraban. Era el chico con el que un tipo como yo jamás podría competir. Rubio, piel blanca, ojos azules, capitán del equipo de futbol; la maldita encarnación de esa estúpida lista de deseos que tienen las chicas. Y lo que era peor, el tipo era un patán mujeriego, pero por alguna razón que jamás comprendí, Jhacky estaba enamoradísima de él. ¿Por qué siempre les gustan los imbéciles que las tratan mal? Digo, aun sabiendo a que se arriesgaban, iban todas tras él. Jhacky no fue la excepción y yo como su "mejor amigo" tuve que soportar verla llorar innumerables veces por las infidelidades de Scott. Pronto me di cuenta de que ella comenzó a alejarse de mí, sin importar mis esfuerzos por hacerla entrar en razón, ella lo prefirió a él.

Me levanté dejando mi vaso en el suelo, tomé el paquete de galletas que me quedaba de mi mochila y se lo ofrecí.

-Es tarde-dije- si quieres puedes dormir en una de las habitaciones de arriba.

-Está bien. ¿Qué harás tú?

-Haré guardia algunas horas mientras descansas.

-Podemos turnarnos para hacer guardia.

-Mañana iremos por tu hermano. Será indispensable que hayas descansado lo suficiente.

Mientras comenzaba a subir las escaleras al segundo piso, se detuvo un instante.

-Gracias, Oli.

Entró en la primera habitación que vio y cerró la puerta. "Oli". El sonido dulce de su voz pronunciando esas palabras dio vueltas por mi cabeza durante toda la noche. No pude evitar pensar en que habría pasado si yo me hubiera quedado con ella en lugar de Scott. Probablemente no habría derramado esa cantidad de lágrimas, no habría tenido que pasar tantos momentos desagradables, tantas decepciones. "Pero claro, ¿una chica como ella, con alguien como yo?"

-Imposible jaja.

Tome mi posición de descanso al lado de la puerta como siempre y tome mi diario. Comencé a escribir:

#55

El destino funciona de formas realmente raras. Este mundo carece de sentido. ¿Por qué devolverme a una persona que ya había dado por perdida aún antes de éste caos?

De cualquier manera, estoy feliz de verla una vez más...

Después de pasar algunas horas recorriendo toda la casa (menos la habitación de Jhacky) y asegurarme que esas cosas no habían entrado, me deje caer en el piso y cerré los ojos." Mañana será un día nuevo".

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Y uno más...

Oliver debería decir lo que siente ¿no? ¿Ustedes que piensan?

Estaré actualizando la historia lo mas pronto que pueda. ¡Sayonara!

Las Reglas del FinWhere stories live. Discover now