03. Carta de ¿amor?

117 18 2
                                    

    Minseok guardó el último cuaderno en su mochila para luego levantarse de su lugar y emprender camino hacia la puerta. La clase había terminado y el receso al fin se había hecho presente. Al pelirrojo no le gustaba caminar sólo, pero Han parecía preocupado por entregar el libro a la biblioteca a tiempo, pues ya lo había pedido hace una semana y su plazo acababa ese mismo día.

El salón ya estaba casi vacío, sólo quedaba un chico durmiendo al fondo del salón, y esa niña pesada que se sentaban adelante. A Minseok no le agradaba, ella siempre había sido muy malvada con él y lo molestaba cada vez que le era posible, así decidió salir rápidamente antes de que esta lo viese.

Pero fue muy tarde, antes de que sus pies lograran dar un paso fuera del salón su espalda ya estaba siendo estampada contra la pared junto a la puerta. Minseok gimió adolorido mientras intentaba dar un paso adelante para que la pared dejara de hacer doler su espaldita, pero unas manos sujetaban sus hombros, reteniéndolo. Con terror alzó la mirada para encontrarse con los ojos oscuros de la chica.

― Pequeño Minseok, ¿Acaso estabas huyendo de mí? ― Susurró la niña con voz afilada.

Él negó rápidamente, sintiendo como el aire se atoraba en sus pulmones y las palabras parecían tener terror de salir. Tragó duro, intentando disipar el nudo en su garganta y la ganas de llorar, porque su espaldita aún dolía desde le golpe del otro día.

― Sabes que no es bueno mentir, si mientes significa que no eres un niño bueno. ― Ella lo regañó suavemente. Había algo escondido en ese falso tono amable, era como si lo estuviese amenazando. ― Y a las mamis no les gustan los niños malos.

Él negó otra vez. Minie es el niño bueno de mami. Y mami siempre lo va a amar, porque Minie es muy obediente. Claro que él era un niño bueno, y su mami lo amaba mucho porque él siempre era muy obediente y hacía todo lo que ella decía.

― Entonces, si no quieres que le cuente a tu mami lo mentiroso que eres, vas a hacerme un gran favor. ― La voz de ella había perdido toda amabilidad, y Minseok mordió su labio tratando de detener el temblor en este. Ah, si hubiese acompañado a Han nada de eso estaría pasando.

Todas las cosas malas pasaban cuando Han no estaba.

― Eh... y-yo no...

Pero antes de que pudiese hablar el aire escapó de sus pulmones cuando su espalda golpeó otra vez contra la pared. Quería llorar, sentía como las lágrimas picaban en sus ojos.

― ¿Te estás negando? Oh, eso está muy mal. Yo creo que a tu mami no le gustará saber que no me quisiste ayudar cuando te lo pedí de tan buena manera. ― Su voz era espeluznante, los pelitos de Minseok se erizaron y un escalofrío recorrió su espalda.

¿Por qué Han aún no llegaba? La biblioteca no estaba lejos.

― Sólo quiero pedirte algo pequeñito, por favor.

Sentía como si la niña escupiese cada una de sus palabras. El rostro de ella estaba tan cerca que se sentía asfixiado por el aura tóxica.

Entonces una de las manos de la chica soltó su hombro. Y aunque no quería confiarse, permitió que su cuerpito se relajase sólo un poco. Sus hombros dolían ante lo fuerte que las manos de la niña lo habían zamarreado, y él se preguntaba ¿Cómo una niña de 12 años podía ser tan espeluznantemente fuerte y grande? Porque aunque estuviesen en el mismo grado, ella más alta que él por una cabeza a lo menos.

Frente a sus ojos la niña alzó un papel.

― Ayer fuiste al salón de los menores por ser un imbécil, de seguro todos allí te conocen. ― Ella gruñó, su ánimo había cambiado completamente al comenzar a hablar de ellos.

Childhood love ➡ [EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora