Hoy, a cuatro de octubre de dos mil diecisiete también he derramado mis lágrimas por un alma, que afortunadamente no era la tuya.
Es distinta, más misteriosa que un pozo sin fondo y a veces descuida el transfondo de sus pensamientos más zanjados y puedo verlos revoloteando por su imaginativa cabeza.
Hoy he hecho algo valeroso y al fin me he desecho de todo el mal que obstruía este berenjenal.
Siento si este es el último poema que te escribo pero me he quedado sin amor.
A lo mejor a la tercera luna llena mi corazón sin dolor recuerda tu estupefacta sonrisa y decide escribirte a las 3 de la mañana mi última novela.
Sabes que te quise, te quiero y te querré siempre,(Te escribo desde esa pista de baile cantando nuestra canción y hablando con tu sombra)
Adiós chico huracán
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Moi-même ©️
PoetryVolamos libres dentro de una botella de cristal Llena de nuestro amor contaminado por la soledad. (Todos los derechos reservados a la propietaria de esta historia ©️)