Una vez afuera de la casa de la Directora, Daniel fue por Jhacky y nos llevo a recorrer la comunidad. Tan pronto las personas nos vieron sin las ataduras, reflejaron una tranquilidad notoria; habíamos ganado la aprobación de Charlotte y por lo tanto la de las demás personas o al menos la mayoría. Algunos se encontraban reacios a aceptar personas nuevas en su comunidad, pero estaba seguro que, eventualmente, nos ganaríamos su confianza.
-Una vez termine de enseñarles el lugar, deberán ir a registrarse como habitantes de nuestra comunidad; es sencillo solo deben dar su nombre, edad y tipo de sangre.
-¿Cuando podré ver a mi hermano?
-Mañana. Por hoy soy el encargado de enseñarles el lugar y luego de su registro, los llevare a sus habitaciones. Ah, por cierto, una casa es solo para las mujeres, niñas y niños; y otra para los hombres. Creo que ya no podrán estar a solas, mala suerte para ti Oliver.
-Cierra la boca Daniel.
-¡Jajaja! Oigan una última cosa, al haber tantas personas aquí, algunas personas son encargadas de conseguir recursos así que eventualmente se les asignaran algunas tareas para obtenerlos. Pueden hacer grupos para salir e ir en su búsqueda y pueden hacerlos por afinidad. Si quieren podríamos ir nosotros tres y Val.
-¡¿Val?!-dije casi gritando-.
-Jajajaja. No me digas que ya te asustó.
-¿Qué? No, no es eso es solo que...eh, no la conocemos.
-Es por eso que se las voy a presentar esta noche.
-¡¿Esta noche?!
-Seguro no es tan mala como parece, Oli.
-¿Oli?-Daniel me miro con una sonrisa juzgona- ¿ya son de esas parejas?
-No lo somos.
Inmediatamente me arrepentí de decir eso sin pensarlo. "Mierda, yo mismo estoy arruinando mis oportunidades. Espero no haber sonado muy rudo"
-Lo que tú digas viejo. Ah si, la cena se sirve a las siete treinta, traten de llegar temprano para encontrar un buen lugar. Los veré allí.
Una vez hecho el registro y luego de conocer nuestras habitaciones fui a buscar a Jhacky. Estaba un poco preocupado por que se quedara sola en un lugar en donde no conocía a nadie aparte de mí y Daniel. Aunque seguro estaría haciendo amigos de inmediato, a ella jamás le fue difícil hacerse notar.
Caminé hacia la casa designada para las mujeres de la comunidad. Por fuera parecía ser una casa bastante grande, pero por dentro era enorme. Básicamente era como un albergue. No había muchas cosas aparte de muchas literas y un cuarto al fondo que parecía ser el baño. Jhacky se encontraba en la cama de debajo de una litera y estaba hablando animadamente con una niña de unos ocho años. Era una niña de cabello rizado castaño rojizo, de ojos verdes, piel blanca como la leche y pecas en las mejillas. Usaba un collar de trébol de cuatro hojas. La niña sostenía un gato gris en sus pequeños brazos. Caminé hacia ellas y tropecé con una caja que estaba al lado de la litera y por el sonido, el gato se sobresaltó y escapó.
-¡No!-dijo la niña- Si Pelusa se esconde en las cosas de Val, ella se va a enojar mucho.
-No te preocupes, ya la encontraremos- dijo Jhacky.
-Lo siento, no fue mi intención asustarlo.
-Hola Oli, parece que no eres el único que le teme a Val.
-¿Quién es él? ¿Es tu novio? –dijo la pequeña niña.
-El es Oliver, Maggie. Es mi amigo. ¿Qué haces aquí?
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Las Reglas del Fin
Science FictionOliver es un joven de dieciocho años que se ve inmerso en un escenario post-apocalíptico en el cual la soledad es la única que reina. Tras una serie de eventos reencuentra a alguien que es muy importante para él. Juntos deberán encontrar la forma de...