- ¡Por la graduacion! - digo levantando mi shot de tequila.
- ¡Por nuestra graduación! - responden las chicas a coro.
La música estaba a alto volumen, la fiesta estaba en su punto, casi todos disfrutábamos y como no hacerlo, nos estábamos graduando, todo nuestro esfuerzo durante 4 años había dado frutos, el tener un título profesional era la recompensa.
- Venga Karen disfruta - digo mientras bailo al son de la música al mismo momento que hablo con Karen mi mejor amiga.
- ¿Qué quieres disfrutar Hanna?¿Qué somos las únicas sin ningún acompañante? - Si lo piensas así no tendríamos nada por lo que celebrar.
- A ver ka, ¿para qué quieres a alguien que intente controlar tu vida?, por no tener a nadie podemos disfrutar libremente - la veo suspirar, sabe que aunque duela es la verdad - además, por eso no debemos amargarnos la noche, ¡¡Disfruta!! - le digo mientras la paró a bailar conmigo.
- Tienes razón, vamos por un trago - dice mientras me arrastra a la barra.
Al llegar el chico que atiende le sonríe a Karen y para mi es inevitable no sonreír, ya se quien no se irá de aquí sin una cita mañana o sin un buen polvo está noche.- Dos cervezas - pido y veo a Karen sonreír, está niña necesita un empujoncito - Es muy lindo el chavo - le digo y puedo jurar que la vi sonrojarse.
- Si, es muy mono - dice.
- Aquí tienes - escucho que dicen detrás de mi, y mi bombillito se enciende, le sonrió y le doy la cara a Karen.
- ¿Podrías esperarme aquí en la barra? - sin esperar respuesta la dejó ahí y empiezo a caminar lejos de ella.
Desde lejos la veo tomar asiento un poco tímida y comenzar a charlar con el chico no tan chico.
La música empezaba a aturdirme así que decidí salir un rato.
La brisa de noviembre me da la bienvenida, empiezo a caminar, después de unos minutos recuerdo que cerca hay un parque.
Luego de unos pocos minutos lo veo al cruzar la calle, tomo asiento en un columpio. La noche estaba tranquila pocos autos pasaban, le doy un último trago a mi cerveza y escucho a un perro ladrar.
- Pero que mier... - no termino de hablar cuando siento algo posarse en mis pies, sonrió - Hola lindura - le digo mientras lo tomo en manos - ¿Qué haces por aquí?.-
- ¡Chazzz! - escucho que llaman y el perro se pone a ladrar - ¡Chazzz!, pequeño - miro la placa del perrito, y si creo que este es el Chazzz que buscan, escucho la voz más cerca y miro a mi derecha - ¿Chazzz?.-
Y ahí lo vi, es alto y de pelo negro, fue inevitable que nuestras miradas no se conectarán.
No lo iba a negar su mirada me había atrapado, lo vi abrir sus labios y lo único que escuche fue un ladrido, esperen eso no salió de su boca, ¡oh! cierto el perro. Mire mi regazo donde anteriormente descansaba Chazzz.
- Hey chico ¿por que te haz escapado, eh? - dice mientras le pone la correa y en respuesta recibe un lametazo en sus manos - Lamento si mi perro te dio alguna molestia - dice mientras se pone de pie, se ve tan tierno.
- Oh no - digo mientras me pongo de pie - En los pocos segundos que me hizo compañía ha sido todo un amor - le sonrió.
- Me llamo Jacob, Jacob Sanders- me tiende la mano y la tomó - Ha sido todo un placer acerté compañía - dice señalando al perro.
- Hanna Castillo, lo mismo digo, tu perro es un amor - contestó mientras escucho el ladrido de aceptación a mis palabras por parte de Chazzz.
- Y dime chica del columpio - dice mientras toma asiento al lado mío - ¿Qué te ha traído está noche aquí? - pienso la pregunta unos segundo aunque no le encuentro respuesta.
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Perdón
Short StoryTal vez lo que presenciaron mis ojos era la realidad y no lo que quería ver mi corazón, él, el príncipe azul con el que nunca soñé y por alguna razón del destino llegó a mi. El hombre con el que había planeado un futuro, el que me había convencido q...