Infinity

Capítulo 19

Cuando ya estamos dentro de la casa, todos nos sentamos alrededor de una pequeña mesa de vidrio que está llena de libros con nombres imposibles de leer.

Mientras que los chicos hablan sobre lo que creen más conveniente hacer, yo me empiezo a sentir mal, en un momento Marcelo prende el televisor y trato de concentrarme en lo que están pasando, algo sobre que se ha abierto la división del mundo de los Cupidos Daemon's, pero no sé qué más porque me gana el dolor, un dolor de cabeza horrible, como si me estuviera mareando.

-Matías...-lo llamo-...no me siento bien.

Es solo decir esas palabras e inmediatamente se acerca a mi lado y me toca la cara.

-Está caliente, necesitas que te vea alguien- dice.

-Digámosle a Jena, la última vez que te sentiste mal ella...- empieza Julián, pero Matías lo interrumpe.

-¿Cómo que la última vez que te sentiste mal?, ¿Desde cuándo estas así, Sofía, Y por qué no me lo dijeron apenas tuvieron oportunidad?

-Cálmate Matías, no lo hicimos porque pensamos que no era algo serio y que ya se le había quitado el malestar cuando Jena la vio.-dice Alejandro.

-¿Jena?.- Matías mira a Julián-...¿La Cupido Daemon que es tu novia?.

Julián asiente.

-Bien, llámala y dile que venga a ver a Sofía, ya puede pasar a través de los mundos así que no hay inconveniente.- dice Matías.

-Enseguida.-dice Julián y se va.

-Ahora ven, te llevaré a la cama- dice Matías y me carga.

-Puedo caminar.-le digo y me mira.

-No, no puedes.- dice haciendo caso omiso de mi comentario.

Caminamos por un pasillo y abre la puerta de un cuarto, me deja en la cama y se para frente a mí.

-¿Necesitas algo?- me pregunta.

Niego con la cabeza.

-No...-digo-...¿Este es tu cuarto?- le pregunto y asiente.

-Sí, ¿Estas segura de que no quieres algo?, cualquier cosa que te haga sentir mejor- insiste.

-Bueno...quédate conmigo.- le pido y sonríe.

-Eso no era necesario ni que lo pidieras.-dice y se sienta conmigo en la cama.

Recuesto mi cabeza en su pecho.

-¿Cuándo todo se volvió tan...complicado?- le pregunto y siento como me besa la coronilla de la cabeza.

-Siempre fue complicado, solo que no lo sabias.- me dice.

-Ya quiero que esto termine y así poder estar contigo.-le digo y siento como sonríe.-...¿Qué?- le pregunto-...¿Qué te da tanta risa?.

-Nada, solo que ahora que acabas de decir eso, yo...- empieza y me doblo para mirarlo, se está mordiendo el labio.-...mira. -Dice y con la mano hace un truco extraño, revelando una pequeña cajita.

Se me acelera el pulso.

-¿Qué es?- pregunto con el corazón bombeando fuerte.

La abre y en interior hay un anillo, un hermoso anillo.

-Quiero que estés conmigo, para siempre...quiero que te cases conmigo Sofía, he esperado muchos siglos y creo que ya es hora.- dice y parpadeo varias veces para apartar lágrimas.

-Si...si, si, si.- digo y lo beso, en la boca, las mejillas, en frente y en la punta de la nariz.-...claro que quiero ser tu esposa.

Sonríe y me coloca el anillo, me vuelvo a recostar en su pecho.

Y así ambos nos quedamos dormidos.

*****

Cuando Alejandro nos despierta para avisarnos que ya ha llegado Jena, lo único que puedo hacer es sonreír, estoy muy feliz, y parezco tonta con la sonrisa que se ha apoderado de mi cara, la misma que tiene Matías, y que solo con mirarla me llena más el corazón de felicidad.

Cuando Jena pasa para verme, se queda parada a medio camino y sus ojos, ya negros de por sí solos, se vuelven unos posos de oscuridad.

Matías me aprieta la mano.

Sabe que ocurre, y unos segundos después, los ojos de Jena vuelven a la normalidad y me sonríe.

-Estas embarazada.- dice y quiero desmayarme.

****

-¿Qué?- pregunto.

-Sí, tienes apenas como mucho un mes.-dice y miro a Matías, ella lo hace y le sonríe.

-Eres el padre.-le dice Jena a Matías-...ella tiene adentro la semilla de un Cupido Angel, de ti. Es increíble, los felicito.- luego repara en la sortija de compromiso-...bueno, doble felicitación.

Matías me mira.

-No puede ser- le digo y él me sonríe.

-Sí, sí que puede, Jena ya lo ha visto, ella al ser un Cupido Daemon tiene más experiencia en las Visiones, no se equivoca, y además tú y yo sabemos que no es imposible.-me dice y me pica el ojo, me pongo roja, bueno después de todo no es tan imposible.