Leningrado

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Mirarte con ojos de guepardo mientras bajas del avión,
caminar por las calles a tu lado,
Disfrazarnos y huir del régimen fascista.
Fotos en analógico, el muro de Berlín y gabardinas con hombreras.
Quererte desde lo más hondo y profundo de una habitación, fumar en el balcón y gritar que nuestra patria siempre será nuestro propio corazón.
Tocarte el pelo mientras caminamos a tres grados bajo cero, sentir tu mano ardiendo entre tanto desconcierto, entre tanto frío helado.
Ser los únicos morenos de tanto rubio albino, quedarnos atrapados en esta ciudad de mala muerte, escribir y pelearnos hasta que nuestras manos y mandíbulas sangren lágrimas.
Llorar y recordar, sentirnos y crear nuestro propio ambiente, desnudarte la mente, el alma y las palabras.
Que los sentimientos se queden perplejos al admirar tanto deseo en un solo cuchitril apagado de Leningrado.

Lady Madrid

Moi-même ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora