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Toda la noche Draco estuvo despierto vigilando que nadie llegara de repente con la intención de hacerles daño.

Y Hermione no despertó hasta la madrugada.

La cabeza y la espalda le dolían como el infierno y el cuerpo lo sentía pesado.

Draco vio como poco a poco volvía en sí y espero unos minutos para poder hablar.

— Tan bien te sentías que te desmayaste.

La chica enfoco su vista en la silueta que estaba viéndola desde el otro lado de la camilla y se quejó al ver que no pudo levantarse sobre sus codos, estaba demasiado débil y adolorida para hacerlo.

— No vuelvas a decirme que estas bien para desmayarte segundos después.

— Lo siento, no quería preocuparte.

— Tienes que decirme cuando estas mal Hermione, de lo contrario no podre protegerte.

Se sintió mal, la intención de él no era regañarla, pero entendió su reclamo, si no confiaba en Draco para decirle un simple "estoy mal", ¿cómo pretendía estar a salvo?, ¿cómo pretendía que él también confiara en ella?

— Lo siento...

— No lo sientas.

— Pero....

— ¡Simplemente confía Hermione, no necesito un lo siento, cuando ambos sabemos que lo hiciste por alguna estúpida razón!

Draco no quiso gritarle, ¡pero vamos!, ¡ella lo tenía en exceso preocupado y el que no le dijera las cosas lo frustraba!

Madame Pomfrey aprecio en la enfermería haciendo su primera ronda del día para atender a los enfermos.

Le dio medicina a chicos de primer y segundo año para la intoxicación con grageas, atendió a un chico con malestar de estómago y cambio las vendas de algún principiante en Quidditch.

Llego a Hermione y le dio una poción para el dolor en su cuerpo y otra más para mantener los nervios controlados, curo uno de los brazos que había resultado raspado a causa del golpe contra la pared, anoto unas cuantas cosas en una hoja y le aconsejo que descansara, le informo a Draco que ella estaba mucho mejor y le pidió que fuera a dormir y que Hermione estaría segura en la enfermería, luego se retiró.

La castaña noto que Draco haría caso a las palabras de Pomfrey y antes de que se fuera lo llamo.

— Draco...No te vayas.

No quería que la dejara sola, siempre que estaban separados pasaban cosas malas y terminaban en la enfermería.

— Escuchaste a Pomfrey tengo que descansar... Y aquí no hay suficientes camas, necesito dormir.

— Puedes dormir aquí— se corrió un poco para hacerle espacio— No te vayas por favor...

Draco no podía creer lo que estaba escuchando.

— Siempre que nos separamos algo malo ocurre.... Me acabas de decir que te diga las cosas para que puedas protegerme, te estoy pidiendo que te quedes... quédate y así estaré segura de que no despertare y seré atacada por un impostor fingiendo ser tú, Draco.

— No puedo creer que hayas creído que ese impostor era yo— el rubio camino hacia la camilla y se acostó al lado de la chica— ¿Acoso no viste algo mal en ese idiota?

Hermione no perdió tiempo y se acostó sobre el pecho de Draco, podía estar más tranquila, él se quedaría con ella.

— Al principio no vi nada raro, parecía muy tú— Draco se acomodó y la abrazo.

De Amortentia y Otros MalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora