10. Acabados.

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   HyeMin invadió la enfermería. Era sorprendente que a pesar de los años aún no contrataran a quien se hiciese cargo del lugar.

Los chicos cargaban a MinSeok dentro del lugar para depositarlo sobre una camilla. El chico estaba adolorido y con un labio roto. ChanYeol lamentó no llamar a algún adulto cuando llegaron al lugar del desastre, pero luego de la intromisión de HyoMi no se atrevió, la chica los había salvado de una grande y no podía traicionarla.

MinSeok tenía su mirada en el techo. Un poco avergonzado, un poco agradecido. No, definitivamente muy agradecido.

— Sunbae, ¿Cómo te sientes?— La chica del aula A-5, que se sentaba al fondo del salón se encontraba a su lado, con semblante preocupado analizaba su rostro.

Con las mejillas arreboladas decidió no fijarse en lo claros que eran los ojos de la niña. Y es que nunca había estado tan cerca de chicas como en esa semana.

— Y-yo...

— Aléjate, mujer, lo asustas.— Le gruñó uno de los cantantes que compartía su apellido.

— ¿Lo asusto? No es como si tuviese tu cara fea.— Contraatacó.

JongDae entrecerró los ojos hacia ella, la punta de sus orejas comenzando a ponerse rojas.

— Mi carita preciosa sólo lo sorprendería por tanta belleza. — Estaba seguro de que eso diría su mami.

Siah dejó que una sonrisa burlona se apoderara de su rostro. Si había algo que amaba era discutir con JongDae sobre cualquier estupidez, quizá eso sería rebajarse al nivel intelectual del pelinegro, pero realmente no le importaba cuando se trataba de mosquearlo.

— No creo que sea momento de discutir, chicos.— MinSeok atribuyó esa dulce voz a la chica que hacia sus manos sudar.

KyungSoo asintió, al fin alguien que estaba de su lado.

HyeMin, luego de reunir todo lo que necesitaba se acercó al pelirrojo en la camilla. Lo analizó con ojos tristes por que no podía lo crueles que podían ser algunos niños. Quizá lo conocía poco, pero MinSeok era probablemente el niño más dulce que había y hasta que conocería a lo largo de su vida, y es que con sólo ver sus ojitos ya sentía la calidez invadiéndola.

— ¿Puedes sentarte, sunbae? — Le dijo ella cuando ya estaba junto a la camilla.

Con el cuerpo tembloroso intentó sentarse, pero las fuerzas no le daban para impulsar su cuerpo. Al verlo, JongDae, siendo el que estaba más cerca, no dudo en ir a socorrerlo. Cuando logró mantenerse sentado, el pelirrojo fijó su vista en la niña frente a él y no pudo evitar que sus mejillas se pusiesen rojas por los nervios y la vergüenza.

Con delicadeza, acarició el labio con rastros de sangre del mayor con un algodón húmedo por alcohol.

— Arderá sólo un poco, ¿si? Sé valiente.

MinSeok asintió. Por que quizá no había demostrado ser valiente anteriormente en el campo de batallas, pero ahí, en esas pequeñas cosas, él demostraría que era fuerte.

Las bisagras de la puerta rechinaron cuando HyoMi entró en la enfermería. Sus nudillos tenían sangre y su rostro una sonrisa de auténtica felicidad. Amaba saldar cuentas.

Caminó hacia el lavabo para quitar cualquier rastro de la niña estúpida de su cuerpo. La anotaría luego es su lista negra de niños estúpidos golpeados.

Los demás presentes seguían sus pasos lentamente, quizá con un poco de miedo. Y es que Siah sabía de ella, la sunbae que no dudaba en golpear a quién lo merecía, y por una parte, le gustaría ser como ella. KyungSoo, aunque jamás la había visto en acción, había escuchado rumores de lo duros que eran sus puños. Y BaekHyun, oh, BaekHyun sabía muchas cosas de ella desde que pisó el salón de su grado y la encontró durmiendo con una revista sobre su cabeza. JongDae, al igual que ChanYeol, SunHwa y la amiga de HyeMin, no tenían ni idea de quién era esa chica tenebrosa.

Y JongDae creía que no había niña más siniestra que Siah. Ah, como estaba de equivocado, ahora su amiga le parecía un peluche de felpa.

— ¿Qué es que tienen y le pertenece a esa loca?— Cuestionó la chica mientras secaba sus manos con una tolla de papel.

— Un cuaderno.

— Ah, ese que robó BaekHyun.— El aludido se sobresaltó un poco porque juró que la niña estaba en el octavo sueño cuando él irrumpió en aquel lugar.— Sé más cuidadoso niño, sobre todo por las cámaras.

Q

U

É

¡¿CÁMARAS?!

Una ampolleta se encendió en la mente de MinSeok, así que sobre eso hablaba su madre.

— ¿C-cámaras?— Tartamudeó ChanYeol. No, ahora tendrían pruebas de que él no era el hijo perfecto del que sus padres se jactaban en las fiestas de té. Estaba acabado.

— Quiere decir que filmaron todos nuestro movimientos. — No era una pregunta, era la sorpresa de BaekHyun hablando, y él que pensaba saberlo todo sobre esa escuela.— Pero eso quiere decir que también está filmado quién dejó los papeles en el casillero de KyungSoo, ¿no?

Siah chasqueó la lengua.

— De seguro esa niña ya lo sabía, jamás se arriesgaría a dejarlas por sí misma.

HyoMi asintió. Le agradaba como pensaba la enana esa.

— Exacto, así que no se hagan ilusiones de poder encontrarla con la guardia baja frente a las cámaras.

— ¿Y la golpiza de hoy? — ChanYeol no quería perjudicar a su sunbae, pero la situación no era muy buena para ellos, debía salvar su trasero.

— Hay cámaras fuera de todos los salones, en el casino, fuera de los baños, en la biblioteca y en sala de computación. Hay una en medio del patio de juegos, y ya. Esa son todas las cámaras de esta escuela, y la zona de basura no esta dentro del rango de visión de alguna de ellas, porque ¿a quién rayos se le ocurriría meterse allí? — Gruñó la chica.— Estarán acabados si esas grabaciones no desaparecen.

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Plan. No tenían alguno.

— ¿Desde cuando hay cámaras en esta escuela?— Gruñó BaekHyun, estaba molesto por no haberse enterado de ello antes que los demás.

— Desde que los rumores sobre KyunSoo-ssi se esparcieron.

No sabían qué estaba haciendo HyeMin entre ellos, pero mientras tuviese información no la echarían. Muy contra la voluntad de Siah, quien se negaba a incluir más niñas en su grupo por que eran tan complicadas y raras como BaekHyun, y no, con un castañito revoltoso les bastaba y sobraba.

SunHwa, quien casi siempre los andaba rondando sólo porque ChanYeol se negaba a dejarla sola por si quiera un minuto y aún menos ahora que esa tipa loca había visto a la rubia pequeña junto a ellos, asintió dando un gran trago a su cajita de jugo de fresa.

— Si, dijeron que era un peligro para el cuerpo estudiantil, así que llenaron la escuela de cámaras para inculparlo, pero nunca encontraron pruebas. — Se encongió de hombros dando otro sorbo a su leche.— Y es que KyunSoo-ssi es un buen estudiante y no hace cosas malas.

KyungSoo desvió la mirada de la dulce sonrisa que la niña le estaba tendiendo.

— Lo que sea, ahora sólo debemos descubrir como deshacernos de esas malditas grabaciones.— Cortó Siah.

Ah, su amiga era tan obvia. BaekHyun suspiró.

Aunque sus divagaciones fueron cortadas por la vibración de su celular. Quizá era su padre avisando que ta había llegado a buscarlo para ir a casa. O eso le habría encantado, pero luego de leer el mensaje realmente pensó que no volvería a su casa jamás.

Rezó un rápido ave maría, como la abuela Byun le había enseñado.

— Eh, chicos, creo que mi momento ha llegado.— Entonces alzó el teléfono a la vista de todos los presentes.

"Te espero a la salida. Kris."

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I'm backkkkk 🌸

Childhood love ➡ [EXO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora