De Amortentia y Otros Males

22

La noche ya entraba en la madriguera, y los chicos se disponían a dormir.

Los señores Weasley habían hablado con Narcissa, debían asegurar de que la mujer se encontrara bien, luego de curar lo que según Narcissa era un rasguño la llevaron hasta la habitación donde dormiría, Molly un poco apena le pidió disculpas por la falta de espacio en su casa, a lo que Narcissa le respondió un tanto ofendida, pues no entendía porque se disculpaban por cosas tan tontas como esas, la rubia le recordó que era su casa y que quien tendría que disculparse debía ser ella por invadir su hogar con sus problemas y todo lo que implicaba ser una Malfoy.

Luego de la pequeña charla las dos mujeres se despidieron y fueron a dormir.

Draco y Hermione aún se encontraban despiertos y estaban sentados en la pequeña sala frente a la chimenea, luego de que la ratona conociera a Narcissa y hablaran por un rato más sobre el porqué la señora Malfoy no había divulgado dicha situación, Hermione se retiró de la habitación y tras decirle a Draco que quería hablar con él, salió y no volvió a emitir sonido alguno.

— ¿Vas a hablar o me tendrás toda la noche aquí?

Hermione lo miro muy mal.

— Cuándo sepa exactamente en qué parte comenzar a reclamar hablare.

— ¿Qué tienes que reclamar? — Draco se levantó del sillón un tanto enojado.

— ¿El que tomaras una decisión que no te correspondía, tal vez? — ella seguía viendo la chimenea.

Draco rio un tanto irónico, se pasó una mano por el rostro un poco exasperado, pensó en algo para responderle, pero como no encontró ninguna respuesta en la que no sonara enojado comenzó a caminar hacia las escaleras y a mitad de las mismas paro, se giró y hablo.

— ¿Si me vas a reclamar por no haberte llevado a un lugar en el que seguro te hubieran hecho daño, no sé qué tan mal estas de la cabeza Hermione?, cualquiera en tu posición daría las gracias por quedarse y no participar en una misión casi suicida— se giró y comenzó a subir de nuevo las esclareas— Que descanses... ¡Oh, espera!, de seguro me reclamaras también por decir eso.

Segundos después se escuchó como la puerta de la habitación se cerraba.

Hermione no dijo nada, ella estaba agradecida por que él la protegiera, pero el mismo Draco hacía tiempo le había dicho que tenían que confiar el uno en el otro y eso era lo que le enojaba, él la creía débil y la protegía de todo, si no fuera porque llevaba poco de conocerlo juraría que Draco Malfoy mandaría a hacer una cajita de cristal y la encerraría allí, para que nadie, incluido él, le hiciera daño.

Draco entro en la habitación no enojado, pero si un tanto dolido por el reclamo, su intención no era hacerla sentir débil ni mucho menos, pero el que fuera a la Mansión acarreaba un gran peligro, si ella se sentía enojada por eso, que lo estuviera, tendría que aguantarse su ira sola, porque Draco Malfoy no le pediría perdón por la única cosa que sentía que había hecho bien en años.

Las pocas luces que estaban encendidas en la madriguera se apagaron, Draco le pido a Salazar que la leona entrara en razón y Hermione a Godric que Draco entendiera que ella no necesitaba que él la protegiera, lo que en verdad necesitaba era que pelearan juntos.

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La tensión en la madriguera se sentía, y no precisamente porque la señora Malfoy fuera una persona despectiva, todo lo contrario, Harry, Ron y los demás chicos estaban sorprendidos por el alma bondadosa que se escondía tras la máscara de frivolidad que cargaba la mujer.