#5 Lo que nos une

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-¡¿Lo dices en serio, Daniel?!

-¡Así es! Y tan pronto respondan algunas preguntas de la Directora podrás reunirte con él.

-¿"Directora"?

-Sí, ya sabes, es la jefa de nuestro grupo. Pero no te asustes es buena persona.

-¿Qué clase de preguntas nos harán y porque no nos devuelven nuestras armas?

-Bueno, no podemos dejar que cualquiera entre a nuestro "lugar seguro" así que ella es quien decidirá si pueden quedarse. Solo asegúrense de ser honestos con sus respuestas. Ella odia que le mientan. Y con lo de las armas, si ella decide que son confiables se las devolverán.

-¡No puedo esperar a llegar!

"Realmente tenemos suerte". Eso era lo único que podía pensar mientras íbamos de camino a este "lugar seguro" al que nos guiaba el grupo de personas que nos había salvado, hace solo unas horas, de ser devorados por la horda de cadáveres. Jhacky, se encontraba realmente impaciente por llegar. No podía culparla, después de todo si me dijeran que mi hermano perdido sigue vivo y a salvo en este lugar, correría de inmediato a su encuentro. Yo, por mi parte, me sentía avergonzado, por casi haber roto en llanto después de descubrir que mi amigo de la infancia era el autor del milagroso rescate de antes. Daniel, era mi mejor amigo desde que teníamos siete años. Alto, de cabello negro, ojos color café y una actitud positiva ante todo eran las cosas que lo identificaban. Juntos, vivimos miles de cosas a lo largo de nuestra vida. Era la clase de amigo que está siempre en las buenas y en las malas, quien te da consejos cuando más los necesitas y quien te anima a hacer las cosas que por ti solo no harías jamás. Como a las demás personas cercanas a mí, lo di por muerto cuando todo empezó y nunca se me habría ocurrido que lo encontraría salvándome de algo así. Seguro aprovecharía mi momento de debilidad para burlarse de mí como acostumbraba hacer.

-Ya casi llegamos a donde dejamos los autos. Creo que llegaremos al anochecer.

-Bien, cuanto antes lleguemos mejor- dijo Jhacky mientras apresuraba el paso.

-Ustedes dos vendrán conmigo y Val. Hay muchas cosas que quiero preguntarles mientras llegamos.

Ataron nuestras manos y subimos a la parte de atrás de una camioneta gris, que tenía algunas abolladuras y manchas de sangre en los neumáticos.

-¿Es muy necesario lo de las ataduras?-dije- Las apretaste demasiado.

-Ya sabes cómo es jajaja.

Daniel iba conduciendo mientras la chica "Val" estaba en el asiento del pasajero. Se encontraba sin decir nada y con un semblante serio en el rostro. Parecía una chica dura en realidad. Era una chica de color, con trenzas que le llegaban hasta la cintura, delgada y alta, con una mirada de esas que dicen "púdrete", era atemorizante o al menos lo suficiente como para intimidar a cualquier persona que se le atravesara. De vez en cuando nos miraba de reojo en el retrovisor del auto mientras apuntaba algo en un cuaderno. Frente a nosotros iba otra camioneta del mismo color que transportaba al resto del grupo de mi amigo.

-Bien-dijo Daniel- Me alegra verlos. Creí que jamás volvería a ver un rostro conocido.

-Dímelo a mí.

-¿Cómo fue que se encontraron? ¿Llevan mucho tiempo juntos?

-Define "juntos"- dijo Jhacky mientras me miraba con una sonrisa.

-No estoy muy seguro. Y creo que por un par de días.

-Ya veo. Entonces ¿no han hecho nada?- dijo mientras nos lanzaba una mirada pícara.

Las Reglas del FinWhere stories live. Discover now