06 - Las promesas nunca se cumplen

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   No se había sido mencionado, pero en medio de tanta confusión, Aladdin, la princesa de Kou y la joven fanalis, habían tenido el gusto de conocer al rey de Sindria, Sinbad; el famoso rey de los siete mares, quien recomendó a Alibaba que abandonara el país de inmediato, debido al amenazante imperio Kou.

La princesa agacho la cabeza, sintiendo que aquella culpa también consternaba su nombre, sin embargo, la mano cálida de Aladdin estrechando la suya dio una calma a su corazón.

En compañía de Sinbad y compañía, el grupo navego hasta Sindria, donde la princesa se sintió, ya que su país no pondría su presencia en dicho país; no con tanta facilidad.

- ¿Kougyoku-san?

Sin embargo, la confiada princesa no se esperaba la presencia de uno de sus primos en el lugar, quien, obviamente reconoció su persona; más teniendo en cuenta que ahora ya había ganado coraje para librarse de la capa que ocultaba su identidad.

-No... Te equivocas... - trato de huir de la horrible situación a la que había sido puesta, aferrándose a su melena trenzada, como si un hecho tan insignificante como aquel pudiera engañar a los ojos de los demás.

Los miembros de los siete mares, así como Morgiana y Alibaba se mostraban perplejos ante la impactante noticia, y Aladdin... Se aferraba a su flauta, preparado para nombrar el nombre de su gigantesco amigo en cualquier momento.

La mirada del nombre, se ensombreció fijando a la patética imagen que aquel miembro de sangre le estaba mostrando, perdiendo por completo toda la dignidad. Eso sí le restaba alguna, después de haber huido de aquella forma tan cobarde. Para alguien como él, que había soportado un horrible pasado, le asqueaba la cobardía de la princesa.

-Te he visto varias veces... - comenzó a argumentar, recortando la distancia que les dividía – Naturalmente puedo reconocerte, Kougyoku-san...

El corazón de la soberana temblaba con severidad, arremetiendo contra su pecho con una fulminante agresividad. El oxígeno era escaso para ella; y aunque hacía un grande esfuerzo por controlarse, sus nervios habían perdido el control. Era ya increíble que permaneciera de pie a aquellas alturas... Aunque las imágenes a su alrededor ya se habían vuelto confusas para ella. Su desesperación la llevo a buscar la pequeña figura de su "esperanza azul", sin embargo... Ni a él lograba visualizarle en medio de aquel laberinto en su cabeza.

-Si querías ocultarte, deberías de haberlo hecho mejor...

La sombra espeluznante de su primo se cernió sobre ella y antes de cualquier reacción anticipada por parte de Aladdin o cualquier otro que se las diera de guardián, un tajo corto el cielo y... Una gran cantidad de cabellos rosados se consumieron en el suelo, presos en una trenza.

El labio inferior de Kougyoku temblaba con agresividad, a la esperar de sentir cualquier dolor que aun su cerebro no hubiera procesado. Sin embargo, el paso del tiempo se hizo y la princesa seguía sin sentir ningún tipo de dolor.

-¿Qué has...? – escalo con sus manos desde su pecho hasta su rostro, buscando alguna imperfección.

"Quizás solo fue un movimiento en busca de mi temor" Pensó la princesa.

Como un amigo; o quizás enemigo, el viendo se sacudió con suavidad, dejando expuesto ante sus ojos, su larga melena, ahora tan corta que ni llegaba a rozarle los hombros.

El príncipe paso por su lado, llevando tras de sí aquella presencia rencorosa. Ciertamente, había logrado su propósito de espantar a la princesa, pero ningún reclamo ni un amargo llanto salieron de entre sus labios.

Magi • Alakou ~ Mi pequeño Aladdin [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora