El Orígen de KAGEKAO

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Mark suspiró y miró hacia el cielo nocturno. Estaba de pie en el techo de su edificio de apartamentos, de cuatro pisos de altura. A veces a Mark le gustaba solo quedarse aquí y reflexionar, era tranquilo y pacífico. Mirando hacia abajo se podía ver el ajetreo y el bullicio normal de la ciudad, pero si miraba hacia arriba se podía ver el hermoso cielo, e incluso a veces la luna llena o algunas estrellas.

Mark caminaba por el borde de la azotea que le ayudó a no caer a la muerte. Era bastante tarde, debía regresar a su apartamento pronto. Entonces vio algo volando a pocos metros de distancia. Mark se acercó y lo levantó, viendo que era el periódico de ese día, comenzó a leer la primera página:

HOMBRE JOVEN ENCONTRADO MUERTO CERCA DEL BOSQUE:

El día de hoy, un joven de nombre John Parker, de 20 años, fue encontrado muerto cerca de los bosques del norte. Su familia dijo que él nunca tuvo enemigos reales, pero era un poco problemático. Aún no sabían quién querría verlo muerto. Su muerte parecía ser a causa de un desangramiento. Las cicatrices al parecer habían sido hechas por un animal grande, pero más tarde encontraron que eso no era el causante de su muerte porque se encontró un símbolo tallado en la frente del hombre. El símbolo era "☦".

Mark puso el periódico a un lado donde lo encontró, no dejaría que un artículo así arruinara su noche. Caminó a lo largo del borde con el brazo sobre este, mirando hacia el cielo. Veinte años, tan joven. Sentía lástima por el niño, él mismo tenía casi treinta años. Pensó en todas las cosas que el hombre no sería capaz de hacer ahora que su vida se había ido. Marcos trató de sacárselo de la cabeza, no quería deprimirse.

Sin saber, la mano de Mark golpeó una caja de cartón vacía que había en el borde. Él trató de atraparla, pero fue en vano, la caja cayó a la calle. Era extraño, no vio ningún coche, solo a una persona solitaria caminando por la acera.

-¡Hey! ¡Cuidado! -Gritó, pero ya era tarde. La caja cayó sobre la cabeza de la persona; bueno, por lo menos era sólo una caja de cartón vacía. Estaba a punto de disculparse cuando lo que sucedió a continuación lo dejó perplejo. La persona que estaba en la acera lo miró, tenía en un abrigo con capucha de color negro y una bufanda a rayas blancas y negras. Eso, por supuesto, no era lo que le hizo congelar, la persona también tenía una máscara peculiar, con una mitad negra y la otra mitad de un blanco luminoso.

Se las arregló para recuperar su voz e intentar gritar sus disculpas, tal vez este chico acaba de regresar de una fiesta extraña o reunión, cuando fue nuevamente congelado por lo que vio. El hombre dijo algo que Mark no podía oír, y luego saltó sobre la pared. Él empezó a subir por la pared de la construcción de manera similar a una araña o un lagarto. Mark estaba congelado, boquiabierto, tratando de encontrarle sentido a lo que estaba viendo. El hombre extraño, no, el monstruo, llegó a la parte superior del edificio y se agachó en el borde del balcón. Marcos ahora veía cómo fue capaz de escalar el edificio con tanta facilidad, llevaba guantes blancos con garras largas similares a las de un gato que se extendían desde el extremo de cada dedo a través del guante. Vio que la máscara tenía una cara en ella, pero sólo la mitad de una cara. En el lado blanco de la máscara estaba la forma de un ojo enojado y una boca creando una mueca enojada.

Ellos simplemente se miraban el uno al otro. Fue sólo unos segundos, pero para Mark se sentía como una eternidad. De pronto algo extraño sucedió. La máscara del monstruo cambio, la boca y los ojos enojados desaparecieron y en el lado negro de la máscara apareció un ojo alegre y una sonrisa extraña.

El monstruo ladeó la cabeza hacia un lado y dijo:

-遊び たい か? (¿Quieres jugar?).

Mark gritó y corrió hacia la pequeña puerta que conduce al interior del edificio. Rezó para que el monstruo no lo estuviera siguiendo. Llegó a la puerta y la abrió, empernándola por dentro, y la cerró de golpe. Jadeando, se apoyó contra la puerta para mantenerla cerrada.

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